Pina de Ebro es la localidad más afectada, donde se ha tenido que desalojar una explotación ganadera y más de 300 hectáreas se han inundado
El Ebro a su paso por Zaragoza lleva un caudal de 1273 m3/segundo y 3,78 metros de altura, confirmando la tendencia descendente de las últimas horas
La crecida extraordinaria del Ebro sigue su tendencia descendente a su paso por Aragón, pero en la mañana del sábado genera algunas dificultades en varias localidades de la comunidad. Aunque los daños hasta la fecha no son de elevada gravedad, poblaciones de la provincia de Zaragoza sufren una riada que mantendrá en jaque a los municipios hasta el final de la semana.
La localidad de Pina de Ebro está siendo la más afectada este sábado. Así, la llegada de la riada ha obligado a cortar la carretera A-1107. «No ha habido peligro para el casco urbano y el agua empieza a bajar», explica Pablo Blanquet, alcalde del municipio, que sí lamenta el daño que el río ha creado en las explotaciones del sector primario: «Se ha tenido que evacuar una explotación ganadera de unas 400 cabezas y se han anegado más de 300 hectáreas». El propio Blanquet lamenta que «con un caudal menor, las afecciones en el municipio son más grandes». Entre las reivindicaciones del regidor destaca «la limpieza del cauce del río y la mejora de las defensas ante las crecidas, para estar mejor preparados ante las posibles riadas que puedan venir».
Pina de Ebro no ha tenido que lamentar daños en el casco urbano, pero la preocupación sí se ha instalado entre los vecinos de la población. Blanquet, que se ha mantenido en contacto con los habitantes del pueblo, manifiesta que «siempre hay algo de preocupación cuando sabes que va a llegar una riada al municipio». Entre los vecinos, los campos dedicados a cultivo concentran los temores: «Aquí la gente trabaja en el campo o tiene a algún familiar o amigo que trabaja en el campo, entonces es un golpe duro para el sector primario, que es muy fuerte en la economía de la localidad». Como reconoce el alcalde de Pina de Ebro, «las explotaciones afectadas pierden mucho con estos episodios puntuales que afectan para el resto del año».
La riada atraviesa este sábado la Comarca de la Ribera Baja del Ebro, después de que este viernes alcanzara en la capital aragonesa su pico máximo con un caudal de 1.633 metros cúbicos por segundo y una altura de 4,51 metros, entre las 13.00 y las 14.15 horas. En la actualidad, el Ebro a su paso por Zaragoza lleva un caudal de 1.316 y 3,87 metros de altura.
La emergencia baja a nivel 1 y se desmoviliza la UME
El Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) ha decidido en su reunión de este sábado reducir la fase de emergencia del Plan Especial de Protección Civil de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones (PROCINAR) debido a la crecida del río Ebro del nivel 2 al nivel 1.
La decisión, que conlleva desmovilizar a los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), se ha tomado tras comprobar que la avenida no ha causado afecciones graves en los municipios de la ribera, con la punta de la crecida llegando al embalse de Mequinenza y el caudal del río en descenso.
En declaraciones a los medios de comunicación en el Puesto de Mando Avanzado, situado en la localidad de Pina, el director general de Interior y Emergencias del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Clavero, ha señalado que el descenso en el caudal del río será lento, porque “más que una punta es una meseta larga, de entre seis y doce horas”, pero ha incidido en que “todos los aforos van en descenso y nos dan una cierta tranquilidad”.
Por ello, han acordado descender el nivel de emergencia y desmovilizar a la UME, porque “con los medios propios de la comunidad autónoma, la Diputación de Zaragoza y el Ayuntamiento de Zaragoza somos suficientes para atender los incidentes que, seguramente, seguirán surgiendo, pero que serán muchísimos menos”.
Ha detallado que en el punto máximo de movilización de medios y recursos durante este episodio de crecida han trabajado en el operativo unas 120 personas, mientras que ahora seguirán en el terreno unas 50 personas y otra veintena desde el centro de emergencias 112 Aragón para atender las llamadas de los ciudadanos que puedan producirse.
El Ayuntamiento de Zaragoza desactiva el Plan Municipal de Protección Civil
El Ayuntamiento de Zaragoza ha desactivado este sábado por la mañana el Plan Municipal de Protección Civil ante la crecida ordinaria del río Ebro a su paso por la ciudad.
La crecida ha pasado por la capital aragonesa con un caudal de 1.633 metros cúbicos por segundo sin causar afecciones relevantes. En estos momentos está en 1.278 metros cúbicos por segundo y con una altura de 3,77 metros.
Durante el tiempo de activación del plan, los servicios municipales de Bomberos y Protección Civil, Policía Local, Parques y Jardines, Infraestructuras, Políticas Sociales o Barrios Rurales han estado coordinados junto a la Confederación Hidrográfica del Ebro y el Gobierno de Aragón.
La concejal delegada de Bomberos, Ruth Bravo, ha visitado varios puntos de la capital, así como de sus barrios rurales, para supervisar los trabajos realizados e inspeccionar las zonas más cercanas al Ebro. “Debemos de felicitarnos por la coordinación entre las distintas administraciones y por la falta de incidencias ante una crecida que ha sido finalmente ordinaria”, ha afirmado Bravo, quien ha aseverado “que estaba todo preparado para el caso de haber sido una extraordinaria”. Al mismo tiempo ha querido agradecer a todos los trabajadores municipales su “intensa y profesional labor” durante la alerta y a los vecinos de Zaragoza por su responsabilidad.
Durante la crecida, los Bomberos y Protección Civil han prestado especial atención a zonas de urbanizaciones como Torre Urzáiz, Doña Sancha, la desembocadura de Huerva, Vadorrey o el Parque Deportivo Ebro. También a otros puntos de Alfocea y Monzalbarba.
