La plantilla de Opel dice ‘sí’ al preacuerdo de convenio

La plantilla de Opel España ha decidido respaldar el preacuerdo de convenio colectivo pactado el pasado lunes por la dirección y el comité de empresa que regirá las condiciones laborales de la compañía en los próximos cinco años.

2.827 empleados votaron ‘sí’ frente a los 2.008 que dijeron ‘no‘, un resultado que generará tranquilidad en la factoría, que ahora tendrá la garantía de que ensamblará la próxima generación del Corsa.

Tras aprobarse el texto pactado por las partes con un 58,4%, es de esperar que la dirección de Opel en Alemania corrobore los planes de futuro que tiene para la planta de Zaragoza, que pasarían por el montaje del nuevo Corsa (en principio a partir de finales de 2019 y con una versión eléctrica desde 2020) y que podrían ir más allá con el incremento de carga de trabajo que permita que la factoría utilice al máximo su capacidad instalada, en torno a los 480.000 vehículos al año. En eso ha insistido Juan Arcéiz, secretario general del Metal en UGT Aragón, que ha dicho que lo que hace falta ahora es que PSA cumpla y ponga encima de la mesa un plan industrial. «Estamos satisfechos con el resultado, pero no eufóricos. Es lo que queríamos que ocurriera, pero queremos que los sacrificios se vean recompensados», ha dicho. Además, ha añadido, la industria auxiliar que va a sentir cierto alivio tiene que ver pronto las adjudicaciones del nuevo Corsa.

«Hemos dado un paso adelante decisivo en la mejora de la competitividad de la planta. Tras tres décadas de historia en España, del dialogo abierto, madurez y la paz social, todos ellos valores históricos de la planta de Zaragoza, han sido claves para superar una situación compleja,” ha apuntado tras conocer el resultado Antonio Cobo, director de la planta de Zaragoza.

“Con este acuerdo, las fortalezas de la planta y el compromiso de los empleados, hemos asegurado el futuro de la fábrica. Este competitivo acuerdo laboral era condición imprescindible para cualquier inversión y para la asignación de futuros modelos» ha comentado por su parte Remi Girardon, vicepresidente de Manufacturas de Opel y directivo de máxima confianza del presidente de PSA, Carlos Tavares.

Este acuerdo marco laboral para Figueruelas, ha explicado la compañía, forma parte del plan de reestructuración de Opel denominado PACE! «que contribuirá al claro objetivo trazado por la compañía para convertirse de nuevo en una marca rentable en el año 2020». Este acuerdo, ha añadido la firma, permitirá a la planta alcanzar el nivel de productividad necesario para ello.

En vigor desde el 1 de enero de 2018 y hasta el 31 de diciembre de 2022, el acuerdo de convenio en la planta aragonesa incluye moderación salarial, retribución variable vinculado a indicadores de desempeño, aumento del tiempo de trabajo, adaptación de prácticas de trabajo laborales y flexibilidad para responder a las variables condiciones de mercado y compromiso de rejuvenecimiento de la plantilla.

La planta de Zaragoza forma parte del complejo industrial del grupo PSA en España junto a las de Vigo y Villaverde (Madrid). «Con este acuerdo, PSA refuerza su posición de líder industrial del sector de la automoción en el país», han señalado fuentes de la compañía. En 2017 salieron de los centros de producción de Vigo, Zaragoza y Madrid, 876.672 unidades de 12 modelos distintos, una cifra que sitúa al grupo como primer fabricante en España, con el 31% de la cuota de producción nacional: 1 de cada 3 vehículos fabricados en España procede de las plantas de PSA. El 86,8% de la producción española de PSA, han recordado en la firma, se exporta a mercados internacionales en un sector industrial que representa el 10% del PIB nacional.

La fábrica de Opel en Zaragoza produce en la actualidad cuatro modelos. El Corsa, modelo que atraviesa los últimos años antes de ser renovado; el Mokka X, cuyo sustituto será ensamblado en la planta alemana de Eisenach, y los modelos SUV o  ‘todocamino’ que empezaron a fabricarse en 2017, el Crossland X y el Citroën C3 Aircross.