Sánchez pone tierra de por medio ante la agenda judicial: encadenará cinco viajes internacionales en tres semanas

El presidente del Gobierno se desplazará en viajes oficiales a India, Hungría, Azerbayán, Ecuador y Brasil entre mañana y el 19 de noviembre

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, arrancará mañana con su viaje oficial a India una intensa agenda internacional que le llevará a realizar hasta cinco desplazamientos fuera de España en las tres próximas semanas en un momento especialmente delicado a nivel interno para él y para el Ejecutivo, con los casos «Koldo» y «Begoña Gómez» acechando a Moncloa y las denuncias por acoso sexual a Íñigo Errejón situando en un aprieto a Sumar, su socio de gobierno.

A la visita oficial a India que realizará el lunes y el martes por invitación del primer ministro, Narendra Modi, y que se llevaba meses preparando, según Moncloa, el calendario ha querido que en las próximas semanas se sumen varias citas de carácter internacional a las que el presidente asiste tradicionalmente.

Así, el 7 y 8 de noviembre se desplazará a Budapest donde el primer día tendrá lugar la cumbre de la Comunidad Política Europea, que reúne a países de la UE con otros del continente fuera del bloque como Reino Unido, y el segundo se celebrará el consejo europeo informal bajo la presidencia de turno que ostenta este semestre Hungría.

A continuación, viajará a Azerbaiyán para asistir el 11 y 12 de noviembre a la COP29 que se celebra en Bakú. Sánchez ha venido asistiendo en los últimos años a la cumbre del clima. Así, el año pasado estuvo en Dubai y el anterior viajó a Sharm el Sheij (Egipto), mientras que en 2021 estuvo en Glasgow y en 2020 fue España la encargada de ejercer de anfitrión tras renunciar Chile.

Esa misma semana, cruzará el Atlántico para acudir a la XXIX Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Cuenca (Ecuador) y donde España pasará a asumir la presidencia pro témpore de cara a albergar la cita en el año 2026. Cabe recordar que a esta cumbre también acude el Rey Felipe VI.

Por último, por ahora, Sánchez tiene previsto desplazarse el 18 y 19 de noviembre a Río de Janeiro (Brasil) para asistir a la cumbre del G20. Aunque España no es miembro del G20 ha venido participando en las cumbres de líderes de los países que lo integran de forma ininterrumpida desde el año 2009.

Por tanto, Sánchez pasará buena parte del próximo mes fuera de España, en medio de un panorama interno complicado por varios frentes abiertos, desde el avance en los juzgados del caso que implica al exministro José Luis Ábalos, la investigación contra su esposa, Begoña Gómez o el estallido del ‘caso Errejón’ y sus posibles consecuencias en la coalición de Gobierno entre PSOE y Sumar.

En el plano judicial, también se acaba de confirmar el archivo de la última de las querellas por prevaricación contra el juez Juan Carlos Peinado, que investiga a Gómez, una de ellas presentada por el propio Sánchez, informa Ep.

Debido a la apretada agenda internacional, Sánchez no se someterá a las preguntas de la oposición en el Congreso de los Diputados el próximo miércoles 30 de octubre y es probable que pueda perderse alguna sesión de control más. El Partido Popular ha subido el tono tras las últimas revelaciones sobre Ábalos y ha pedido formalmente la dimisión de Sánchez ante la «situación de putrefacción» que a su juicio rodea al Gobierno y ha reclamado que Sánchez aclare su relación con el comisionista de la trama, Víctor de Aldama.

Esta serie de viajes se produce, además, mientras continúan las negociaciones con Junts para sacar adelante la senda de déficit y los Presupuestos Generales del Estado para 2025. De hecho este mismo fin de semana se celebra el congreso de la formación catalana, una fecha marcada en rojo para el Ejecutivo Central, que espera desbloquear la negociación una vez renovada la cúpula de Junts.

El Gobierno debe afrontar otros focos de tensión, con Podemos, que ha elevado sus condiciones para respaldar los Presupuestos y el más reciente con Sumar, tras la dimisión de Errejón, entre acusaciones de acoso sexual.

Los morados exigen romper relaciones con Israel y bajar por ley el precio del alquiler un 40% e incluso han convocado una consulta entre sus bases para reforzar esta posición, un gesto que genera inquietud en el ala socialista del Gobierno, según confirman fuentes del Ejecutivo.