El Real Madrid pierde en el Bernabéu con el Villarreal 2-3

El campeonato doméstico colgó el cartel de ‘game over’ para los blancos el pasado 19 de marzo, con el 2-1 del Camp Nou, que les distanció a doce puntos del Barcelona. Nunca antes un equipo ha remontado esta distancia para ser campeón. ¿Lo puede hacer el Madrid? Sí, es el único club en la tierra capaz de romper una estadística así. ¿Lo va a hacer? Al 99’9%, no. Con una final de Copa y la Decimoquinta en el horizonte, esfuerzos por milagros, los justos.

El próximo miércoles estará por la capital de España el Chelsea, motivo suficiente para que Ancelotti tirara ante el Villarreal de la unidad B. Esa hasta la que no hace mucho pertenecía Camavinga, Cambio radical de estatus para Eduardo. El debate ya no es por qué es mejor futbolista como revulsivo que como titular. El debate es si es mejor lateral izquierdo que mediocentro. ‘Oh! Là là’.

Rotaron también Zipi y Zape, Kroos y Modric. Sus travesuras son patrimonio inagotable del Madrid. Y del fútbol. En su lugar, Ceballos y Asensio, versión light del cómic, pero también divertida. El balear, que jugó de ’10’, la posición que más le gusta, fabricó el 1-0 con una de esas cabalgadas de cuarenta metros de las que ya tiene la patente. Le ayudó Pau Torres, que acabó metiendo en su propia portería el disparo de Marco. Lo celebró como si fuera suyo. Versión 2023 de aquel ‘me lo merezco’ de Míchel.

El gol no amilanó a un Villarreal que juega muy bien al fútbol. Rodrygo, impreciso en el gesto técnico a la hora de picarle el balón a Reina en un mano a mano, pudo hacer el segundo, pero fue el equipo amarillo el que más méritos hizo para tocar red. Lo Celso, falso nueve, era una mosca indetectable para Alaba y Rudiger, que estaba en otra guerra.

Rudiger versus Yéremy

El alemán se perdió en un pique inocuo con Yéremy, que al canario le costó una amarilla y al Madrid, el 1-1. Grave error de cálculo. Rudiger se quiso vengar de una tarascada de Pino, minutos después de la misma, con un codazo estúpido que le sacó de su zona de acción y, por ende, descolocó al resto de la defensa. Luego, Nacho, vendido ante el ovillo de Chukwueze, no pudo evitar que fusilara a Courtois. Justo premio para la película de tiros de un Villarreal que atinó por fin tras varios disparos al cielo.

Al descanso se marchó enfadado Vinicius, reclamándole a Alberola Rojas que le estaban cosiendo a patadas y no le pitaba ni una. También Setién y sus jugadores, por alargar un minuto más, los dos que ya había añadido. Tenemos sucesor de Mateu Lahoz.

El brasileño salió encendido del vestuario, y tardó dos minutos en volver a poner por delante al Madrid. Espaldinha en el embrión de la jugada, eslalon, túnel a Mandi e interior en la definición. Noveno gol en liga de Vinicius.

El tanto no cambió el guión de un partido de ida y vuelta precioso para el aficionado neutral y difícil de gestionar para los entrenadores de ambos equipos. Todo lo bueno que hacían de medio campo hacia adelante lo estropeaban en campo propio. Otra defensa de mantequilla del Madrid, como en el 1-1, ayudó al empate a dos de Morales, con intriga. El VAR corrigió el fuera de juego previo de Chukwueze, mal señalado por el asistente.

El nigeriano, ‘man of the match’, completó su partidazo en el Bernabéu con un 2-3 a la escuadra de Courtois. Nacho se fue a la cama con pesadillas. La afición blanca también, con Alberola. Señaló penalti en una mano de Mandi y tardó tres minutos en echar marcha atrás a instancias del VAR. «Corrupción en la Federación’» se escuchó en la grada. La Liga, como laboratorio de pruebas para Europa. Para el Villarreal, un paso gigante hacia Champions.