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El controvertido detalle que comparten el reloj del Pilar y el de la Puerta del Sol

Hay varios relojes que se pueden observar en un paseo por el centro de Zaragoza con esta misma particularidad

La resaca de la Nochevieja sigue presente en redes sociales. Los usuarios continúan hablando de los detalles del vestido de Cristina Pedroche en Antena 3 o del discurso de la campeona del mundo Jenni Hermoso en RTVE. Las campanadas se convierten cada año en un tema de conversación inagotable.

Uno de los detalles que no pasó desapercibido para el mundo de Twitter (ahora X), Instagram o TikTok fue la numeración del reloj de la Puerta del Sol. Y es que todos los números del reloj más mítico de España están escritos en números romanos a excepción del 4. El IV no aparece por ningún lado ya que está escrito IIII lo que no se asemeja a la numeración romana mundialmente conocida por todos.

Sin embargo, no se trata de un simple error que solamente se puede reconocer en la Puerta del Sol ya que existen muchos relojes repartidos por otros puntos de España como Zaragoza que también tienen el IIII en lugar de IV.

Dando un simple paseo por el bonito centro de la capital aragonesa se encuentran varios relojes que siguen los cánones del reloj de la Puerta del Sol. El más avistado por los turistas es sin ninguna duda el situado en una de las torres de la Basílica del Pilar.

Pocos pasos hay que recorrer para divisar el segundo reloj con números romanos, a excepción del IIII, que está en la catedral de La Seo. Sin salir del Casco Histórico de Zaragoza, encontramos otros relojes similares en el Mercado Central, en el edificio Ibercaja en la calle San Jorge o en el edificio del banco Santander en el Coso. Ya en la plaza España, el edificio de la Diputación Provincial de Zaragoza también está coronado con un reloj con este tipo de numeración.

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En imágenes | Un viaje por los relojes monumentales de Zaragoza

Varias teorías

Existen varias teorías que intentan explicar el motivo de este fenómeno. La más aceptada tiene que ver con la evolución histórica de los números romanos que provienen de la numeración etrusca, sistema en el que cada símbolo se suma al anterior. Por lo tanto, el 4 era IIII hasta que los romanos lo cambiaron por el reconocido IV.

Mientras, el Instituto Británico de Relojería zanjó el debate indicando que los relojeros prefieren colocar IIII en vez de IV por simples motivos estéticos. De esta forma, se crea una simetría con el VIII que está en el lado opuesto del reloj.