La demanda nacional tiró del PIB en el cuarto trimestre

La economía española cerró 2017 con un crecimiento del 3,1%, después de sufrir una leve desaceleración en el cuarto trimestre, cuando creció un 0,7%, una décima menos que en los tres meses anteriores. La demanda nacional, sobre todo el gasto de las familias y la inversión, fue lo que tiró del producto interior bruto (PIB) en el cuarto trimestre, mientras que la demanda exterior aflojó el ritmo, según los datos de contabilidad nacional publicados este jueves por el INEy que confirman las cifras adelantadas a finales de enero.

Tras encadenar su cuarto año de crecimiento, el tercero a un ritmo superior al 3%, el PIB español se situó en 1,163 billones de euros, su máximo histórico en términos nominales, si bien en términos reales de volumen aún no se ha igualado el techo alcnazado en 2008.

Según detalla el INE, la demanda nacional, que representa el 97,3% del PIB, fue cogiendo ritmo a lo largo del año y aportó 2,8 puntos al crecimiento total. Creció un 3,2% interanual en el último trimestre, dos décimas más que el anterior y cinco más que en los dos primeros. En este terreno, se aceleró el consumo, para cerrar el año con un crecimiento interanual del 2,5% tras haberlo iniciado en el 1,9%. La aceleración se produjo tanto en el consumo de los hogares (2,5% en el último trimestre, una décima más que en los dos anteriores y tres más que en el primero) como en el público (2,4% a final de año frente al 1% del comienzo).

Dentro de la demanda interna destaca también la inversión, prueba de la confianza en el futuro de las empresas, que invierten en bienes de equipo, y de las familias, que invierten en vivienda. En términos generales, la inversión se aceleró al 5,6% en la segunda mitad del año, para crecer un 5% en el conjunto del año, casi dos puntos más que en 2016. En este capítulo, las empresas dispararon su inversión en bienes de equipo un 6,1% a lo largo del año (7,7% en el último trimestre). Una tendencia positiva que indica que las empresas se pertrechan para afrontar aumentos de demanda y que ya se anticipaba en el trimestre anterior.

Asimismo, la inversión en construcción creció un 4,6% en 2017, casi el doble que el año anterior y al mayor ritmo desde 2006, antes de la crisis, bien es verdad que desde niveles muy inferiores a los que tenía antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Hoy por hoy, este capítulo de la contabilidad nacional tan solo alcanza el 68% del volumen que llegó a tener en 2007.

Demanda externa

El sector exterior, que contribuyó con tres décimas al crecimiento de la economía en 2017, mostró un comportamiento algo distinto. Las exportaciones crecieron en el conjunto del año un 5%, si bien la tasa del último trimestre, el 4,4%, fue 1,2 puntos inferior a la del trimestre anterior. Desglosando este capítulo, se aprecia una brusca desaceleración de la exportación de servicios, merced al frenazo del turismo extranjero en el último trimestre: el gasto de los no residentes pasó de crecer a ritmos cercanos al 10% en los tres primeros trimestres a un 4,2% en el último. El parón que se aprecia en la contabilidad nacional está en sintonía con el que refleja la estadística de llegada de turistas extranjeros.

Crecieron más las exportaciones que las importaciones, que aumentaron a un ritmo anual del 4,7%, con una desaceleración de todos los capítulos en el último trimestre del año. En una economía que reaccionó a la crisis volcándose hacia las exportaciones, este capítulo encadena máximos históricos de volumen desde hace siete años, mientras que las importaciones, muestra del consumo interno, aún están lejos de los niveles de 2007. El saldo entre exportaciones e importaciones es positivo en 31.032 millones.

Por el lado de la oferta, las actividades agrícolas e industriales crecieron en 2017 un 3,7%, pero mientras el sector primario registra una trayectoria descendente a lo largo del año, la de la industria es ascendente. El crecimiento del sector servicios, por su parte, se queda en un 2,6% interanual, cuatro décimas menos que el año pasado. Dentro del sector terciario destaca un trimestre más la reducción de volumen de las actividades financieras (banca) y de seguros. Reducen su tamaño un 1,5% en 2017 y encadenan su noveno año de descenso, situándose en niveles de 2003.

Empleo

Igual que la economía registró una ligera desaceleración de dos décimas en 2017 frente a 2016, el empleo registró una evolución similar, según los datos de contabilidad nacional del INE. Así, el empleo creció en el cuarto trimestre un 2,9% interanual, la misma tasa que había registrado en los dos trimestres anteriores. En el conjunto del año, la tasa de crecimiento es del 2,8%, frente al 3% del año anterior. Esa tasa de crecimiento se traduce en aproximadamente 490.000 empleos equivalentes a tiempo completo más que el año anterior.

Por sectores, el empleo crece más en la construcción, un 5,2%, con un fuerte acelerçon en el último trimestre, por un 2,5% en los servicios, un 3,7% en la agricultura y un 3,2% en la industria. Dentro de los servicios, destaca el aumento del 7,8% del empleo en actividades inmobiliarias, mientras que los servicios bancarios y financieros sólo ganan un 0,1%.