El joven se acercó al primer ministro de Canadá, que visitaba su universidad, y le recordó que «el aborto libre está en contra del cristianismo»
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, visitó el pasado 12 de abril la Universidad de Manitoba en Winnipeg (Canadá). Allí, un grupo de estudiantes comenzó a preguntarle sobre diversos temas de actualidad. Fue en ese momento cuando un joven del Partido Popular de Canadá, defensor del derecho a la vida, le preguntó sobre la controvertida política del aborto en el país.
Sin hacerle caso, el primer ministro continuó su discurso sobre el nuevo programa de cuidado dental del Gobierno. «Nuestro plan dental, que va a ayudar a familias de rentas bajas para aquellos que no pueden enviar a sus hijos al dentista», le dice al joven. Después, le preguntó: «¿Apoyas eso?», a lo que el chico le respondió: «No del todo».
«Vamos a dejar eso a un lado. ¿No crees que las familias de rentas bajas deberían tener acceso a salud dental? El Partido Conservador votó en contra de eso. Así que ya ves al partido que apoyas», le informó el político. En respuesta, el joven le corrigió e indicó que es del PPC.
Cuando Trudeau le preguntó el motivo por el cual apoya a este grupo, el estudiante fue tajante con su respuesta: «Porque creo que son sobre todo cristianos, y yo estoy en contra de la vacuna obligatoria. Además, el aborto libre está en contra del cristianismo».
Entonces, prosigue el primer ministro tratando de pillar al joven: «¿Crees que las mujeres deberían tener el derecho de elegir lo que pasa con sus propios cuerpos? ¿Crees que tú deberías poder elegir lo que le pasa al cuerpo de una mujer?», le increpó Trudeau ante un corrillo de estudiantes.
El joven argumentó que si las mujeres «van acostándose por ahí, no deberían tener el derecho de abortar el bebé». Tras escucharle, Trudeau le preguntó por el caso de las mujeres embarazadas por violación. En esa situación, contesta el universitario cristiano, «se complica la cosa» y reconoció que «honestamente» no sabía si estaría a favor o en contra en un caso así.
El primer ministro de Canadá, uno de los adalides del llamado «progresismo» internacional, basó su argumentación en favor del aborto libre en los casos provocados por violación. Sin embargo, las estadísticas recogen que apenas el 1 % de los abortos practicados en el país son por este motivo (estadística que incluye también los incestos). Frente a este porcentaje, más de un 37 % de los abortos están provocados por «falta de responsabilidad» o por suponer un «cambio demasiado grande» en la vida de la mujer, según los datos de PRCH & Guttmacher recogidos por la asociación provida Love4life.
Para terminar la conversación, el primer ministro canadiense se burló abiertamente de las creencias cristianas del joven: «Parece que necesitas reflexionar un poco más y rezar un poco menos».
