El alcalde y el obispo de San Sebastián han rechazado la inclusión del monumento en el catálogo de «símbolos y elementos contrarios a la memoria»
La izquierda radical vasca (con Bildu y Elkarrekin Donostia a la cabeza) ha puesto en su punto de mira el monumento del Sagrado Corazón de San Sebastián, una estatua cargada de historia y simbolismo.
La controversia comenzó hace semanas, cuando el Grupo de Trabajo de Simbología Franquista del Consejo de Memoria Histórica de San Sebastián quiso incluir el monumento en su «Catálogo de símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática». Este deseo fue rechazado rápidamente tanto por el alcalde, Eneko Goia (del PNV), como por el obispo de San Sebastián, Fernando Prado Ayuso, quien defendió que «particulares e instituciones solventes, que conocen y han investigado sobre la historia» del monumento han certificado que «su génesis y su finalidad responden a una motivación exclusivamente religiosa y popular, ajena a cualquier propaganda».
No se diseñó con fines ideológicos en tiempos de la dictadura, su origen se remonta en torno al año 1926
Pese a todo, desde ese Grupo de Trabajo de Simbología Franquista del Consejo de Memoria Histórica de San Sebastián han insistido en su idea, lamentando a comienzos de mes la negativa de alcalde y obispo.
En un comunicado, ese «grupo de trabajo» se ha reafirmado en la propuesta alegando que está basada en «el análisis de la documentación histórica y en las nuevas leyes de memoria», así como en «la necesidad de que la ciudadanía conozca el origen franquista» de la estatua.
El origen del monumento
El obispo de San Sebastián respondió a ese alegato con una carta que explica tanto el origen como su proceso de construcción. El prelado donostiarra explicó que la idea de levantar un monumento al Sagrado Corazón en el Monte Urgull «no surgió en 1950, ni tampoco se diseñó con fines ideológicos en tiempos de la dictadura», sino que su origen «se remonta en torno al año 1926».

Imagen de la Parte Vieja y el Muelle de San Sebastián, con el Sagrado Corazón en lo alto del Monte Urgull Europa Press
Además, en ese mismo escrito, Prado Ayuso recordaba que «los propios obreros, de diversas tendencias políticas, como gesto de veneración, introdujeron sus nombres y los de sus familiares en el hueco del Corazón de la imagen para dejar constancia de su devoción personal».
Finalmente, el 19 de noviembre de 1950 se llevó a cabo la bendición e inauguración oficial. En aquel acto, «ni estuvo Franco, ni ningún otro miembro del gobierno o de la Falange, a diferencia de lo que sucedía en ocasiones similares cuando se inauguraron muchas otras edificaciones y obras públicas en San Sebastián», alegó.
«Defendamos lo nuestro»
Pese a todo, la controversia sigue encendida y desde Vox Guipúzcoa han publicado un mensaje en las redes sociales anunciando batalla contra los intentos de demolición.
«ETA @ehbildu quiere demoler el Sagrado Corazón de Jesús del Monte Urgull. No soportan ni el Bien, ni la Verdad, ni la Belleza. @vox_guipuzcoa les hace frente en las calles y en las instituciones. No habrá impunidad para ladrones y asesinos. Juntos defendamos lo nuestro, nuestro ser».
El alcalde Eneko Goia también coincide con las evidencias históricas que desvinculan el monumento de la época franquista. «Hay ciudadanos muy diversos que dan muy diversa interpretación de lo que representa ese símbolo», alegó hace unos días. «Se hizo un análisis sobre cuál fue el origen de la construcción y la iniciativa de construirla es anterior a la Guerra Civil». «Luego se podrá discutir sobre el carácter religioso o no, pero la historia es la historia, la que tenemos», zanjaba el edil donostiarra.