Kiev celebra la fortaleza de Ucrania en el primer aniversario de la guerra: «No huimos. Resistimos y luchamos»

«¡Sabemos que 2023 será el año de nuestra victoria!», dijo Zelenski durante su discurso con motivo del primer aniversario de la guerra

Los ‘check point’ que dan acceso a la ciudad de Kiev amanecían el 24 de febrero más concurridos de lo acostumbrado en estos ajetreados tiempos de guerra. Hasta tres accesos de seguridad había que atravesar para alcanzar el Maidan, la histórica plaza en la que el pueblo ucraniano ha librado tres revoluciones. Situada en el centro de la capital, a escasos metros se encuentra la Rada Suprema, la sede del Parlamento, que en la mañana del viernes albergaba un pleno extraordinario con motivo del aniversario del inicio de la invasión rusa. Los diputados se pusieron en pie para cantar el himno nacional y guardar un minuto de silencio por las víctimas de la guerra en el hemiciclo de un edificio al que se han acostumbrado a recorrer sorteando las barricadas levantadas en sus pasillos con sacos de tierra.

No muy lejos de allí, a diez minutos caminando, se abre el vanguardista café Khlibnyy, emplazado en el corazón de la capital de un país que, desde hace un año, lucha de manera feroz para defender sus derechos, libertades y territorio. Mientras sonaba ‘West end girls’ de Pet Shop Boys, seis jóvenes -de entre 25 y 35 años- despachaban desayunos a la clientela del local con una amplia sonrisa: lo más demandado a esa hora, cruasanes con salmón, tostadas de huevos con aguacate y revueltos acompañados de ensalada de tomate y rúcula. Todos los platos llegaban a las mesas surtidos con diferentes variedades de pan, que se pueden comprar en el mismo establecimiento. Para tenerlos listos a las siete y media de la mañana, los chicos llevaban en pie desde las cinco.

«Hoy es un día para celebrar nuestra fuerza. Es un día muy triste por toda la gente que ha muerto. Pero tenemos que seguir apoyándonos, hacernos fuertes y continuar adelante, luchando por nuestro país», explicaba a ABC Zoia Zhemikovska, mientras daba buena cuenta de una tortilla con calabacín y consultaba las últimas noticias del día en su teléfono móvil. Para vestir, optó por una sudadera con la bandera azul y amarilla. «Nosotros elegimos no llorar. Decidimos ser duros porque elegimos apostar por nuestro futuro», añadía.

Teletrabajo y clases ‘online’

En Kiev, el viernes se vivió casi como un día más el primer aniversario del inicio de la guerra de Ucrania. El teletrabajo lleva integrado desde hace tiempo, pero quien quiere puede ir a la oficina. La única recomendación del Gobierno de Zelenski ante la posibilidad de que Rusia pudiera llevar a cabo una nueva oleada de bombardeos sobre el país fue para los funcionarios de la Administración: en los dos últimos días podían trabajar desde casa. A los centros de enseñanza, sin embargo, se les obligó a impartir las clases de forma telemática los días 23 y 24 de febrero.

El jueves 23, precisamente, se celebró en Rusia el Día de los Defensores de la Patria, por lo que el viernes, coincidiendo además con el aniversario de la invasión, se respiraba cierta inquietud en las calles de la capital. Se esperaba una ofensiva por parte de Vladímir Putin que, al cierre de estas páginas, al menos, no había tenido lugar. Si la alarma de la aplicación Air Alert! se había activado cada día, a lo largo de esta semana de aniversario, en la zona de Kiev se mantuvo el silencio. Ni siquiera en la noche del jueves al viernes se activaron las alertas por bombardeos. Una suerte de ‘calma chicha’ que devolvía a los ucranianos el espejismo de antaño.

Junto a la mesa de Zoia, una joven con unos enormes cascos de sonido hizo un gesto con su muñeca y consultó una notificación en su Garmin. Se apresuró a abrir un nuevo enlace en la pantalla de su ordenador. La realidad de la guerra asomó durante unos minutos en el interior del local, en forma de mensaje de Volodímir Zelenski. «Ha sido un año de dolor, tristeza, fe y unidad. Nos hemos mantenido invencibles. ¡Sabemos que 2023 será el año de nuestra victoria!», decía el presidente ucraniano. Zelenski resaltó que el 24 de febrero de 2022 -cuando Putin dio la orden de invadir Ucrania con ofensivas por el norte y el este del país- «millones» de ucranianos «hicieron una elección» al defender la bandera azul y amarilla: «No huimos, sino que nos enfrentamos. Resistiendo y luchando». Junto a su mensaje, publicó un vídeo con imágenes de las víctimas de la guerra: muertos, heridos, refugiados…

«Hace un año, tal día como hoy, desde este mismo lugar, a eso de las siete de la mañana, me dirigí a ustedes con una breve declaración. Duró sólo 67 segundos. Contenía las dos cosas más importantes, entonces y ahora. Que Rusia inició una guerra a gran escala contra nosotros. Y que somos fuertes», afirmó Zelenski, al tiempo que recordó que ese día fue «el más largo de nuestras vidas» y «el día más duro de nuestra historia moderna». «Nos despertamos temprano y no nos hemos dormido desde entonces», apuntó, antes de asegurar que ha sido «un año de invencibilidad».

Lo que vale la pena

«Peleamos, luchamos ferozmente cada día. Aguantamos el segundo día y, luego, el tercero. Pronosticaron que duraríamos tres días. Amenazaron con que en 72 horas no existiríamos. Pero sobrevivimos al cuarto día, luego al quinto, y hoy llevamos exactamente un año de pie. Sabemos que vale la pena luchar por cada mañana», destacó. Apreció también que «todos vieron la verdadera naturaleza del enemigo». Enumeró entonces los ataques que ha soportado Ucrania desde entonces. El bombardeo a hospitales de maternidad, al teatro de Mariúpol o la estación de tren de Kramatorsk: «Vimos Bucha, Irpin, Borodianka. El mundo entero se dio cuenta claramente de lo que realmente significa el mundo ruso, de lo que Rusia es capaz», sentenció.

Zelenski resaltó que el 24 de febrero de 2022 «millones» de ucranianos «hicieron una elección» al defender la bandera azul y amarilla

Tras agradecer a las Fuerzas Armadas, rescatistas, servicios de emergencias y socios y aliados que han apoyado a Ucrania en este año que dura la guerra, Zelenski lanzó unas últimas frases de aliento: «Ucrania ha sorprendido al mundo. Ucrania ha inspirado al mundo. Ucrania ha unido al mundo».

Al terminar el discurso, una mirada de entusiasmo y fuerza dibujó en la cara de la joven una amplia sonrisa. Cerró el ordenador, recogió sus cosas y salió del local por una puerta acristalada de una calle perpendicular a la principal Khreschatyk. A derecha e izquierda, Gucci, TOD’S, Chloé, Salvatore Ferragamo y Brunello Cucinelli. Entró en la tienda multimarca Helen Marlen, que en su escaparte exhibe vestidos largos de lentejuelas en tonos caldera, gris, azul marino y amarillo, todos combinados con brillantes plumíferos. Tendencias alegres y sofisticadas con las que en Kiev se planta cara a la grisura de la guerra.