El recién nombrado pontífice en El Vaticano tiene vínculos con Míchel Olaortúa y Pablo Tirado, directores del centro San Agustín de la capital aragonesa.
Robert Prevost es, desde este jueves, León XIV. El nuevo Papa y referente de la iglesia católica emprende la tarea de dibujar la línea de la institución tras el fallecimiento de Francisco. Un trazo que le llevará a recorrer todo el mundo como una de las principales personalidades internacionales. Los futuros viajes quizá le hagan aterrizar en Aragón o España, pero su relación con Zaragoza ya viene desde hace tiempo.
Hace quince años, Prevost participó en la ceremonia en la que se nombró a Míchel Olaortúa como obispo de Iquitos. Olaortúa era, hasta entonces, director del colegio San Agustín, situado en el céntrico Camino Las Torres de la capital aragonesa. Su larga trayectoria al frente del centro educativo tuvo su final con este nombramiento, que le ponía como cabeza visible de la iglesia en la ciudad andina. El anuario de Agustinos recordaba en la finalización del curso 2010/2011 el nombramiento de Olaortúa y la participación Prevost: «Asimismo estuvieron presentes el General de los Agustinos, P. Robert Prevost, que presentó al P. Míchel; el párroco provincial, Carlos Morán, así como el actual Vicario Regional de Iquitos, P. Miguel Fuertes».
El nombramiento del director del centro zaragozano como obispo tuvo lugar en Bilbao, ciudad natal de Olaortúa. La relación de León XIV se extendió más allá del protagonista de la jornada, ya que conversó con otros religiosos de la orden que también ejercían como profesores en el colegio de la capital aragonesa.
Robert Prevost, a la izquierda, junto a cuatro sacerdotes del Colegio San Agustín de Zaragoza. Agachado, Míchel Olaortúa. / EL PERIÓDICO
El sacerdote bilbaíno lideró la iglesia de Iquitos durante casi una década, hasta su fallecimiento en noviembre de 2019. León XIV también tiene una estrecha relación con Perú. Prevost llegó a obtener la nacionalidad peruana en 2015, mismo año en el que se convirtió en obispo de la ciudad de Chiclayo. En 2018, asumió el cargo de segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
León XIV y Olaortúa fueron referentes en la iglesia peruana durante gran parte de la pasada década. Su relación con Zaragoza sigue presente y, de hecho, la del sacerdote bilbaíno será eterna: en 2021, con Jorge Azcón como alcalde, fue nombrado hijo adoptivo de la capital aragonesa. Fue Vox quien propuso que Olaortúa recibiera este reconocimiento a título póstumo. En el caso de Prevost, su vinculación con la capital aragonesa se mantiene gracias al actual director de Agustinos, Pablo Tirado. Ambos convivieron durante varios meses en Roma.
Profesores del colegio San Agustín confirmaron a este diario haber compartido tiempo con Prevost, tanto en convivencias espirituales como en varias eucaristías. «Poco te podemos decir, porque lo vimos oficiando una misa», bromeaban al ser consultados por la relación con León XIV.
