El matemático Nuno Crato, ministro de Educación en Portugal de 2011 a 2015, fue uno de los artífices del éxito que hace una década logró el país vecino en el Informe PISA. gracias a, entre otras cosas, el refuerzo de Matemáticas y Lengua. Los últimos resultados de este ránking internacional muestran una gran caída que relaciona con el desmantelamiento por parte del Gobierno socialista de estas medidas. Crato estuvo la semana pasada en Madrid para pronunciar la lección inaugural en la Universidad Complutense del encuentro anual de la Comunidad Araucaria, que ha traído a España a 27 ministros y secretarios de Estado iberoamericanos para debatir sobre educación.
- Portugal tuvo en 2015 el mejor resultado de su historia en PISA, situándose entre los países más destacados. ¿Cómo se logró?
- Las reformas que posibilitaron la mejora, adoptadas de diferentes maneras por distintos gobiernos y partidos, apuntaron todas en la misma dirección: centrarse en los resultados. Todos los ministros se preocuparon por priorizar las asignaturas básicas -Lectura y Matemáticas-, mejorar el currículo y evaluar el progreso de los alumnos.
- ¿Cuándo fueron estas reformas?
- En 2000, cuando Portugal comenzó a participar en PISA, salía muy por debajo de los demás países. Entonces hubo dos reacciones: unos decidieron ignorar los resultados y otros se dieron cuenta de que teníamos que reaccionar. Afortunadamente, fueron estos últimos los que más influyeron en las políticas educativas posteriores. En 2003 los resultados mejoraron, dieron un gran salto en 2006 y en 2015 obtuvimos los mejores resultados de la historia. De 2012 a 2015 Portugal avanzó mucho.
- Coincidió con su etapa como ministro. ¿Qué pasó después?
- Portugal empezó a perder posiciones a partir de 2015. Mucho antes de la pandemia. En 2016 se observó un ligero descenso en otro informe internacional, el PIRLS. En 2018, PISA también evidenció otra caída y dejamos de estar por encima de la media de la OCDE. En 2019, otro estudio, el TIMSS, mostró que en Matemáticas pasamos de una posición destacada, incluso por encima de la mítica Finlandia, a quedarnos por debajo. Luego vino PIRLS en 2021 y se produjo un nuevo empeoramiento. En el PISA de 2022, ya tras el Covid, se han revelado pérdidas muy grandes.
- ¿Cuáles son las razones?
- No me cabe duda de que el cambio de las directrices educativas tuvo estas consecuencias. Las cosas empeoraron porque se sustituyó un currículo basado en conocimientos por otro basado en competencias. Cambiaron los objetivos exigentes que se habían fijado y fueron reemplazados por aprendizajes esenciales, muy vagos, reduciendo las horas lectivas de Lengua y Matemáticas. Se fomentó la enseñanza a través del descubrimiento y el aprendizaje basado en problemas. Quizá lo más problemático fue la eliminación de las evaluaciones externas y estandarizadas en 4º (10 años) y 6º (12 años), además de que se diluyó la evaluación de 9º (15 años) y se hicieron cambios en la de 12º (18 años).
- ¿Por qué se querría empeorar la calidad de una enseñanza que hasta entonces había funcionado muy bien?
- Hasta 2015, los dos partidos principales que se alternaban el Gobierno no habían sido muy diferentes: se inclinaban hacia el centro. Pero a partir de entonces hubo un cambio muy radical en las políticas educativas. Han sido años de contrarreformas. Incluso querían quitar todas las evaluaciones pero eso, finalmente, no pasó.
- ¿Por qué querían quitarlas?
- Porque suena bien que no haya exámenes, es una idea muy cautivadora. Pero hoy se sabe que fue un error. Antes todos los alumnos sabían que era necesario prepararse las evaluaciones, pero desde entonces cambió la perspectiva: dejaron de considerarse importantes y se ha perdido ese planteamiento de rigor y excelencia, que tiene impacto sobre los estudiantes.
