Feijóo llama a la movilización pacífica: «La violencia no tiene cabida en democracia, y su impunidad tampoco»

El presidente del PP rechaza recibir lecciones «de quienes trabajan para que los actos violentos queden impunes»

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha rechazado los actos violentos que se han desarrollado en los últimos días en las manifestaciones ante las sedes del PSOE en los últimos días. Pero ha rechazado recibir lecciones «de quienes trabajan para que los actos violentos queden impunes», en referencia a la amnistía y cómo dará cobertura a los actos de Tsunami Democratic y los CDR.

Durante las jornadas sobre la amnistía organizadas por el grupo parlamentario popular en el Congreso de los Diputados, Feijóo ha defendido que su posición es clara. Criticando a los «profesionales de la manipulación» que no tienen en cuenta que el PP ya ha dejado claro que no apoya esas movilizaciones.

«La violencia no tiene cabida en democracia y debe rechazarse siempre. Ya sea por ultras de extrema izquierda o por ultras de extrema derecha. La violencia no tiene cabida en democracia ni su impunidad tampoco. Ni una sola lección de quienes trabajan para que los actos violentos queden impunes», ha dicho Feijóo al término de su intervención ante su grupo parlamentario.

Feijóo ha rechazado recibir «ninguna lección» de quienes en el pasado alentaron concentraciones ante la sede del PP o rodearon el Congreso de los Diputados y el Parlamento de Andalucía. Además, ha insistido en la idea de que el PSOE pretende amnistiar hecho que acarrean conductas violentas: «Dejemos las cosas claras. De un lado están los que cometen o amnistían actos violentos y antidemocraticos y de otro los que condenamos lo uno y lo otro», ha dicho Feijóo. Antes de insistir en que Pedro Sánchez «es el principal responsable de lo que está ocurriendo en España».

Feijóo ha denunciado que lo que se pretende es «cambiar de conversación», para hablar de las protestas y no de la amnistía. Y ha animado a su partido a no caer en ese planteamiento. El presidente del PP ha seguido defendiendo su modelo de protesta y ha puesto el foco en las concentraciones que el PP ha organizado para el próximo domingo en 52 capitales de provincia. Y ha dejado claro que no renunciará a protestar contra los pactos de Sánchez «a pesar de que nos intenten amordazar».

Feijóo ha pronunciado por lo demás un discurso contundente respecto a la amnistía. Ha ofrecido al PP como «único refugio constitucional» y ha pedido a sus diputados «ser conscientes de la responsabilidad que tenemos». Hizo un llamamiento a defender sus posiciones «en todas las instancias con la contundencia de la razón».

«Llevan tres meses negociando algo que se comprometieron a no hacer. Esta amnistía no es otra cosa que un pago»

Alberto Núñez Feijóo, Presidente del PP

El presidente del PP ha considerado una «situación sin precedentes» que la negociación de la investidura tenga como moneda de cambio una amnistía. Ha denunciado además que se está «hurtando a los españoles cualquier información de lo que se está negociando». Ha criticado en este sentido la incomparecencia de Pedro Sánchez: «No sabemos a qué se dedica, ni siquiera sabemos dónde está».

También ha incidido Feijóo en cómo el PSOE ha hecho un viraje total respecto a la amnistía. Recuperando frases literales de varios ministros del Gobierno. «Llevan tres meses negociando algo que se comprometieron a no hacer. Esta amnistía no es otra cosa que un pago a un político que después a de perder las elecciones quiere ser presidente. Y ese pago, ese cambalache, se hace con un fugado de la justicia española».

El PP entiende que la amnistía va a debilitar el Estado de Derecho va a reforzar el papel protagonista de los independentistas cuando más débiles estaban y lastrará el Estado de las Autonomías, con una comunidad «con privilegios en relación a las demás». Feijóo ha considerado que la amnistía «es una aberración, es una indecencia y es ilegal», incidiendo además en que se negó durante años y durante toda la campaña electoral. Y ahora se aborda «sin que exista el más mínimo atisbo de arrepentimiento».