El PP dinamitará la negociación con el PSOE para renovar el CGPJ si pacta la amnistía: «El Gobierno está agusanado»

Pons amenaza con dejar plantado a Bolaños el próximo día 13, cuando estaba prevista la siguiente reunión con Reynders. «Pido que no haya compadreo con Sánchez», ha exigido Ayuso

«Es muy difícil llegar a un acuerdo para el CGPJ con alguien que está humillando, desautorizando y obligando al Tribunal Supremo a corregirse, rompiendo la separación de poderes«. Las palabras de Esteban González Pons, vicesecretario de Institucional del PP y negociador en jefe de Alberto Núñez Feijóo para la renovación del Poder Judicial, son elocuentes. Que el PSOE y Junts estén apunto de alumbrar un pacto para la Ley de Amnistía conduce la negociación entre ambos partidos, ya de por sí farragosa, una auténtica guerra de posiciones, al borde del abismo. De consumarse, el PP dinamitará todos los puentes. «Los habrá dinamitado Sánchez», corrigen fuentes populares en conversación con Vozpópuli.

«No somos optimistas», desliza un miembro de la delegación popular desplazada hasta Bucarest (Rumanía), donde la familia popular europea se conjura de cara a las próximas elecciones europeas de junio. El actual mandato del CGPJ lleva cinco años caducado; un bloqueo que impide al órgano de gobierno de los jueces el nombramiento de magistrados en audiencias y tribunales superiores de Justicia, pero también en el Tribunal Supremo.

«Me da la sensación de que lo que vamos a conocer sobre la Ley de Amnistía entre hoy y mañana va a ser una nueva rendición de Pedro Sánchez para seguir un día más en la Moncloa«, ha lanzado González Pons. «Un Gobierno que en este momento está agusanado no puede mantener sus líneas rojas siquiera frente a Junts», ha incidido. «Todo el PPE y todos los gobiernos del PPE en la UE, que son mayoría, respaldan la posición del PP español de respeto al Estado de derecho y contra la Ley de Amnistía y la corrupción», ha concluido. No en vano, el PPE incorporará a su ideario, a propuesta del PP español, la amnistía como un elemento que «socava la independencia judicial».

Fuentes de Génova, además, dejan en el aire reunión del próximo miércoles, 13 de marzo, prevista en Estrasburgo entre Pons y Félix Bolaños, ministro de Presidencia y negociador de Sánchez en la mesa que arbitra Didier Reynders, comisario europeo de Justicia. Una fórmula imaginativa diseñada por ambos partidos que ha resultado, también, poco halagüeña. La última, celebrada el pasado 19 de febrero en Bruselas, concluyó sin apenas avances.

Ayuso, contra el «compadreo» con Sánchez

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha sido una de las grandes protagonistas en la jornada inaugural de la cumbreUn cónclave donde el PP español es el segundo con mayor peso político, sólo por detrás del CDU alemán. Ayuso, tajante, ha exigido a la Unión Europea que cese el «compadreo» con Pedro Sánchez. «Pido al Grupo Popular Europeo que no haya compadreo con Pedro Sánchez, que ha vinculado al presidente del grupo con los nazis», ha conminado a sus socios europeos durante su participación en una mesa redonda titulada ‘Ganando elecciones’. «No se le puede blanquear nunca más», ha subrayado.

La referencia de Ayuso al Tercer Reich aludía a la intervención proferida por Sánchez en el Parlamento Europeo el pasado diciembre, cuando el presidente del Gobierno acusó al alemán Manfred Weber, presidente del PPE, de amparar los pactos del PP con Vox y, por consiguiente, estar de acuerdo con que en Berlín volvieran a nombrarse calles y plazas con nombres de gerifaltes del nazismo. Sánchez abandonó la Eurocámara sin ni siquiera escuchar la réplica de Weber y el PPE lo consideró una «inaceptable alusión».

Ayuso ha insistido en que los líderes europeos deberán estar «atentos» al texto que salga de la Comisión de Justicia este jueves. «La amnistía que va a permitir que personas que han cometido graves delitos contra la convivencia y la unidad de España, que hacen listas negras de jueces y de periodistas, se salgan con la suya por mantener a Pedro Sánchez por siete votos», ha dicho la presidenta madrileña en la que, seguramente, haya sido la intervención de mayor voltaje.