Desde ferrocarriles hasta plantas solares. Desde túneles hasta canales. España es uno de los mayores proveedores de infraestructuras a nivel mundial. El AVE a La Meca, que realizó su primer trayecto completo el pasado 31 de diciembre, se une a una extensa lista de faraónicos proyectos con sello español. Según datos de Marca España, los contratos de empresas nacionales de ingeniería e infraestructuras en el exterior superan los 75.000 millones de euros, casi el 90% de su cartera total. El objetivo del país es lograr 650.000 millones más hasta 2027.
El sector ha encontrado cobijo a la crisis en el exterior. Las cifras del Ministerio de Economía señalan que la cuantía de los contratos internacionales obtenidos por empresas españolas aumentó un 43,8% entre 2013 y 2016, de 45.010 a 64.725 millones. Todo ello pese a que el monto de las licitaciones internacionales cayó en 2016 un 1,2% respecto a 2015, un año histórico en este ámbito.
El Gobierno estima que en 2017 se recuperaría la senda del crecimiento. A falta de cifras definitivas, los cálculos de Economía señalan que España ha participado de forma directa o a través de consorcios con empresas locales en más de 460 licitaciones internacionales. El 49% de estos concursos, que pueden suponer una cifra de negocio cercana a los 160.000 millones, se localizan en Oriente Medio.
Las infraestructuras y el transporte lideran esta expansión. Casi la mitad de las licitaciones pertenecen a este sector. España ha desarrollado proyectos en este ámbito reconocidos a nivel mundial bajo condiciones extremas. El caso del AVE a La Meca, para el que Talgo ha tenido que desarrollar trenes dotados de 30 tecnologías destinadas específicamente a combatir las altas temperaturas y la arena del desierto, es representativo.
Según los datos de Marca España, casi el 40% de las principales concesiones de transportes del mundo es gestionado por empresas españolas, que destacan en gestión de infraestructuras de transporte aéreo, portuario, terrestre y ferroviario. Asimismo, el 52% del volumen de inversión total de los contratos de concesiones de transporte son gestionados por cinco compañías españolas.
Son datos que contrastan con la caída del mercado doméstico por la dureza de la crisis económica. La licitación de obra pública cayó en España un 77% entre 2007 y 2016, según la patronal Seopan. La inversión, sin embargo, podría haber tocado suelo, ya que entre enero y noviembre de 2017 la licitación creció un 31,6%, hasta los 10.959 millones de euros.
2,5 billones de euros
La intención del Gobierno pasa por asentar esa mejora y ampliar el liderazgo exterior de las firmas españolas. El Ministerio de Fomento lanzó hace escasas semanas el Plan de Internacionalización del Transporte y las Infraestructuras 2018-2020, enfocado a que las firmas nacionales compitan por grandes obras de infraestructuras estimadas en 2,5 billones de euros. La intención es que compañías públicas y privadas cuenten con una estrategia conjunta al optar a nuevos macrocontratos.
Mercados como Arabia Saudí, Australia, Canadá, Colombia, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, México, Noruega, Perú, Suecia o Reino Unido, son prioritarios. Sin embargo, el plan de Fomento también busca oportunidades puntuales en Argentina, Chile, Dinamarca, Egipto, India, Israel, Malasia, Marruecos y Singapur.
La hoja de ruta planteada para los próximos diez años es todavía más ambiciosa. La Estrategia de la Internacionalización de la Economía, elaborada por el Ministerio de Economía, plantea el objetivo de que en el periodo 2017-2027 las compañías españolas sean adjudicatarias de 650.000 millones en licitaciones internacionales.
