La ‘Capilla Sixtina aragonesa’ se empezará a restaurar en 2024

La iglesia de la Mantería de Zaragoza y sus importantes frescos de Claudio Coello acumulan años de deterioro. La DGA y el Ministerio de Cultura trabajan de forma conjunta en su reforma

La iglesia zaragozana de la Mantería, denominada por muchos y por el propio presidente Lambán como la «Capilla Sixtina aragonesa», acumula años de deterioro. Especialmente doloroso es el estado en que se encuentran sus importantes frescos de Claudio Coello (Madrid, 1642-1693), unas pintura que se empezarán a restaurar a lo largo del año 2024. Así lo ha indicado este miércoles el consejero de Cultura de la DGA, Felipe Faci, en el transcurso del acto en el que se ha firmado un convenio de colaboración con el ministro Miquel Iceta para intervenir tanto en la citada iglesia como en la ampliación del Museo de Zaragoza.

Faci ha explicado que la DGA ya ha resuelto los problemas de humedad de la Mantería, mientras que en abril se prevé cerrar el contrato para reforzar la cúpula central. El siguiente paso ya sería que el Ministerio de Cultura acometa la restauración de las pinturas. «Para intervenir en los frescos es necesario un estudio previo, pero creemos que 2024 sería el plazo de actuación», ha dicho Faci.

Para que el ministerio pueda actuar en las pinturas es imprescindible que la congregación de las Madres Escolapias ceda temporalmente (se ha pactado durante los próximos 50 años) el uso de la iglesia al Instituto del Patrimonio Cultural Español (IPCE) del ministerio. Ese protocolo a tres bandas -entre la congregación, la DGA y el ministerio- se prevé firmar «en las próximas semanas», según ha indicado el presidente Lambán, que ha recordado que para acometer las obras la titularidad de la iglesia debe pasar a manos del ministerio.

Tal y como ha recordado el Ejecutivo autonómico, el conjunto pictórico de la Mantería presenta «pérdidas de policromía, levantamientos de estrato pictórico en peligro de desprendimiento, morteros de soporte disgregados y con abundante presencia de sales», una serie de desperfectos que ponen en peligro su conservación. «Hay joyas que no pueden ser ignoradas», ha subrayado Iceta, que ha descartado ofrecer compromisos cerrados de obras antes de visitar la iglesia junto a Lambán.

Apertura de puertas

Esta edificación fue declarada Bien de Interés Cultural el 4 de enero de 1946, con el nombre de Iglesia de Santo Tomás de Villanueva del antiguo Convento de los Agustinos de la Mantería; declaración que fue completada mediante Orden, de 20 de diciembre de 2001, del Departamento de Turismo y Cultura del Gobierno de Aragón.

La iglesia, denominada así por la presencia histórica en torno a sus puertas del gremio de los manteros, es considerada una joya artística por los frescos que se preservan en la cúpula, realizados por Claudio Coello, uno de los pintores barrocos más representativos en su época, y su ayudante Sebastián Muñoz en el siglo XVII.

Pese a su gran interés artístico y patrimonial, y su céntrica ubicación en la plaza San Roque, cercana al Coso, el templo es un desconocido para muchos zaragozanos. Por ello, desde la congregación y la DGA esperan que estas obras de restauración puedan servir para «abrirla al público».

En una reciente visita realizada en agosto del año pasado, Lambán incidió en que el convenio de cesión del uso de la iglesia, aunque se realice por cuestiones jurídicas, pueda «servir para la apertura de la iglesia y la contemplación de las pinturas, siempre desde un respeto absoluto del Gobierno a aquellos usos para los que fundamentalmente fue construido este edificio».