El líder del PP eleva el tono y pide a Sánchez que «regenere a su familia» por la investigación abierta contra su mujer. Feijóo insiste en que llamará a comparecer al jefe del Ejecutivo en el Senado si sus socios le «protegen» en el Congreso.
El PP subió un par de decibelios su estrategia de oposición a Sánchez tras el parón reflexivo del presidente del Gobierno, y Alberto Núñez Feijóo dio la semana pasada un paso decisivo en esa ofensiva: registrar formalmente la petición de comparecencia del jefe del Ejecutivo en el Congreso y avanzar que, si sus socios «le protegen» en la Cámara Baja, utilizará su mayoría absoluta en el Senado para que se vea obligado a rendir cuentas. Pero el líder del PP no se conforma, y advierte que si Sánchez rehusa dar «respuestas» sobre las ramificaciones del caso Koldo que afectan a su mujer y al rescate de Air Europa, valorará la opción de citar a la propia Begoña Gómez a la comisión de investigación.
«Espero que no nos obligue a tener que llamar a su mujer si [Sánchez] no nos da información y documentación», advertía el líder del PP este lunes durante una entrevista en EsRadio. Feijóo ha vuelto a evidenciar sus reticencias a involucrar al entorno personal del presidente del Gobierno en la batalla política. Pero insiste en que llamar a declarar a Begoña Gómez en sede parlamentaria es una puerta que sigue abierta si Sánchez esquiva las «explicaciones» que le exige el primer partido de la oposición.
Importante recordar que la apertura de diligencias contra la mujer del presidente por presunto tráfico de influencias fue el detonante de la inédita carta de Sánchez a la ciudadanía, en la que amenazó con abandonar la presidencia del Gobierno por la «máquina del fango» de la derecha. Y Feijóo está dispuesto a agotar «todas las vías» antes de forzar esa declaración, que sigue considerando como una opción. El PP ya aprobó hace unas semanas la ampliación del objeto de la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, precisamente para investigar tanto el presunto conflicto de interés en el rescate de Air Europa como el ‘caso Delcy’, en el que estuvo implicado el propio exasesor de Ábalos.
Feijóo ha elevado notablemente el tono contra Sánchez en los últimos días, y este lunes ha utilizado como percha la «regeneración democrática» anunciada por el jefe del Ejecutivo para pedirle que comience «regenerando a su familia». «La regeneración democrática de la que habla tendría que empezar por su casa», lanzaba el líder de la oposición. El líder popular ha acusado en este punto al Ejecutivo de intentar generar un conflicto con Argentina para desviar la atención de la supuesta «corrupción» en el PSOE. «Espero que Milei se dé cuenta de que Sánchez vive en la fábrica del fango. Necesita hablar de esto para que no se pregunte por qué a su mujer se le está investigando», incidía.
El líder del PP ha insistido en exigir el cese de Óscar Puente por el «ataque» a Javier Milei y ha defendido públicamente al político argentino. «Insinuar que el presidente de la República Argentina se droga no es un incidente diplomático, es una ruptura de relaciones diplomáticas», reiteraba, al tiempo que acusaba al ministro de Transportes de «vivir en el mismo lodazal» que Sánchez. «La mayoría de los españoles estamos en contra de este disparate, de esta falta de respeto y de esta grosería».
El bloqueo en la renovación del Poder Judicial y la amenaza velada de Sánchez de impulsar una reforma judicial ha sido otro de los asuntos que Feijóo ha puesto encima de la mesa durante la entrevista. El político gallego ha azuzado el temor a que el órgano de gobierno de los jueces «lo decid Sánchez, Otegi y Puigdemont» si el jefe del Ejecutivo se atreve a rebajar las mayorías parlamentarias para orillar definitivamente al PP. Como publicó El Confidencial, en el partido asumen que, antes o después, Sánchez explorará esta vía, aunque confían en que la Unión Europea lo frene.
«Sería el mayor disparate de la historia de nuestro país», advertía Feijóo, que se sacudía de la responsabilidad de la interinidad del CGPJ. «Este teatrillo, esta amenaza de Sánchez iría en contra del arbitraje asumido por la UE», sostenía, al tiempo que avanzaba que el PP no se levantará de la mesa de negociación con el PSOE, aunque sin ceder en sus parámetros sobre independencia judicial. «El problema es que el PSOE ha dejado de ser un partido de Estado», lamentaba.
