Nick Clegg: «El Brexit se está derrotando a sí mismo»

«El Brexit se está derrotando a sí mismo», asegura el ex viceprimer ministro y liberaldemócrata Nick Clegg, que ha vuelto estos días a la palestra, haciendo piña con los ex primeros ministros Tony Blair y John Major. «Hay tantas y tan profundas contradicciones en las estrategias de Theresa May que el proyecto del Brexit puede colapsar bajo su propio peso y por su total inconsistencia».

En su papel de ex político y como autor del opúsculo ‘Cómo parar el Brexit’, Nick Clegg hace un somero repaso a la situación y vaticina mar gruesa en el Canal de la Mancha de aquí a finales de año, «cuando el Parlamento deberá emitir un «voto significativo» sobre el acuerdo con Bruselas y el resultado puede ser una crisis constitucional de imprevisibles consecuencias».

«Los británicos están empezando a ver que el Brexit es un proyecto profundamente deshonesto», vaticina Clegg. «Día tras día, semana tras semana, la gente lo tienen cada vez más claro: la salida de la UE está basada en una falsa esperanza, la de dar soluciones simples a problemas muy complejos».

El dilema de la frontera de Irlanda es, en opinión de Clegg, el ejemplo más claro. «Si el Reino Unido se va del Mercado Único y de la unión aduanera, no quedará más remedio que implantar aduanas en la primera frontera física que el Reino Unido tendrá con la UE. Pero el Gobierno dice al mismo tiempo que no habrá frontera «dura» entre las dos Irlandas ¿Cómo casa esa contradicción con la promesa de ‘recuperar el control de las fronteras’?».

«Aunque lo más preocupante, en el caso de Irlanda, son las voces de los conservadores a los que no les importaría sacrificar el proceso de paz en aras del Brexit», advierte el ex líder liberaldemócrata. «Todo esto es un reflejo de la estrechez de miras del Partido Conservador, que ha engullido al Ukip y se ha convertido en el Partido Nacionalista Inglés».

«Theresa May tuvo la oportunidad de gobernar para todos los británicos y propiciar la reconciliación del país con un ‘Brexit blando’ que minimizara el impacto económico», asegura Clegg. «En vez de eso, ha puesto por delante su partido y ha seguido al dictado la estrategia impuesta por una fracción mínima de ‘brexiteros duros’, que tienen una visión de la soberanía anclada en el siglo XIX y no en el siglo XXI».

«Ni May ni Corbyn están a la altura»

«El psicodrama del Brexit es aún más grave porque tiene como protagonistas a dos líderes mediocres», sostiene el ex diputado liberaldemócrata, que perdió su escaño en las elecciones del junio del 2017, un año después de la debacle causada por la coalición de Gobierno con David Cameron (y la promesa incumplida de no subir las matrículas universitarias».

«Ni May ni Corbyn están a la altura del gran tarea que tenemos por delante», sostiene Clegg, que considera insuficiente el giro reciente de Corbyn a favor de la unión aduanera. «¿Cómo se pueden explicar los meses de silencio del líder de la oposición ante el mayor reto al que se ha enfrentado el país desde la Segunda Guerra Mundial?».

«Las divisiones en el Parido Laborista son más grandes que las del Partido Conservador, donde ya sólo queda una mínima fracción pro-europea», asevera Clegg. «Corbyn sigue estancando en una versión nostálgica de la izquierda, mientras que gran parte de sus diputados tienen una visión progresista más adaptada a los tiempos. De momento, las diversas facciones del partido han firmado una tregua, pero las tensiones irán a más conforme se acerque la fecha de votación en el Parlamento, y el resultado puede ser un realineamiento del centroizquierda».

Clegg reconoce que el Partito Liberal Demócrata no ha sabido capitalizar el sentimiento antiBrexit, pero al menos le otorga el mérito de haber puesto la cuestión del segundo referéndum sobre la mesa. «Durante meses, el resultado del referéndum supuso una ‘lobotomización’ de nuestro sistema parlamentario. Se impuso el silencio, y el vacío lo llenaron los periódicos de derecha (‘The Daily Mail’, ‘The Sun’ y ‘The Daily Telegraph’) que impusieron su agenda. Pero el Parlamento ha recuperado su voz, y están emergiendo líderes como el laboristaChuka Umunna o la conservadora Anna Soubry que darán que mucho que hablar en los próximos meses».

A sus 51 años, desde el ‘think tank’ Open Reason, Nick Clegg asegura que no tiene la intención de volver a primera línea de fuego de la política, pero reitera su voluntad de ser testigo activo «en el más que posible descarrilamiento del Brexit» por la superposición de tres factores: «La inconsistencia y la incompetencia de los brexiteros, el empoderamiento del Parlamento y la movilización de los jóvenes, que votaron en un 70% por la permanencia, para expresar sus deseos en un futuro distinto».