Desde el 1 de enero se permite retirar el dinero aportado con una antigüedad mínima de diez años
Alza de cotizaciones e impuestos sin precedentes para pagar las jubilaciones
Las pensiones suben un 2,8% y la edad de jubilación queda en 66 años y 8 meses
Los españoles han comenzado el año retirando dinero de sus planes de pensiones gracias a la posibilidad legal que se ha abierto desde este 1 de enero para rescatar parte de los fondos sin penalización. Una ventana de liquidez que amenaza con descapitalizar estos vehículos de ahorro para la jubilación, y frente a la que el sector financiero advierte por el riesgo de disponer antes de lo necesario de un dinero que en teoría está destinado a la etapa de retiro.
Fuentes bancarias y del sector asegurador confirman que ya se han producido solicitudes de clientes para rescatar parte de sus planes de pensiones. Se trata, de momento, de unos cientos de peticiones que se van tramitando en las oficinas de las entidades para darles curso y no se considera que en estos primeros días se haya producido un ‘boom’. Pese a ello, en el sector financiero sí hay quien teme que a medida que se vayan produciendo retiros se dé también un cierto efecto llamada y el volumen de salidas aumente.
En todo caso, los rescates tienen una condición muy clara: pueden retirarse los ahorros depositados con una antigüedad de al menos diez años. Esto significa que ya se puede recuperar el dinero -y su revalorización- aportado antes de 2015. Y se puede hacer sin tener que cumplir las exigentes condiciones que se requerían anteriormente para rescatar los planes, como haber llegado a la jubilación, ser desempleado de larga duración o enfermedad grave, entre otros supuestos.
Fue durante el Gobierno de Mariano Rajoy cuando se relajó la normativa con el objetivo de mejorar el atractivo de estos instrumentos de previsión social complementaria y hacerlos menos rígidos. Esto aplica a los planes de pensiones individuales, mientras que en los planes de empleo existe alguna particularidad más que sí que lo limita.
Una operación que puede acarrear una alta factura fiscal
Bruno Pérez / Madrid
Rescatar el plan de pensiones antes de tiempo puede acarrear un desagradable sorpresa fiscal. Parte de esa liquidez extra obtenida puede acabar en las arcas de Hacienda, ya que la renta adicional obtenida por el movimiento se considera como una renta del trabajo y podría elevar el tipo que se paga en el IRPF. Los contribuyentes pueden modular esa factura percibiendo el plan en forma de renta mensual.
La ventana de liquidez aplica también a los planes de empleo pero para que los partícipes puedan rescatar sus ahorros con al menos diez años de antigüedad se requiere que la posibilidad esté recogida en las especificaciones, algo que no es nada habitual. Es decir, las comisiones de control de los planes tendrían que modificar las condiciones y especificaciones del contrato para dar cabida al rescate por parte de los trabajadores que tengan sus ahorros depositados en el plan. «Los partícipes de los planes de pensiones del sistema de empleo podrán disponer de los derechos consolidados correspondientes a las aportaciones y contribuciones empresariales realizadas con al menos diez años de antigüedad si así lo permite el compromiso y lo prevén las especificaciones del plan y con las condiciones o limitaciones que éstas establezcan en su caso», especifica la normativa.
Temor al efecto llamada
Pese a que todavía el volumen de solicitudes de rescate no es muy elevado, en el sector financiero sí que temen que pueda ir a más a medida que avanzan las semanas y se conozca más esta posibilidad entre el público.
En este sentido, fuentes financieras señalan que no conviene tomar la decisión de rescatar fondos a la ligera y que, de ser necesario, lo adecuado sería realizar una disposición que se adapte a los fondos requeridos en cada caso. En suma, que exista una necesidad a la que destinar ese ahorro.
Desde el sector financiero recuerdan que el objetivo real de estos planes de pensiones es ir generando una bolsa de ahorro de cara a la jubilación y poder mantener así el nivel de vida y gasto que se tenía durante la vida laboral. De ahí que no se recomiende activamente realizar salidas de capital de los planes.
Pese a todo, se desconoce en estos momentos qué volumen de fondos es posible que sea rescatado, tal como destacan desde la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). La organización califica de «casi imposible» conocer el importe susceptible de hacerse líquido. La única aproximación que se está realizando es la del patrimonio que había hasta finales de 2015 en el sistema individual, 64.000 millones, pero esta es una cifra irreal ya que habría que restarle los rescates de estos diez años y sumarle la revalorización que se haya producido.