Sánchez miente a los inversores internacionales sobre la deuda para atribuirse un recorte inexistente

Señala que su Gobierno ha reducido en veinte puntos la deuda pública desde el pico más alto de la pandemia, cuando nunca ha llegado a esa cifra

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha clausurado el foro Spain Investors Day, y lo ha hecho con su habitual discurso triunfalista y sin complejos a la hora de decir con total seguridad datos que no coinciden con la realidad. Entre otras cuestiones ha afirmado que su Gobierno ha reducido en veinte puntos la deuda pública desde el punto máximo alcanzado durante la emergencia sanitaria, pero no ha sido así. El cénit de deuda sobre el PIB se alcanzó en mayo de 2021 con el 125,9 %, y la cifra actual está en el 109,9 %, de modo que la habrían reducido en catorce puntos, después de haberla aumentado hasta cifras astronómicas. La deuda sobre el PIB justo antes de iniciarse la pandemia, en marzo de 2020, ya estaba en el 101,95 %, ocho puntos menos que en la actualidad. El Gobierno de Sánchez ha aumentado la deuda pública en 400.000 millones de euros desde que llegó al poder.
Con ello queda claro que el Gobierno sabe que el control de la deuda y el déficit, el saneamiento de las finanzas públicas, va ser una cuestión clave por la vigilancia que Bruselas va a efectuar sobre ellas con la vuelta este año de las reglas fiscales. Sánchez lanza el mensaje de que están en ello, aunque sea para que en Europa lo crean.
El presidente ha incidido en otros puntos que los inversores están siguiendo con lupa. El más claro es el de la seguridad jurídica. El presidente del Spin Investors Day, Benito Berceruelo, ha señalado en la clausura que los inversores que han acudido al evento han puesto un énfasis especial en esta cuestión. Sobre ello, Sánchez no ha tenido reparos en asegurar que la fortaleza institucional y democrática de España está entre las mejores del mundo.

Más fondos europeos

En su discurso, Sánchez se ha comprometido a «dar la batalla» en Bruselas para que los fondos europeos Next Generation tengan una segunda edición a partir de 2026, porque tanto España como Europa necesita estos recursos «para abordar la transformación digital y la transición ecológica».
Pese a ello, ha reconocido retrasos a la hora de aplicar las ayudas. «Es verdad, y lo he escuchado en muchas ocasiones, que todos queremos que se agilicen, que se aceleren. También es cierto que la Administración pública está haciendo un esfuerzo extraordinario con unos fondos que no existían hace un poco más de tres años», ha señalado.
Pese al retraso a la hora de solicitar el cuarto pago de las ayudas el presidente ha insistido en que España «es líder» en la recepción y la ejecución de fondos europeos. En este momento ya se han activado recursos por valor de 34.000 millones de euros en convocatorias ya resueltas con más de 600.000 beneficiarios, de los que más de la mitad son empresas, ha dicho. No ha detallado que más del 60 % de esos beneficiarios han sido entidades públicas, como se supo a principios de diciembre después de que el Gobierno diera por fin a conocer la lista de los cien principales beneficiarios, como pedía Europa desde hacía meses.

Jóvenes y mujeres

El presidente no ha querido perder la ocasión de dirigirse a dos colectivos que le interesan mucho: los jóvenes y las mujeres. En este sentido ha resaltado, entre otras cuestiones, el incremento en la oferta de formación profesional llevado a cabo recientemente. No ha aludido, sin embargo, a los elevados datos de desempleo juvenil de España, en el que desgraciadamente estamos a la cabeza de Europa. Tampoco habla ya sobre pleno empleo como lo hacía en las elecciones: «Ojalá podamos conseguirlo», dice ahora.
Sánchez se ha reafirmado en su empeño de seguir haciendo reformas, y ha valorado muy positivamente la realizada en las pensiones y en el mercado laboral. Ha valorado que la economía española se haya «recuperado en un tiempo récord de dos años», aunque haya sido de las últimas en Europa en recuperar su PIB prepandemia, y también ha valorado muy positivamente la solución ibérica por la contención de los costes energéticos y la apuesta por las renovables.
Entre los numerosos objetivos de futuro, ha señalado el objetivo de su Gobierno de avanzar en la reindustrialización «a través de la sostenibilidad». La sostenibilidad «es un deber moral» con las generaciones futuras, afirma el presidente, y además considera que España puede convertirse en un polo industrial europeo en este terreno gracias a la apuesta por las energías renovables.