El cofundador de la aplicación más famosa del mundo para hacer oración: «No necesitas una app para rezar»

El actor de Hollywood Mark Wahlberg ha sido un defensor de Hallow, utilizándola personalmente para su vida de oración y promoviendo su uso entre sus seguidores

Hallow (en español ‘santificar’) se ha consolidado como la aplicación católica más popular para la oración y la meditación. Con millones de descargas, esta plataforma ofrece un sinfín de recursos, como historias bíblicas en audio, música cristiana, desafíos comunitarios, o incluso prácticas como la tradicional Lectio Divina, además de dar la opción a los usuarios de crear sus propias rutinas de oración.

No solo eso: cuenta con el apoyo de figuras como el actor de Hollywood Mark Wahlberg y Jonathan Roumie, quien interpreta a Jesucristo en la serie The Chosen. En un mundo digitalizado, esta plataforma ha logrado devolver la oración a su centralidad en la vida de los católicos, ofreciéndoles una ayuda accesible y profunda para que puedan hablar con Dios.

«No necesitas una aplicación para rezar, la gente lo ha hecho durante más de 2.000 años… pero muchas personas las usan porque les ayuda a tener una estructura y objetivos», reflexiona Erich Kerekes (Chicago, 1993), cofundador de Hallow, en esta entrevista donde nos comparte la historia detrás de la idea, los desafíos que enfrentaron y el impacto que ha tenido en la vida de sus usuarios.

— Para ponernos en situación… ¿cómo empieza todo?

— La historia de cómo surgió Hallow está profundamente ligada al camino de fe que recorrimos los cofundadores. Cada persona tiene su propio viaje espiritual, y en nuestro caso, la aplicación nació como parte de nuestro crecimiento personal. Me crie en un ambiente católico, fui bautizado, hice la comunión y la confirmación, pero la misa no era una obligación en casa. Mi fe estaba presente, pero de forma secundaria y, aunque ocasionalmente participaba en actividades de pastoral juvenil, no era un aspecto central de mi vida.

No fue hasta la universidad cuando comencé a profundizar en el tema. Hubo una conversación en particular con un profesor que me marcó mucho. En ese momento, aunque me identificaba como católico, no vivía realmente mi fe ni entendía del todo lo que significaba. Mi profesor me dijo algo que me hizo reflexionar: «No me importa en qué termines creyendo, pero te animo a explorar a fondo tus convicciones hasta que puedas defenderlas con seguridad, porque lo que creas influirá en todas las decisiones que tomes en tu vida».

Eso tenía sentido para mí. Así que emprendí un viaje, con la intención inicial de demostrar que el catolicismo no era lógico ni correcto, de manera que pudiera justificar alejarme de él con un buen argumento. Investigué, leí, me expuse a distintos puntos de vista y, al final, encontré respuestas que me llevaron a reafirmar mi fe. Estudié en la universidad de Notre Dame [Indiana], donde comencé a interactuar más con sacerdotes y profesores, además de tomar cursos, entre ellos uno sobre C.S. Lewis que me introdujo en los principios básicos del cristianismo.

Después de graduarme, comencé a trabajar en McKinsey como consultor de gestión, con jornadas de 60, 70, a veces hasta 100 horas semanales. Otro de los cofundadores de Hallow, Alex [Jones], también trabajaba en McKinsey, y el tercero, Alessandro [DiSanto], estaba en Goldman Sachs, con horarios aún más exigentes. En medio de ese ritmo frenético, nos preguntamos cómo podíamos seguir creciendo espiritualmente en un entorno secular que absorbía la mayor parte de nuestro tiempo y energía.

Fue en esa búsqueda cuando empezamos a explorar prácticas que nos ayudaran a reconectar con lo esencial. Alex comenzó a usar Headspace [aplicación de meditación que ayuda a las personas a reducir el estrés], mientras que yo opté por salir a caminar en la naturaleza. Ambos encontramos que eso nos ayudaba a despejar la mente y alejarnos del estrés laboral, pero sentíamos que faltaba algo fundamental: la conexión con Dios.

Pasé los primeros 25 años de mi vida pensando que la oración era solo recitar de memoria
Erich Kerekes

Esto nos llevó a preguntarnos cuál era la intersección entre la meditación y el cristianismo. Hablamos con sacerdotes, religiosos y personas que ya tenían una vida de oración más profunda, y fue entonces cuando descubrimos la riqueza de la oración contemplativa. A pesar de haber crecido en un ambiente católico, esta fue la primera vez que realmente nos exponíamos a este tipo de oración, y nos dimos cuenta de lo poderosa que era.

Si Headspace había logrado llevar un tipo de meditación a millones de personas a través de una app, ¿por qué no hacer lo mismo nosotros con la oración contemplativa? Así que rezamos, pasamos por un proceso de discernimiento y, finalmente, decidimos dar el salto. Dejamos nuestros trabajos y nos lanzamos a crear Hallow con la esperanza de que pudiera ayudar a otros a encontrar la paz y la cercanía con Dios a través de la oración. Y aquí estamos, aún en ese camino.

Jugar el pequeño papel de una historia más grande

— Y desde entonces, ¿cambió su vida y su fe?

— Sin duda. Aunque sería genial decir que, desde que descubrimos la oración contemplativa, todo dio un giro de 180 grados, la realidad es que no fue así. Tomó tiempo y esfuerzo. Lo más importante fue aprender a pasar tiempo en silencio, lo cual no había hecho antes. Durante los primeros 25 años de mi vida pensé que la oración consistía solo en recitar oraciones de memoria, pero descubrí que hay muchas maneras de conectarse con Dios, y esa es solo una de ellas. La oración en silencio es una de las más poderosas y aún sigo aprendiendo a hacerla.

