Cada año que pasa, la tarea de estudiar es un proceso más complejo para los niños. El comienzo de secundaria es difícil no sólo porque cada vez hay más tarea que estudiar y eso dificulta la memorización, sino porque se junta con la adolescencia. Lo que significa que va a ser un período de transición en el que tu hijo va a tener que aprovechar mejor el tiempo a la vez que soluciona sus problemas emocionales o motivacionales y es que conforme van avanzando en su educación, muchos jóvenes encuentran serias dificultades para concentrarse en lo que estudian y eso se traduce en tardes enteras para hacer sus deberes y acaben dejando para el final estudiar.
Fallos comunes en la adolescencia cuando estudian:
Para conseguir que tu hijo sea el verdadero protagonista de su aprendizaje y que mejore sus notas, es fundamental conocer cuál es el fallo que comete. En la gran mayoría de los casos, los adolescentes cometen esta serie de fallos a la hora de estudiar:
● Baja autoestima: Sienten que no pueden con la cantidad de materia que tienen que estudiar y no van a ser capaces de conseguir sacar buenas calificaciones.
● Nula capacidad de organización: Procrastinar o dejar todo para el último momento, es una práctica habitual en primaria donde los exámenes están más espaciados y los contenidos que tienen que estudiar son menos densos y complejos.
● Falta de atención y de motivación: Si no muestran interés en clase les puede resultar muy difícil saber qué es lo importante y qué es secundario. Además, les costará mucho más estar concentrados durante el tiempo que tienen que estudiar.
● Problemas de comprensión: Por lo general, los adolescentes no suelen leer demasiado y eso queda reflejado en los exámenes dónde responden de forma breve y con un vocabulario muy básico. Por esa razón, no siempre los exámenes reflejan los conocimientos que el adolescente tiene y sus calificaciones son más bajas.
En gran parte, todo esto se soluciona con un método adecuado de estudio y estrategias que permitan relacionar y simplificar los conceptos que tienen que estudiar. Sin embargo, no todas las técnicas le ayudan de la misma forma y por eso es preciso que las conozca todas para que luego escoja aquella que necesita utilizar.
Técnicas de estudio
Por lo general, las principales y más importantes técnicas que ayudan a los adolescentes a tener un estudio más eficaz son las siguientes:
● Leer y subrayar la información previamente: Normalmente, los adolescentes leen lo que tienen que estudiar sin profundizar demasiado en el contenido y fijándose en las partes que ha subrayado el profesor en clase o las palabras que aparecen en negrita en el libro de texto. Sin embargo, ese subrayado no es eficaz y no deberían conformarse sólo con él. El subrayado debe ser personal para cada estudiante porque hay quienes necesitan una palabra y otros una frase para poder entender el texto y recordarlo mejor, así que va en función de la capacidad de memoria de cada uno. Las ventajas que tiene el subrayado es que es una técnica que te obliga a leer de forma más detallada el texto, fijándote en aquellas palabras que no comprendes y entendiendo las diferentes ideas del texto. Además, es visual y eso puede motivarlos porque pueden subrayar utilizando su propio código de colores o si no quieren manchar el libro, pueden hacer un código a lápiz. Por ejemplo, un subrayado de doble línea o puntos o en cajas para destacar un aspecto u otro.
● Realizar resúmenes de aquellas asignaturas que tienen más contenido y redactarlo con sus propias palabras, no sólo le ayudará a concentrarse mejor, sino que mejorará su comprensión lectora y expresión escrita y le preparará de forma más efectiva si los exámenes son a desarrollar o de preguntas cortas. La mejor solución para conseguir que tu hijo no conteste de forma parcial en este tipo de exámenes y le reste puntos en la corrección del examen es leyendo o resumiendo de forma habitual. Es cierto que al principio le costará y los resúmenes pueden ser bastante largos, pero con la práctica será más capaz de sintetizar y le ayudará enormemente no sólo a mejorar su comprensión lectora, sino para identificar la idea principal en cualquier texto y eso se traducirá en un mejor rendimiento académico.
● Estudiar mediante esquemas: El esquema es una técnica de estudio que ayuda a seleccionar y fijar aquellos temas que les cuesta comprender a los estudiantes y permite un mejor aprovechamiento del tiempo porque requiere que focalicen la atención a los contenidos y los relacionen entre ellos, dándoles una estructura y jerarquizándolos en ideas principales y secundarias. Algunos estudiantes los utilizan antes de ponerse a estudiar para tener una visión global de los contenidos y saber qué van a preguntar al profesor al día siguiente y otros para repasar la materia y así comprobar que lo han entendido correctamente o también, para saber si tienen que profundizar más en algún concepto. Hay muchos tipos de esquemas y cada adolescente debe escoger aquel que se ajuste más a la materia que van a estudiar y a su forma de estudiar. Aunque normalmente los que se escogen son los esquemas gráficos que utilizan llaves o flechas, existen otros tipos que son particularmente útiles para secundaria y que les pueden llegar a motivar más:
● Los adolescentes más creativos se decantan más por los mapas mentales porque mezcla tanto dibujos como palabras y les resultan más atractivos y visuales. Lo cierto es que son perfectos para iniciarse en los esquemas y cuando se trata de poca información.
● Aquellos adolescentes que les cuesta comparar y analizar semejanzas y diferencias optan por cuadros sinópticos. Por ejemplo, este tipo de esquema es excelente cuando tienen que comparar climas de diferentes regiones.
Nuria G. Alonso de la Torre, psicóloga y directora de Ayudarte estudio de psicología.