El Papa: En Cuaresma démosle al Señor la oportunidad de despertar nuestro corazón

“En este tiempo de Cuaresma, nos hará bien no apagar la luz de la habitación sin antes ponernos bajo la luz de Dios. Démosle al Señor la oportunidad de despertar nuestro corazón, abriendo el Evangelio y dejándonos asombrar por la Palabra de Dios, que ilumina nuestros pasos”, es la invitación que el Papa Francisco lanza desde su cuenta de Twitter, @Pontifex, este 28 de marzo, martes de la V Semana de Cuaresma.

«Despertándose vieron la gloria de Jesús»

El tuit del Pontífice es tomado de su alocución antes de rezar la oración mariana del ángelus, del 13 de marzo de 2022, II Domingo de Cuaresma, en la cual la liturgia presentaba el Evangelio de San Lucas, que narra la Transfiguración del Señor.

“Testigos de este extraordinario acontecimiento son los apóstoles Pedro, Juan y Santiago, que han subido al monte con Jesús. Nos los imaginamos con los ojos bien abiertos ante aquel espectáculo único. Y ciertamente habrá sido así. Pero el evangelista Lucas señala que «Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño» y que «despertándose vieron la gloria de Jesús»”.

Velar en los momentos importantes

El sueño de los tres discípulos, indicaba ese domingo el Pontífice, parece como una nota discordante. Más tarde, estos mismos apóstoles se dormirán en el Getsemaní, durante la oración angustiosa de Jesús, que les había pedido que velaran en momentos tan importantes.

“Pero leyendo con atención, vemos que Pedro, Juan y Santiago se duermen antes de que comience la Transfiguración, es decir, justo cuando Jesús está en oración. Sucederá lo mismo en Getsemaní. Evidentemente era una oración que se prolongaba, en silencio y recogimiento. Podemos pensar que al principio ellos también estaban rezando, hasta que prevaleció el cansancio, el sueño”.

Dios quiere despertarnos del letargo interior

Ese II Domingo de Cuaresma, el Papa Francisco señalaba que, a veces nos pasa lo mismo a nosotros, que nos quedamos dormidos en momentos importantes, quizás cuando nos gustaría rezar, pasar un rato con Jesús después de un día de mil carreras y compromisos. O cuando es el momento de intercambiar unas palabras con la familia y ya no tenemos fuerzas.

“El tiempo fuerte de la Cuaresma es una oportunidad en este sentido. Es un período en el que Dios quiere despertarnos del letargo interior, de esta somnolencia que no deja que el Espíritu se exprese. Porque —no lo olvidemos nunca— mantener el corazón despierto no depende solo de nosotros: es una gracia, y hay que pedirla. Los tres discípulos del Evangelio así lo demuestran: eran buenos, habían seguido a Jesús al monte, pero solo con sus fuerzas no conseguían mantenerse despiertos”.

La luz de Dios nos hace ver las cosas de otra manera

El Santo Padre concluía su reflexión señalando que, podemos pensar que fue la luz de Jesús la que los despertó. Como ellos, decía el Papa, también nosotros necesitamos la luz de Dios, que nos hace ver las cosas de otra manera; nos atrae, nos despierta, reaviva el deseo y la fuerza de rezar, de mirar dentro de nosotros y dedicar tiempo a los demás.

“Podemos vencer la fatiga del cuerpo con la fuerza del Espíritu de Dios. Y cuando no podamos superar esto, debemos decirle al Espíritu Santo: Ayúdanos. Ven, ven Espíritu Santo. Ayúdame: quiero encontrar a Jesús, quiero estar atento, despierto. Pedirle al Espíritu Santo que nos saque de esta somnolencia que nos impide rezar”.

Finalmente, el Papa Francisco invitaba a pedir a la Virgen María que nos ayude a mantener nuestro corazón despierto para acoger este tiempo de gracia que Dios nos ofrece.