El uso de la oxigenoterapia a domicilio crece en Aragón

El envejecimiento hace que cada vez más pacientes requieran de este tratamiento. La técnica aumenta la supervivencia de las personas con

El envejecimiento de la población aragonesa es algo que constatan las estadísticas, mientras que las enfermedades crónicas asociadas a la edad es una realidad que, desde hace ya algún tiempo, verifican en el sistema sanitario. A más años, más riesgo de padecer patologías. El reto está, por tanto, en ofrecer una atención sanitaria dirigida a este usuario que, cada vez más, requiere de nuevas terapias para su calidad de vida.

Un operario de Linde Médica coloca los aparatos de la oxigenoterapia en la furgoneta para su traslado. | ÁNGEL DE CASTRO

Un operario de Linde Médica coloca los aparatos de la oxigenoterapia en la furgoneta para su traslado. | ÁNGEL DE CASTRO

Uno de los tratamientos que en los últimos años ha ganado peso en Aragón y está al alza entre los mayores de 70 años es el de la oxigenoterapia a domicilio. Se estima que más de 15.000 aragoneses precisan de esta técnica.

Habitualmente, la «gran mayoría» de los pacientes que la requieren padecen alguna afección respiratoria crónica, siendo el prototipo los procesos de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). «Con el tiempo, esta patología detectada en el pulmón va a más y hace que el oxígeno vaya disminuyendo progresivamente», indica a este diario María Ángeles Gotor, jefa de sección de Neumología del hospital universitario Miguel Servet de Zaragoza.

Es precisamente cuando ese oxígeno en sangre va decayendo cuando se hace necesario aplicar un suplemento como la oxigenoterapia. «Cada vez tenemos más registros de pacientes. En el sector sanitario II, según los datos, tenemos un incremento interanual del 8% de este tipo de tratamiento», indica Gotor. «Todo va en función de la evolución de las enfermedades. Es lógico que por el envejecimiento que tenemos en Aragón haya cada vez más casos», reitera la doctora.

Terapias individuales

La prescripción de la oxigenoterapia la puede hacer el médico de familia del centro de salud, los servicios de Urgencias de un hospital o los especialistas de Oncología, Cardiología y Medicina Interna. «En estos casos, ellos pueden determinar el tratamiento por un máximo de tres meses, mientras que cuando se requiere a largo plazo ya debe ser Neumología quien lo establezca de manera definitiva», explica Gotor.

Son terapias individuales, ninguna es igual a otra porque cada dosis se pauta en función del usuario. Es el médico quien indica el tratamiento mediante una preinscripción que, automáticamente, llega a la empresa encargada de la distribución de las botellas de oxígeno. En el caso del sector del Miguel Servet, es Linde Médica quien establece las dosis en cada máquina, quien realiza el reparto por las casas en un plazo máximo de 24 horas y quien los revisa.

«Hay pacientes que están ingresados y cuando reciben el alta es preciso que en su domicilio tengan estos aparatos porque su oxígeno es bajo. Suelen ser casos temporales», indica la neumóloga María Ángeles Gotor, quien recalca «el pronóstico favorable» al que tienden los pacientes tras recibir la oxigenoterapia.

«Es un sistema cómodo y controlado, porque hay revisiones periódicas, pero además se le da una vida independiente al paciente porque es un aparato portátil que lo puede llevar a la calle. Eso les permite viajar, por ejemplo, y no tienen por qué estar en casa», indica Gotor.

«A rajatabla»

En el sector II, un total de 7.800 pacientes hacen uso de terapias respiratorias (oxigenoterapia, apnea del sueño, aerosolterapia). De ellos, 5.600 personas utilizan la oxigenoterapia. «El 50% de ellos están vinculados al Servet», apunta la neumóloga.

Que se trata de una técnica con garantías y que mejora la calidad de vida de los pacientes es evidente, pero el «problema» con el que se encuentran los especialistas es que algunas personas «no llevan a rajatabla» la terapia. «La oxigenoterapia, por lo general, se tiene que llevar puesta 15 horas al día y por eso se recomienda que sea por la noche, porque es más cómodo. Sin embargo, observamos que hay pacientes que dejar de usarla o la utilizan poco. Por tanto, los resultados no son favorables», insiste María Ángeles Gotor.

«Hablamos de que se aumenta la supervivencia, claro que sí, pero llevándolo de forma adecuada», reitera la doctora, quien incide en que esta parte «depende únicamente de la responsabilidad del paciente y debe ser riguroso con lo que se le pauta», añade.

A diario, las furgonetas de Linde Médica suministran en los domicilios el oxígeno en forma de gas en botellas o mediante la instalación de concentradores, según el paciente. Es fácil encontrarse a algunos de estos vehículos por las calles de Zaragoza, por ejemplo, con un interior perfectamente adecuado para el traslado de estas máquinas de tratamiento respiratorio.

Esta empresa también es la encargada de distribuir los aparatos de tratamiento para la apnea del sueño. Se trata de una técnica fácil y eficaz, con un método que difunde el oxígeno a través de una mascarilla colocada sobre la nariz y la boca del paciente. Esta está conectada a una máquina de presión de aire mediante un tubo, cuyo fin es mantener las vías respiratorias abiertas al dormir.

De esta forma, al estar abiertas, se evitan las pausas en la respiración, la respiración se vuelve regular, cesa el ronquido y el sueño resulta reparador.

«La entrega es en el día y se funciona como una farmacia»

El tratamiento a domicilio de la insuficiencia respiratoria cuenta con una organización logística muy pautada. «Funciona como si fuera una farmacia. El médico prescribe una pauta para el paciente, nosotros recibimos los datos de manera informatizada y en el mismo día hacemos ya la entrega del material», explica a este diario Antonio Atarés Sanz, delegado comercial de Linde Médica en Aragón.

Esta compañía (con sede en el polígono Empresarium de Zaragoza) es una de las dos que en la comunidad gestionan, mediante un concierto con el Salud, el tratamiento de oxigenoterapia y de la apnea del sueño. «Además, aportamos una botella de emergencia de oxígeno que tiene hasta 2 días de autonomía. Esto se hace, sobre todo, con los pacientes que usan aparatos conectados a la electricidad, por si acaso un día se les va la luz o tienen algún problema», apunta Atarés.

En el caso de la oxigenoterapia, cada dispositivo tiene unas indicaciones propias, según las necesidades del paciente. Es el médico quien fija el tipo de oxígeno más conveniente y es Linde Médica quien lleva ese aparato, en una furgoneta, al domicilio en un plazo máximo de 24 horas. «Cada tres meses se revisa la máquina. Se mira si todo funciona bien y se observan los filtros, mientras que también al paciente se le hacen una serie de pruebas para comprobar la saturación del oxígeno en sangre y demás», explica.

«De oxigenoterapia tenemos unos 2.600 pacientes y de apnea del sueño alrededor de 10.000» apunta Atarés, quien señala que en los últimos años este tipo de terapias «han ido al alza» en la comunidad. «Cada vez están más extendidas. En el caso del oxígeno los datos son más estancados y hay un equilibrio entre bajas y altas, pero en la apnea del sueño registramos muchas altas», apunta.

En este último caso, el tratamiento pretende reducir el número de pausas respiratorias durante el sueño y es un proceso fácil. «Por parte de los pacientes recibimos buenos comentarios. Al final, es un sistema cómodo, que les da calidad de vida. Les estamos llevando aire, literalmente, para que esa sensación de ahogo que tienen desaparezca. Es un tratamiento eficaz y positivo», indica Atarés.