- Cuando era ministro se reforzaron las Matemáticas y la Lengua. ¿Qué asignaturas quitaron a cambio?
- Quitamos algunas asignaturas que eran bastante imprecisas, como el Proyecto. También hicimos un currículo por contenidos y no por competencias. Se pueden desarrollar las competencias, pero el centro debe ser los contenidos.
- Japón, Singapur o Corea del Sur son los únicos que han mejorado en esta edición de PISA. ¿Por qué?
- Porque no experimentan con pedagogías del descubrimiento ni con currículos laxos y evalúan de forma sistemática a los alumnos. Dicho así, parece sencillo. Por desgracia, nos cuesta darnos cuenta.
- ¿Extender la escolarización obligatoria hasta los 18 años ayudó a mejorar los resultados de PISA?
- No creo, pero sí tuvo impacto en la reducción del abandono escolar temprano, que bajó del 28% que representaba en 2010 a un 6% en 2022. Es muy buena política porque los alumnos se quedan más tiempo en la escuela y aprenden más. Lo importante es que tengan la opción de optar por la Formación Profesional en esa escolarización obligatoria.
- ¿Qué debería hacer España para mejorar en educación?
- No soy español, pero puedo decir lo mismo que digo en cualquier país: hay que elaborar un currículo exigente, bien estructurado y moderno; hace falta un proceso de evaluación sistemático, fiable y frecuente, y se necesita un apoyo especial a los alumnos con más dificultades, en lugar de rebajar el nivel.
- ¿Cómo valora el anuncio que hizo ayer el presidente Pedro Sánchez para reforzar Lengua y Matemáticas?
- Dar prioridad a las asignaturas principales es un comienzo. Y también lo esa poyar a los alumnos con más dificultades. Pero nada o muy poco se hace sin objetivos curriculares de conocimiento, muy claros y ambiciosos.
- El Gobierno español quiere poner evaluaciones, pero sin efectos académicos para los alumnos.
- Eso no sirve para nada. Si no tiene efecto, aunque sea muy pequeños, los estudiantes no se las toman en serio. Además, hay que hacerlas a final de ciclo, y no a mitad. Actualmente no hay evaluaciones externas fiables en Portugal porque varían los criterios, se hacen a mitad de ciclo y no tienen efectos sobre los alumnos.
- ¿Cómo valora como matemático la «perspectiva socioafectiva» que tienen las Matemáticas en España?
- No conozco las directrices del Gobierno español, ni me corresponde a mí opinar sobre ellas. Pero los estudios científicos han demostrado que, para reducir la ansiedad por las Matemáticas, dar confianza a los alumnos y conseguir que les gusten, la clave es que conozcan bien la materia. El saber ayuda a disfrutar.
- ¿Qué dice la evidencia científica sobre la instrucción directa del profesor frente a metodologías supuestamente más innovadoras, como el aprendizaje basado en proyectos?
- El estudio dirigido por el profesor es el método más eficaz de aprendizaje. Lo dice un amplio abanico de estudios. Entre otros, el proyecto Follow Through, con 200.000 alumnos de 178 comunidades, que demostró que los métodos de instrucción directa son mucho más eficaces para ayudar a los jóvenes a convertirse en personas informadas y activas que otros métodos, como el aprendizaje basado en proyectos (ABP). El ABP es muy antiguo, de 1918, y no debe ser la forma esencial de la enseñanza porque sólo es útil cuando se sabe algo previamente. Además, los alumnos tienden a dispersarse con cosas que no son importantes.
- ¿Por qué se ha convertido en un referente educativo para los profesores de izquierdas a pesar de que usted fue ministro con un Gobierno del centroderecha?
- Porque hay muchas cosas en educación en las que estamos de acuerdo, no se trata de izquierdas o de derechas. Leí bastante a Gramsci y él propone un conocimiento de base, rigor a los alumnos y evaluaciones. Es lo mismo que pienso yo. Pero el problema es que algunas personas aprovechan para hacer de la educación una lucha política.