El papa Francisco dejó una última voluntad cargada de simbolismo y compromiso humanitario, relacionada con Gaza, que refleja su cercanía con las víctimas del conflicto y su deseo de ayudar
“El papa Francisco ha pedido expresamente que su funeral sea ‘lo más sencillo posible, austero y en oración’, sin canonización inmediata, y que sus restos no sean expuestos públicamente, sino enterrados en el suelo como un simple cristiano”. Así lo confirmaba Vatican News, dando voz al último deseo del pontífice argentino, fallecido el pasado 21 de abril, a los 88 años, y tras más de una década al frente de la Iglesia católica. En su testamento también solicitó que no se escriban biografías oficiales ni se erijan monumentos en su honor.
“No quería que lo convirtieran en una figura de culto, sino que se recordara su humanidad, su cercanía a los pobres y su empeño por la paz”, señalaba el medio oficial del Vaticano. Francisco, que hizo de la humildad una marca de su pontificado, dejó escritas indicaciones concretas para el destino de algunos de sus objetos personales, entre ellos uno muy simbólico: su papamóvil, que será transformado en una unidad sanitaria para atender a niños de Gaza.
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“El Papa quiso que su recuerdo no quedara en palabras, sino en acciones concretas. Por eso encargó a Cáritas Jerusalén que su vehículo papal se convierta en una clínica móvil que recorra la Franja de Gaza y brinde atención médica a los más pequeños”, ha explicado ahora el mismo medio vaticano. Con este gesto, el líder espiritual de millones de católicos en todo el mundo quiso dar continuidad a su compromiso con las víctimas del conflicto árabe-israelí, incluso después de su muerte.
Su última voluntad para la ayuda sanitaria en Gaza
La guerra entre Israel y Hamás dejó cifras estremecedoras, con más de 15.000 niños fallecidos y casi un millón de desplazados desde octubre de 2023. En ese contexto, la decisión del papa Francisco de donar su papamóvil a Cáritas Jerusalén para convertirlo en una unidad médica representa mucho más que un gesto. “Este vehículo representa el amor, el cuidado y la cercanía que Su Santidad mostró hacia los más vulnerables, y que expresó durante toda la crisis”, ha dicho Anton Asfar, secretario general de Cáritas Jerusalén.
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El vehículo fue utilizado por el pontífice durante su visita a Belén en 2014 y ahora está siendo acondicionado con equipos de diagnóstico, vacunas, oxígeno, jeringuillas y una pequeña nevera para conservar medicamentos. Atendido por médicos y personal sanitario, el papamóvil transformado ofrecerá atención en los lugares más remotos de la Franja, siempre que se restablezca un corredor humanitario. “Con este vehículo, seremos capaces de llegar a niños que a día de hoy no tienen acceso a la atención sanitaria. Niños que están heridos y desnutridos”, ha afirmado Peter Brune, secretario general de Cáritas Suecia.
La implicación del Papa con la población gazatí fue constante: llamó a diario a la única parroquia católica en Gaza y denunció la catástrofe humanitaria en múltiples ocasiones
La implicación del Papa con la población gazatí fue constante durante su pontificado. Llamó prácticamente a diario a la única parroquia católica en Gaza, habló con fieles por su nombre y denunció la catástrofe humanitaria en múltiples discursos. “No es solo un vehículo”, ha recordado Brune. “Es un mensaje de que el mundo no se ha olvidado de los niños de Gaza”. El papamóvil, ahora convertido en símbolo de asistencia y esperanza, continuará recorriendo los caminos más difíciles, cumpliendo así una de las voluntades más personales y profundas de Francisco.