Dimite María Gámez como directora de la Guardia Civil tras la imputación de su marido en un caso de corrupción

Juan Carlos Martínez, pareja de María Gámez, está siendo investigado por presuntas irregularidades con fondos públicos de la Junta de Andalucía

Será sustituida por la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González

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La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, deja el cargo y será sustituida por la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, porque su marido ha sido imputado en el marco de una investigación judicial por presuntas irregularidades con fondos públicos de la Junta de Andalucía, de la que viene informando ABC desde finales de febrero. Gámez fue nombrada para el cargo en enero de 2020 y lo deja cuando quedan solo unos meses de legislatura.

Esta dimisión se produce el mismo día que el esposo de Gámez es citado como investigado en una nueva causa de supuesta corrupción que salpica a la Junta de Andalucía en la etapa de gobierno del PSOE. El Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla ha «informado expresamente» este miércoles a Juan Carlos Martínez y a otro hermano suyo, Manuel, «de su condición de investigados» en un proceso centrado en un centro de negocios montado por la Administración autonómica en Madrid para el que fue contratada de manera «absolutamente fraudulenta» la consultora de otro cuñado de Gámez, Bienvenido Martínez, que ya estaba imputado junto a otros dos exdirectivos más de la Junta de Andalucía en la etapa socialista.

En una providencia fechada la semana pasada, concretamente el jueves 16, y notificada este miércoles, el juez José Ignacio Vilaplana amplía las imputaciones en esta pieza desgajada del denominado caso Santana Motor, en la que aprecia supuestos delitos de prevaricación administrativa, malversación y blanqueo de capitales. Argumenta el juez que tanto Manuel como Juan Carlos Martínez «pudieran haber tenido algún tipo de participación material en los hechos delictivos objeto de las actuaciones, cuya relevancia penal pudiera deducirse del conjunto de lo actuado».

En una breve declaración institucional, en la que ha estado acompañada por la cúpula de la Guardia Civil, Gámez ha aclarado que toma la decisión por respeto a la Guardia Civil y también para proteger a su familia. Ha pedido, además, que se mantenga la presunción de inocencia de su marido, Juan Carlos Martínez.

«Decisión difícil»

Gámez, visiblemente emocionada, ha asegurado que comunicó su renuncia esta mañana al ministro del Interior y que la ha adoptado «tras tener conocimiento de que mi marido ha sido citado en el marco de un procedimiento judicial». «Es una decisión difícil, pero la única posible para alcanzar dos objetivos que para mí son irrenunciables», ha continuado. Proteger a su familia y a la Guardia Civil son esos objetivos.

«Sin entrar en el derecho a la presunción de inocencia que tienen todas las personas, también mi marido, tomo esta decisión por principios, honestidad y responsabilidad», ha explicado al tiempo que ha admitido que ha sido una decisión «difícil». «No voy a permitir que nadie aproveche una circunstancia personal para dañar a la Guardia Civil ni al Gobierno de España».

Se ha remontado a su llegada al cargo, ha hablado de diálogo, ética, eficacia y servicio al ciudadano y se ha mostrado orgullosa de haber dirigido la institución. «Es un enorme privilegio haber recorrido ese camino con ellos», ha dicho, les ha agradecido a todos el trabajo que han realizado a lo largo de estos años y ha proclamado que «servir a los españoles es el mejor patriotismo». Gámez ha concluido su comparecencia dando las gracias a su familia y ensalzando a la Institución. «Abandono este cargo satisfecha con lo conseguido y orgullosa con haber puesto mi granito de arena para que la Guardia Civil continúe como una de las instituciones más valoradas, más queridas».

María Gámez ha estado rodeada en las últimas semanas por las supuestas irregularidades de su marido y su familia que son investigadas por un juzgado de Sevilla. Además, en las últimas semanas la Guardia Civil se ha visto afectada por el caso de Tito Berni, por el que el general de división retirado Espinosa está en prisión, y por el llamado Caso cuarteles, en el que está investigado un teniente general.

Hace unos días aseguraba que no estaba dispuesta a que «algunos garbanzos negros enturbien el nombre de la Guardia Civil» y añadió que ella era «la primera interesada» en que se destapara cualquier acto delictivo o irregular.