Lo que descubrí es que muchas veces Dios nos pide hacer cosas para nuestra propia santificación, y sin este viaje, no estaría ni cerca de donde estoy ahora en mi fe. Cuando comenzamos, no éramos las personas más calificadas para hacerlo. Nunca habíamos creado una empresa y, aunque estábamos lejos —y seguimos estando— de ser los teólogos más sabios, sentíamos que, si Dios nos había llamado a esto, podíamos hacerlo. Pensábamos que tal vez estábamos desempeñando un pequeño papel en una historia mucho más grande.

Quizás íbamos a fracasar y desaparecer en los primeros dos años, pero aun así, tal vez habríamos inspirado a alguien más a comenzar algo que tuviera un verdadero impacto. O tal vez lo lograríamos. Al final, todo esto podría haber sido solo para que descubriéramos las técnicas de oración, y lo que sucediera después no formaba realmente parte del plan. No lo sabíamos. Solo estábamos dando un paso a la vez, y así es como seguimos avanzando hoy. Ha tenido un gran impacto en mi vida y sigue marcando la diferencia, pero aún me queda mucho por recorrer.

El actor Mark Whalberg (izquierda) y Jonathan Roumie han

El actor Mark Whalberg (izquierda) y Jonathan Roumie han creado contenido para la app

 ¿Le preocupa que algunas personas puedan ver Hallow como un sustituto de la oración genuina y contemplativa de la persona?

— Es una pregunta importante. Claro que hay una manera incorrecta de usar Hallow. Si alguien piensa que solo escuchar las oraciones en la app ya es rezar, eso no es lo que buscamos. La oración no es algo pasivo, sino activo. Lo que intentamos es ayudar a las personas a dedicar más tiempo a Dios. La idea es que cada uno se ponga frente a Él y se abra a esa experiencia. Después, Él se manifestará.

La mayoría de nuestras meditaciones incluyen bastante silencio, porque creemos que es clave para una conexión real con Dios. En cuanto al uso de la aplicación, me gusta usar una analogía con las apps de entrenamiento físico. No necesitas una aplicación para rezar, la gente lo ha hecho durante más de 2.000 años, claramente no es imprescindible, igual que no lo es para entrenar. Pero muchas personas las usan porque les enseñan nuevos ‘ejercicios’, les ayudan a seguir su progreso y les dan una estructura y objetivos. Lo mismo pasa con Hallow: te ayuda a encontrar nuevas formas de oración, te hace responsable y te da un espacio para crear tu propia rutina.

Si solo hablas con Dios, te pierdes la parte esencial: escuchar lo que Él tiene para decirteErich Kerekes

También quiero decir que, aunque la vida de oración personal y algunas de las oraciones que puedes hacer pueden tener un gran impacto en tu crecimiento espiritual, nunca serán suficientes por sí solas. La fuente y la parte esencial de la vida de oración siempre estarán en el altar. Por eso, uno de nuestros principales objetivos y la forma en que lo estamos logrando es ayudar a las personas a volver a los sacramentos. Lo hacemos de formas creativas, y algunos de nuestros desafíos, como animar a la gente a asistir a misa o confesarse, son parte de eso. Pero también sabemos que si pasas más tiempo en silencio con Dios, como creemos, eso también puede llevarte allí.

¿Objetivo? «Invitar a Dios en nuestras vidas»

 ¿Existe alguna idea equivocada sobre la oración o el silencio que le gustaría que Hallow ayudara a cambiar?

— Creo que uno de los mayores malentendidos, al menos para mí, fue pensar que la oración era principalmente una conversación unidireccional, en la que solo hablamos con Dios. Ya sea pidiéndole algo, intercediendo o alabándolo, todo eso está bien. Sin embargo, la oración debería ser, en gran medida, un diálogo. Y aquí es donde entra el énfasis en el silencio. Si solo hablas con Dios, te pierdes la parte esencial: escuchar lo que Él quiere decirte. El objetivo es invitar a Dios a nuestras vidas, y la única manera de hacerlo es dándonos el espacio para escuchar lo que Él podría estar queriendo decirnos.

 Con el crecimiento de Hallow, ¿cómo logran mantenerse fieles a su misión y no perderse en la búsqueda del crecimiento como empresa?

— Creo que una de las claves para mantener la autenticidad tiene varios aspectos. El primero es asegurarnos de que todo el contenido de la aplicación sea fiel a las enseñanzas de la Iglesia. Tenemos un proceso muy sólido para lograrlo: contamos con teólogos en nuestro equipo que revisan cada pieza de contenido, además de un consejo asesor compuesto por personas en las que realmente confiamos. Siempre que queremos tomar una nueva dirección, asociarnos con alguien o lanzar contenido nuevo, lo gestionamos a través de este consejo para asegurarnos de que todo esté alineado con nuestra misión.

El segundo aspecto es algo que hemos descubierto con el tiempo. A menudo se piensa que ser auténtico y mostrar las partes más profundas del catolicismo podría dificultar atraer a una audiencia más amplia. Sin embargo, hemos visto que ocurre lo contrario. Lo que hemos notado es que la intensidad y profundidad de algunos temas o vidas de santos es lo que realmente atrae a las personas. A veces se piensa que para llegar a un público más amplio es mejor hacer algo más ligero y básico. Pero nuestra experiencia nos ha demostrado que incluso quienes no han explorado mucho su fe se sienten atraídos por una exposición profunda y auténtica. Es muy gratificante ver cómo estas cosas están tan bien alineadas con nuestra visión.