El 18 de marzo se celebrarán las elecciones en el campus público aragonés
Recta final. La campaña electoral para escoger rector de la Universidad de Zaragoza encara sus últimos días y los candidatos al puesto, Rosa Bolea y José Ángel Castellanos, han dedicado parte de la misma a reunirse con la comunidad educativa universitaria -personal técnico, de gestión y de administración y servicios, docentes e investigadores y estudiantes- de Aragón. Pero, ¿qué le pide esta al nuevo equipo rectoral?
Rubén Lafuente es el presidente de la Junta de Personal Técnico, de Gestión y de Administración y de Servicios (PTGAS) y tiene claras cuáles son las necesidades que el nuevo equipo rectoral deberá cubrir. La primera y la más destacada, terminar con el «estancamiento de la plantilla». Lafuente explica que mientras en los últimos años la plantilla de Personal Docente e Investigador (PDI) «ha aumentado un 10%», el número de efectivos del PTGAS no se ha incrementado
La consecuencia es que el profesorado termina por asumir funciones que no le corresponden, aumentando por un lado su carga de trabajo y reduciendo, por otro, su disponibilidad para la docencia, investigación y transferencia. «Es el PTGAS el que tiene que estar haciendo las gestiones burocráticas, no los profesores, que están para la docencia e investigación. Pero si los PTGAS no llegamos a todo, lo acaban haciendo ellos», subraya.
También ello deja consecuencias en el estudiantado. Desde Somos, la Alternativa Sindical Solidaria Aragonesa que representa a los PTGAS y PDI, señalan que, como el profesorado debe dedicar más tiempo «a la gestión y a la gobernanza», tanto los docentes como los alumnos «ven reducida su oferta de servicios». Una falta de recursos que, puntualizan, deriva en una «externalización y subcontratación de trabajos».
La otra gran necesidad en la que pone el foco es la «carrera profesional» de los PTGAS. Lafuente recuerda que tienen un convenio desde hace 25 años, que se denunció en 2021 y que todavía no se ha comenzado a negociar. El presidente subraya que la clasificación de sus puestos de trabajo no es la adecuada y que hay una «falta de promoción interna».
En la misma línea, incide en que sus condiciones de trabajo son «deficitarias», en gran parte por la retribución. «El rectorado tendrá que acordar con el Gobierno de Aragón unas medidas de financiación que permitan resolver este problema», apunta.
Toda una serie de necesidades que ya han comunicado a los dos candidatos. «Ellos nos dicen que no sabían estas cosas… Este desconocimiento de los PTGAS esperamos que no ocurra de nuevo», dice, y añade: «No nos queda otra que confiar, porque es el equipo rectoral. Nos han escuchado y dicen que tenemos razón».
Docentes e investigadores: ¿cuáles son sus necesidades?
También el Personal Docente e Investigador (PDI) tiene sus reivindicaciones. En concordancia con lo manifestado por los PTGAS, el presidente de la Junta de PDI, Ignacio Gascón, explica que «la burocracia ha aumentado exponencialmente en los últimos años». «Tenemos la sensación de que hay determinados servicios que son clave para el funcionamiento de la universidad en los que falta personal», señala.
«Hay contrataciones de docentes que no están hechas a principios de curso, o llegan bajas y no se cubren. Las cosas así no funcionan bien», apunta Gascón. El mismo escenario, dice, se repite en el ámbito de la investigación.
Otra de sus denuncias es el envejecimiento de la plantilla. Gascón afirma que «hace falta mucha renovación». «Hasta el covid era habitual que se esperara hasta los 70 años para jubilarse, pero la tendencia ahora es que lo hagan antes», comenta para añadir que «si todos se marchan de forma anticipada se quedará la plantilla vacía».
Y más. Gascón también solicita a los candidatos «un presupuesto que dote mejor de material docente». Según explica, «la universidad hace partidas pequeñas», y echa de menos «un presupuesto centralizado que permita asumir costes más elevados que planifiquen compras centralizadas de material que pueda emplearse en varias carreras o departamentos a la vez».
También sostiene que «el presupuesto de la DGA apenas cubre las nóminas, y hay muchísimos gastos más de mantenimiento, de materiales, de luz…». «La DGA debería aumentar la financiación y el equipo de dirección de la universidad debería encontrar vías alternativas de financiación», dice.
La Junta de PDI también ha transmitido estas necesidades a los candidatos, y aunque se muestra algo «escéptica» porque tanto Bolea como Castellanos provienen del actual equipo rectoral y ya eran, por tanto, conscientes de estos problemas, ambos parecen haber recogido en sus programas electorales muchas de estas cuestiones. «Somos en parte optimistas porque pueden encarar el mandato de forma diferente», relata, y añade una última solicitud: mostrar el trabajo que hace la universidad. «La gente no es consciente de lo que se hace. Hay que transmitir cuál es el papel del centro y qué aporta a la sociedad tener una institución como la Universidad de Zaragoza», afirma.
Las reivindicaciones del estudiantado
Además del personal universitario, también los estudiantes universitarios mencionan algunos aspectos en los que consideran que el nuevo equipo rectoral deberá poner el acento. El primero, «un calendario académico más flexible». El presidente del Consejo de Estudiantes, Santiago Puyol, explica que este se debería «adaptar a las necesidades específicas de cada centro y titulación», permitiendo así una «mejor organización de la carga lectiva y una mayor compatibilidad con las actividades extracurriculares, prácticas o movilidad internacional».
Otra de las grandes demandas del estudiantado es la «ampliación de las salas de estudio y horarios». Según indica Puyol, se precisa de más espacios, sobre todo en periodo de exámenes y en fin de semana. Además, desde el Consejo de Estudiantes proponen que se habiliten «espacios nocturnos y nuevas infraestructuras», así como «zonas de encuentro donde desconectar y socializar».
Además, el alumnado considera que «la posibilidad de convocar paros académicos debe ser reconocida como un derecho estudiantil legítimo». «Establecer un marco normativo claro para su regulación permitirá que el estudiantado pueda expresar sus preocupaciones y reivindicaciones sin afectar de forma desproporcionada a su formación», subraya Puyol.
El Consejo de Estudiantes incide en que también es importante que el nuevo equipo rectoral «valore adecuadamente» a los representantes estudiantiles. «Pedimos que se facilite la conciliación entre estas funciones y la vida académica, garantizando mecanismos de apoyo para quienes desempeñan este rol», sostiene Puyol. En la misma línea, piden una «mayor financiación para que el Consejo de Estudiantes y las delegaciones puedan desarrollar sus actividades de manera efectiva y seguir defendiendo los intereses del estudiantado».
Los estudiantes de la Universidad de Zaragoza ven la elección del nuevo rector como un «momento clave para renovar y fortalecer el compromiso con la mejora de la universidad». Según indica Puyol, están «convencidos de que ambos candidatos poseen la preparación y la capacidad necesarias para asumir el cargo con responsabilidad y liderazgo», aunque deberán hacer frente a grandes retos. Entre los principales para los estudiantes está la «actualización de la normativa universitaria, en especial la relacionada con la evaluación del aprendizaje».
El alumnado señala que también es «prioritaria» la «creación de una Casa del Estudiante». «Este tipo de iniciativas pueden contribuir a enriquecer la experiencia universitaria y promover un entorno más inclusivo y dinámico».
El personal universitario y los estudiantes ya han expresado sus necesidades. Ahora, se mantienen a la espera de que el próximo rector de la Universidad de Zaragoza, que saldrá elegido el 18 de marzo, se ajuste a ellas.