Educación y Salud Pública presentan Jacardi, un proyecto europeo para desarrollar en los colegios y prevenir la enfermedad cardiovascular y la diabetes
Participarán 20 centros educativos, públicos y concertados, rurales y urbanos para promover hábitos saludables y fomentar la actividad física
El 2,5% de los niños aragoneses son obesos y el 18,17% tienen sobrepeso
La obesidad y el sobrepeso en la infancia y la adolescencia va a marcar de por vida y también señala el riesgo de enfermar en el futuro. Un niño con sobrepeso será, seguramente, un adulto con sobrepeso. Y esto es lo que se quiere evitar. Para ello, Educación y Salud Pública ponen en marcha el proyecto Jacardi, una acción conjunta de la Unión Europea que en Aragón se pondrá en marcha en 20 centros educativos, públicos y privados, rurales y urbanos.
El objetivo es prevenir desde la infancia las enfermedades cardiovasculares y la diabetes a través de la adquisición de hábitos saludables relacionados con la alimentación y la actividad física.
Las cifras son preocupantes: Según los últimos datos que maneja el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón (son de 2017), el 2,5% de los niños aragoneses son obesos (el 10% en España) y el 18% tienen sobrepeso (una cifra similar a nivel nacional). Sin embargo, por sexos, en el caso de los niños, el 1,8% es obeso y el 14,36% tiene sobrepeso; mientras que en las niñas, el 3,6% es obesa y el 21,39% tiene sobrepeso. Además, se sabe que los menores que tienen problemas de peso «también lo tienen en la edad adulta», ha señalado Nuria Gayán, directora general de Salud Pública, quien ha resaltado que los datos más preocupantes se dan en la franja de entre 5 y 9 años. Según un estudio de 1997, el 80% de las personas obesas entre los 10 y los 15 años lo seguían siendo a los 25.
Es necesario «trabajar a una temprana edad porque en la infancia es la época en la que se pueden cambiar los hábitos», ha dicho Gayán. Mejorar la alimentación, promoviendo dietas equilibradas y aumentar la actividad física es uno de los objetivos de este proyecto. Y es que se ha «sustituido la dieta mediterránea por cocina precocinada y en lugar de jugar, los niños pasan más tiempo con las pantallas», ha señalado.
El proyecto Jacardi apoya a los países europeos en la reducción de la carga de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Se ponen en marcha 142 proyectos en 18 países de la Unión Europea, que tendrán una duración de cuatro años, desde 2023 a 2025. El presupuesto en Aragón para implantar el proyecto piloto en centros escolares será de 194.320 euros.
Participarán alrededor de 2.000 alumnos de una veintena de centros aragoneses, todavía sin determinar. De momento, se ha invitado a participar a 20 centros; nueve de Zaragoza (cinco concertados y cuatro públicos; cuatro rurales y cinco urbanos), siete de Huesca (dos concertados y cinco públicos; tres rurales y cuatro urbanos); y cuatro de Teruel (dos concertados, uno público y uno de Educación Especial; uno rural y tres urbanos); y se está a la espera del visto bueno de todos ellos.
El plan incluye hasta junio de este año una exploración de hábitos con cuestionarios a las familias. En el curso 2024-2025, actividades y herramientas para los centros educativos y las familias; el siguiente curso será el de la evaluación de resultados; y en el último la aplicación a otros centros.
Zoraida Soriano, directora del Área de Producción del Conocimiento e Innovación del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, ha señalado que el objetivo no es investigar sino «trabajar con los niños». De hecho, la primera parte consta de un mapeo inicial donde se analizarán las buenas o malas prácticas que se realizan; y una vez estudiados, identificar qué es lo que se debe hacer para mejorar la alimentación y la actividad física de los menores y así «reducir de forma equitativa la carga de enfermedades cardiovasculares y diabetes».
Para lograr el objetivo final es necesario «formar al alumnado» pero también a las familias, ha señalado Ana Moracho. Se sabe que las causas de los problemas de sobrepeso están en los modos de vida actual, la soledad, el poco tiempo para preparar la comida o la mayor utilización de pantallas pero «todavía queda margen de mejora».
