Vox registra en el Congreso la moción de censura y pide al PP posicionarse: «O Sánchez o Tamames»

Abascal pide que se celebre antes de abril, para hacer coincidir unas hipotéticas elecciones generales con el 28-M. El líder de Vox carga contra la «docena y media de diputados» que han «convertido el Congreso en un lupanar»

La moción de censura de Vox ya es una realidad en el Congreso. El partido de Santiago Abascal ha registrado este lunes, al filo de las 13.00 horas, la iniciativa contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez, con el economista Ramón Tamames como candidato. «No vamos a fingir normalidad democrática», justificaba Abascal, ante el que considera «el peor Gobierno» de nuestra historia, «culpable de engañar a los votantes», «asaltar las instituciones» o de «tener un grupo parlamentario con 18 corruptos», que han «convertido el Congreso en un lupanar», en referencia al rol del exdiputado socialista Juan Fernando Fuentes en el caso Mediador. Por ello, ha exigido al PP, que previsiblemente se abstendrá ante esta iniciativa, que reflexione, y le ha emplazado a elegir: «O Sánchez o el profesor Tamames».

El líder de Vox, escoltado por decenas de diputados de su grupo, ha comparecido en rueda de prensa en el Congreso para sacudirse las críticas de distintas fuerzas políticas, que han tildado esta iniciativa de «espectáculo» o de «circo», ya que no cuenta con los apoyos suficientes para salir adelante. Abascal afirmaba que la moción retratará al Ejecutivo de Pedro Sánchez, que se verá apoyado por «los enemigos de España», y señalaba al PP, al recordar que ofrecieron al propio Alberto Núñez-Feijóo que encabezase esta iniciativa: «No hemos tirado la toalla», apostillaba. También que optaron por un candidato independiente para facilitar el entendimiento con el PP y otras fuerzas. «Creemos que el PP todavía podría reflexionar y apoyar esta moción», incidía.

Incluso aunque el partido de Feijóo se sumara, la moción nacería muerta, y es vista por Sánchez y por el ala socialista del Gobierno como una oportunidad de oro para contraponer modelos con Feijóo y Abascal. Como adelantó El Confidencial, distintas fuerzas políticas, fundamentalmente del bloque de investidura, estudian una forma de actuar conjunta ante la iniciativa de Vox, que podría pasar por no replicar a la intervención de Tamames.

Vox ha dejado pasar tres meses desde que anunció la iniciativa hasta su presentación —»Nos habría gustado presentarla mucho antes»—, pero hoy Abascal ha pedido que se debata en el Congreso «lo antes posible», esto es, antes del mes de abril. Su razonamiento es que, si prosperase, frente a todo pronóstico, el hipotético Gobierno de Tamames pudiese adelantar las elecciones generales previstas para finales de año, para hacerlas coincidir con las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Reglamentariamente, la fecha del debate le corresponde decidirla a la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet. Es la segunda moción de censura de Vox en tres años de legislatura, la sexta en democracia. Y, hasta ahora, solo la que aupó a Sánchez a la Moncloa y acabó con la carrera política de Mariano Rajoy ha tenido éxito.

Foto: ¿Cuándo se podría votar la moción de censura de Vox? (EFE Juan/Carlos Hidalgo)

En su comparecencia, Abascal ha puesto el parche antes de la herida, tratando de restar hierro a las previsibles diferencias entre Tamames y su formación, que el candidato exhibirá en su discurso. Según el líder de Vox, el economista encarna «la concordia y la unión entre españoles», y por ello le parecen «delirantes», «injustos y sorprendentes» los «ataques» a Tamames por su edad, 89 años. «Si quisiéramos que los postulados coincidieran plenamente con los de Vox, la defendería yo», apuntaba Abascal. Como contrapunto al candidato, será él quien presente y defienda en nombre del partido la iniciativa, por lo que él también podrá intervenir sin límite de tiempo.

En la misma línea, el presidente de Vox insistía en que los suyos no están «en el cálculo electoral», y afirmaba que actúan por «convicción», para evitar que Sánchez «acabe la demolición del Estado de derecho». «Nadie podrá decir que Vox ha estado silbando y mirando para otro lado», zanjaba.