El cardenal Pietro Parolin reveló que el presidente de Israel le aseguró en Roma que «no habrá ocupación de Gaza», aunque pide esperar a los hechos
El secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, advirtió este jueves que la comunidad internacional atraviesa un momento de «gran peligro», marcado por una escalada de los conflictos.
Durante un seminario celebrado en el Vaticano, el purpurado respaldó las palabras del presidente italiano, Sergio Matarella, que comparó la situación actual con la que precedió a la Primera Guerra Mundial en 1914.
«Creo que sí, que estamos al borde de un abismo. Comparto este análisis, en el sentido de que hay una escalada», señaló Parolin, según recogen varios medios, antes de subrayar que «existe el riesgo de una escalada sin fin y del estallido de una guerra de mayor alcance».
Respecto a la crisis en Gaza, el secretario de Estado reveló que el presidente israelí, Isaac Herzog, le aseguró en su reciente visita al Vaticano que «no habrá ocupación de Gaza». Sin embargo, insistió en la necesidad de comprobar que esas garantías se traduzcan en hechos.
El encuentro entre León XIV y Herzog, celebrado la pasada semana, se enmarcó en un intento de recomponer los lazos entre el Vaticano e Israel, deteriorados tras el bombardeo de la única parroquia católica en Gaza en julio, donde se refugiaban más de 400 personas, incluidos niños y personas con discapacidad.
Respaldo a las iniciativas humanitarias
Parolin también expresó su inquietud por la explosión registrada recientemente cerca de esa misma parroquia, denunciada en redes sociales por su párroco, el padre Gabriel Romanelli. «Por desgracia, la ocupación no se detiene a pesar de los llamamientos», lamentó.
El purpurado destacó la «admirable la gran resistencia» de quienes permanecen en Gaza «junto a los más débiles» pese al recrudecimiento de la violencia, y aseguró que todas las iniciativas humanitarias son valiosas.
«Todo lo que pueda servir para que Gaza salga de este final», concluyó Parolin, subrayando el compromiso de la Santa Sede en apoyar los esfuerzos por un alto el fuego permanente.
