El PP no sólo descarta cualquier avance en la pendiente renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en lo que queda de legislatura, sino que, incluso, ha endurecido la que venía siendo hasta ahora su postura tradicional. El primer partido de la oposición decía estar dispuesto a pactar con Moncloa dicha renovación respetando el sistema actual de elección siempre que viniera acompañado del compromiso, por escrito y a futuro, de cambiarlo según los estándares europeos para la despolitización de la Justicia.
Pero sorpresivamente invierten ahora el orden de los factores, esto es, antes el cambio en el sistema de elección y, luego, la renovación para que los nuevos magistrados sean elegidos ya por sus compañeros jueces. «Primero el BOE, después lo demás», resumen en el cuartel general de Génova admitiendo que más de cinco años de negociaciones frustradas y marchas atrás súbitas han llevado la anómala situación a un punto de no retorno.
De buena fe nos creímos al Gobierno y luego nos metieron la bomba de la sedición y de la malversación», denuncian en Génova
Agregan las fuentes populares respecto a la última negociación entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, que «de buena fe nos creímos al Gobierno y luego nos metieron la bomba de la sedición y de la malversación»· De hecho, ese acuerdo, ya muy avanzado, saltó por los aires cuando Alberto Núñez Feijoo confirmó con Pedro Sánchez en una llamada telefónica que, efectivamente, el Ejecutivo iba a dar satisfacción a las demandas de ERC para beneficiar a sus condenados por el proceso independentista.
Pero no solo, porque poco tiempo después se confirmó el nombre de un ex ministro de Justicia y de una asesora monclovita en la cuota gubernamental para el Tribunal Constitucional, esto es, Juan Carlos Campo y Laura Díaz, respectivamente. Resulta que en esa negociación Bolaños-Pons se había acordado un periodo de espera o incompatibilidad de 5 años para que un cargo político pudiera saltar directamente a un alto tribunal.
Insisten en Génova que no se trataba sólo de renovar el órgano de gobierno de los jueces sino de dar pasos hacia la despolitización real de la Justicia. De hecho, Alberto Núñez Feijóo presentó en Cádiz una «Propuesta para reforzar la independencia judicial y la calidad democrática en España». Una despolitización que, temen en Génova, «nunca ha estado en la agenda de Pedro Sánchez».
Feijóo abordará el cambio de elección del CGPJ si llega al Gobierno
Desoye así el PP la enésima advertencia lanzada por el comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, que este mismo lunes en un acto en Madrid organizado por la World Jurist Association (WJA) y en presencia de Felipe VI, instó a la renovación el CGPJ antes de que España asuma la presidencia de turno de la UE. A continuación reiteró su habitual recomendación de variar también el sistema de elección para que la misma no dependa de un pacto político. «Ya le explicaremos a Reynders cuál es la situación de la justicia en España», dicen en el PP en lo que entienden de injerencias constantes del Ejecutivo en el legislativo.
De este modo, la renovación se aleja en el tiempo, aunque Feijóo, aseguran las mismas fuentes, abordará de inmediato este cambio de elección de los magistrados del Consejo en caso de llegar al Gobierno tras las elecciones generales de finales de año.
