El PP navega la legislatura en solitario desde julio y mira de reojo a Vox para los Presupuestos
Partido Popular y Vox rompieron en el Gobierno de Aragón en julio. Fueron dos semanas desde el primer aviso o apenas tres días si se cuenta solo la combustión. Un suspiro en comparación con los once meses previos de convivencia. El primer conato puede remontarse a febrero y la reunión de seguimiento del Pacto de Gobernabilidad firmado el agosto pasado, en la que se escapó algún grito desde la sala de Comisiones ‘A’ de las Cortes hasta el pasillo donde aguardaba un puñado de periodistas. De una u otra forma, se acabó. Y de la misma manera, están condenados a entenderse para sacar adelante los Presupuestos de 2025, que llegarán, si lo hacen, con el año ya empezado y una vez se aclare el embrollo de la financiación autonómica.
Las tensiones del matrimonio que permitió la investidura de Jorge Azcón han marcado el 2024 en la política aragonesa, la cara B de una DGA, en coalición y monocolor del PP, que contrasta con las inversiones milmillonarias de las que han hecho bandera el presidente y los suyos. Con media España de vacaciones, el líder nacional de Vox, Santiago Abascal, se plantó ante la acogida de 134 menores migrantes de Canarias (20 en Aragón), que sí apoyaban los populares, en un órdago que terminó llevándose el Ejecutivo aragonés y los de Murcia, Castilla y León, Valencia y Extremadura.
Alejandro Nolasco pasó de vicepresidente a ser uno de los principales puntales de la oposición. El responsable de Agricultura, Ángel Samper, desapareció de un plumazo de la primera línea política. Sus vacantes las ocuparon Javier Rincón (Agricultura) y los ya consejeros Roberto Bermúdez de Castro, Octavio López y Mar Vaquero, que asumieron las competencias restantes. Azcón mandó a Tomasa Hernández a Educación y Claudia Pérez pasó a ocupar la nueva consejería de Empleo, Ciencia y Universidades. Para la oposición, un cese.
Antes de todo aquello, PP y Vox pactaron junto al PAR derogar la Ley de Memoria Democrática, a falta del pronunciamiento definitivo del Tribunal Constitucional, que ya ha levantado las cautelares, de modo que la norma terminará 2024 suprimida. Los recursos contra la Ley de Amnistía en Cataluña, ambos admitidos (Cortes y DGA) o la Ley de Emergencias ejemplifican esa cooperación previa a la ruptura. Con el PSOE salvando varios artículos, también aprobaron los impuestos a las renovables.
AZCÓN APELA A LA «COHERENCIA» DE VOX
Ya en solitario, el Partido Popular ha hecho de las políticas fiscales uno de los arietes de cara al resto de la legislatura. Jorge Azcón desplegó en su primer Debate sobre el Estado de la Comunidad un abanico de rebajas de impuestos, en la que destaca la bonificación al 99% de Sucesiones y Donaciones, pendiente de la aprobación de las cuentas. Vox comparte esta senda de la rebaja impositiva y Azcón pide “coherencia”, como hizo en su entrevista con este diario, frente a la brecha que supone la inmigración, donde Aragón, señalan desde la DGA, no dispone de todas las competencias.
En la recta final del año, los populares y el resto de partidos de las Cortes han tumbado por partida doble el intento del grupo de Nolasco de ampliar esas deducciones. Las consideran “inasumibles”. Ambas formaciones chocaron en la Ley de Energía, que salió adelante con los votos de PP, PSOE y el PAR en una votación de dos horas y un minuto para el recuerdo. Además de para las cuentas, se necesitan para sacar adelante la Ley de Vivienda, que llegará al parlamento en enero.
EUROPEAS DESCAFEINADAS Y EL INCIDENTE BOLAÑOS
2024 ha sido un año electoral. Tras el frenético verano de 2023, la nueva cita con las urnas en elecciones europeas dio la victoria al PP frente a un PSOE que dio por buena la diferencia. Sumar y Podemos acentuaron sus diferencias e irrumpió Se Acabó la Fiesta en el espectro político de Vox. En Aragón, los comicios pasaron de refilón. Ninguno de los cabezas de lista de los principales partidos visitó la Comunidad, aunque sí lo hicieron Alberto Núñez Feijóo y Pilar Alegría, esta última en un giro de guion que dejó en tierra a Teresa Ribera, a la postre vicepresidenta Ejecutiva de la Comisión Europea bajo el paraguas de Úrsula Von der Leyen. Rosa Serrano (PSOE) y Borja Giménez Larraz (PP) pusieron rumbo a Bruselas, al contrario que Tomás Guitarte y la coalición Existe.
Mismas fechas en las que Alejandro Nolasco, todavía vicepresidente, entregó al ministro Félix Bolaños una copia del informe del Ejecutivo autonómico contra la amnistía mientras llevaba un micrófono encendido. La posterior difusión de los audios, sin más contenido que una conversación protocolaria en la que Bolaños respondía que le iba a facilitar una copia del dictamen de la Comisión de Venecia, puso a Aragón en el foco de una polémica que tomó cariz nacional.
El también responsable de Justicia del Gobierno Central lo tachó de “patochada”. “Necesitan que se hable de cualquier cosa menos de lo incompetentes que son”, sentenció al día siguiente, todavía en suelo zaragozano.
La cara más complicada de las relaciones entre Aragón y Moncloa no ha eclipsado la otra. Jorge Azcón y Pedro Sánchez pactaron el pasado mes de octubre incrementar el Fondo de Inversiones de Teruel hasta los 86 millones anuales. Fue el único acuerdo de la primera reunión Bilateral de Azcón, de la que emergió el compromiso de trabajar en las infraestructuras pendientes con el Ministerio de Transportes. Óscar Puente viajó a Canfranc en un año marcado por el impulso a la reapertura de la línea internacional entre Zaragoza y Pau, a la que Adif, que se encargará de los trabajos en todo el túnel del Somport, y Nueva Aquitania, mediante el periodo de consultas públicas, han comenzado a poner cara y ojos.
LA OPOSICIÓN Y SUS AVISPEROS
Fuera del Gobierno, la sucesión de Javier Lambán en el PSOE Aragón se perfila como uno de los principales atractivos del arranque del año. Las primarias entre Pilar Alegría y Darío Villagrasa, previstas para febrero, culminarán un proceso que ha sobrevolado la actualidad de los socialistas durante buena parte de 2024, en especial, con las presiones desde Huesca para acelerar el cambio al frente de la Secretaría General. También en la izquierda, la dirección autonómica de Podemos dimitió en bloque tras unos pocos meses con Marta de Santos a la cabeza. El PAR todavía no ha resuelto su crisis judicial y la calma impera en el resto de grupos con vistas a 2027
Aragón cruzará el próximo año el ecuador de la legislatura, si no se adelantan los comicios. De entrada, Azcón lo descarta. “Hay quien puede pensar en sus intereses y no los de la Comunidad, no es mi caso. Aragón necesita estabilidad. Hay Gobierno de Aragón para rato porque creo que hay muchísimo trabajo que hacer”, señaló a pregunta de este diario.