Sanidad implicará a las farmacias de Aragón en los cribados de cáncer

Los profesionales invitarían a la población en participar en las pruebas y participarían en campañas de información y divulgación

El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero, quiere implicar a las farmacias de toda la comunidad para «impulsar los cribados de cáncer». Así lo ha manifestado esta mañana minutos antes de la toma de posesión de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, donde Raquel García se mantiene como presidenta del colectivo.

Para el consejero, «la profesión juega un papel indispensable» tanto en la atención a la ciudadanía como en ser un «aliado en cuanto a la prevención de salud, consejos y seguridad farmacéutica». Además, ha adelantado que a partir de la constitución de la junta se pondrán a trabajar en proyectos «interesantes» propuestos tanto por el Colegio de Zaragoza como el de Huesca y Teruel, aunque también ha reconocido que «no todos se pueden implantar a la vez porque precisan de un trabajo previo y de inversión».

Bancalero considera prioritario implicar a las farmacias de todo Aragón (hay 731 repartidas por toda la comunidad) en el impulso de los cribados de cáncer porque es «cercano a la población en todos sus ámbitos, el urbano y, sobre todo, el rural». En este sentido, el farmacéutico ejercería de «impulso de la participación» ya que siempre se habla de prevenir «y aquí pueden desarrollar una labor interesante».

La labor de los profesionales sería la de promover la participación de las personas que no se han adherido al plan del cribado «a través de bases de datos, sensibilización, mensajes directos y también su participación en la divulgación de mensajes institucionales sanitarios».

Los miembros de la Junta del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza.

Los miembros de la Junta del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza. / COLEGIO DE FARMACÉUTICOS

Retos del Colegio de Farmacéuticos

La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García, repite en el cargo, al que llegó hace cuatro años en una situación «complicada» con la pandemia y ejercieron como «profesionales esenciales»: hicieron test, también de covid, y se encargaron de los certificados de vacunación y recuperación. En este tiempo también han implantado mecanismos de comunicación con los centros de salud como el proyecto La Jota, favoreció «hacer un mejor uso de los servicios sanitarios» así como la reducción de la carga asistencial en una época, la de la pandemia cuando era difícil conseguir una cita en el centro de salud para «lograr renovar las medicaciones» de los pacientes. Esta iniciativa se «está extendiendo por toda Zaragoza capital y la provincia. Ya estamos en el sector 1 y parte del 2 y se está empezando en el 3», ha señalado García.

En cuanto a los retos para los próximos años, están, según ha dicho García, conseguir «los servicios profesionales remunerados» que ayudaría a las farmacias rurales con una viabilidad económica «comprometida a salir adelante». En este sentido, ha remarcado que en muchos pueblos de Aragón, el farmacéutico es el «único profesional sanitario que está de forma estable» en el lugar, ya que «es el referente», porque el médico o la enfermera «va solo unas horas».