Sánchez resta importancia a la espantada de Aragonès y le agradece su asistencia

El presidente de la Generalitat planta a Sánchez y Macron antes de los himnos: «El ‘procés’ no ha acabado»

Presente en la cumbre, sin protagonismo, pero con un importante desaire para tratar de marcar perfil propio y apaciguar al mismo independentismo que se manifestaba a escasos doscientos metros. Eso sí, con consecuencias políticas, pues es el principal socio del Gobierno de España. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, se ha retirado de la XXVII Cumbre Hispano-Francesa que se celebra en Barcelona poco después de los saludos protocolarios y justo antes de que sonaran los himnos de Francia y España. Un plante político sin precedentes y con el conocimiento de La Moncloa. Aunque Pedro Sánchez ha querido restarle importancia.

El esperado encuentro entre Aragonès y el presidente del Gobierno, se ha producido minutos antes de la llegada al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), lugar en el que se celebra la cumbre hispano-francesa, del presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron. Durante alrededor de un minuto, unos diez minutos antes de las 11 de la mañana, el presidente autonómico y el presidente del Ejecutivo han conversado. Según fuentes de la Generalitat, Aragonès le ha dicho a Sánchez que «el ‘procés’ independentista no ha acabado» y le ha recordado la carta con reivindicaciones que quiere que se aborden en la cumbre bilateral.

Poco después, tras la llegada de Macron y durante el saludo institucional y protocolario a las autoridades locales (además de Aragonès, Ada Colau, alcaldesa de Barcelona; la delegada del Gobierno en Cataluña, Maria Eugènia Gay; Núria Marín, presidenta de la Diputación; y la máxima autoridad militar en Cataluña, el teniente general Manuel Busquier), el presidente de la Generalitat ha aprovechado para trasladar a Macron el deseo de los secesionistas de que Cataluña sea «un socio europeo» más, al nivel de España y el resto de países.

Tras los saludos, ha llegado la espantada de Aragonès. Los representantes institucionales se han posicionado para los honores militares, con los himnos de los dos países, cuando el presidente de la Generalitat se ha dirigido en dirección contraria, hacia su coche oficial. Se ha subido en él y ha salido del recinto fuertemente custodiado por la Policía Nacional y la Guardia Civil, y la colaboración de los Mossos d’Esquadra. De esta manera, Aragonès tan solo ha dado la bienvenida a los participantes en la cumbre y se ha marchado. Seguidamente, Sánchez y Macron han pasado revista militar, han saludado a los ministros que participan en el encuentro y han accedo al MNAC.

Fuentes de La Moncloa consultadas por ABC han confirmado que tenían conocimiento de lo que iba a hacer el presidente de la Generalitat, un desaire a la cumbre de Barcelona y a los dos presidentes. El objetivo de Aragonès ha sido demostrar que no existe la «normalidad» que pregona el Ejecutivo en su relación con los independentistas. Es la primera vez que un presidente autonómico planta a las autoridades, nacionales e internacionales, en una cumbre de la importancia y el nivel de la que se celebra hoy en la capital catalana.

Sin importancia, para La Moncloa

Sin embargo, tanto La Moncloa como el propio Sánchez han querido restar importancia al asunto. El presidente del Gobierno, pasadas las 16.00 horas y durante la rueda de prensa conjunta con Macron, tras la firma del Tratado de Barcelona, ha agradecido la presencia del presidente de la Generalitat «en la recepción» y ha recordado que en otras cumbres, celebradas en regiones gobernadas por el PP, sus presidentes ni tan siquiera acudieron.

«En otras cumbres no hemos ni contado con presidente autonómico», ha dicho Sánchez, sin diferenciar entre no acudir a un acto y presentarse y salir antes de que suene el himno nacional. Eso sí, el presidente del Ejecutivo ha añadido que le hubiera gustado que Aragonès se hubiese quedado a toda la ceremonia de saludos al inicio de la cumbre, «pero agradezco que haya participado en la recepción». Fuentes de La Moncloa han insistido en considerar un avance en las relaciones con la Generalitat la presencia de Aragonès.

Además, en relación a las manifestaciones de los independentistas contra la cumbre, en respuesta a preguntas de los periodistas, Sánchez las ha comparado con la manifestación que se celebra el sábado en Madrid -y el domingo en Barcelona-, convocada por entidades cívicas y a la que se han sumado PP, Vox y Cs, contra la decisión del Ejecutivo de eliminar la sedición dentro de la negociación con los nacionalistas. El presidente del Gobierno se ha situado entre ambas protestas.

Protagonista del día

Tras dejar la montaña de Montjuïc, Aragonès se ha dirigido al Palacio de la Generalitat desde donde ha pronunciado una rueda de prensa -convocada a las 8 de la mañana de este jueves-. Aragonès ha reiterado lo que le ha dicho a los dos presidentes en los saludos, ha criticado la presencia del Ejército en Cataluña y ha reivindicado que la Generalitat pueda participar en los actos que se deriven de la cumbre bilateral hispano-francesa.

De esta manera, Aragonès ha copado el protagonismo de una cumbre que para La Moncloa es muy importante, ya que sitúa a Francia como el mejor socio en diversos campos sectoriales superando así a la relación que España mantiene con Portugal. Además, el presidente de la Generalitat ya avanzó ayer en una entrevista para ‘Le Figaro’ que el ‘procés’ no solo no ha acabado sino que solo terminará cuando se celebre un referéndum de independencia y gane el sí; idea que hoy mismo ha puesto negro sobre blanco en un artículo de opinión en ‘Le Monde’.

Mientras tanto, a doscientos metros de las puertas del MNAC, miles de independentistas, convocados por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, Junts, la CUP y ERC se han concentrado en la fuente mágica de la montaña de Montjuïc para protestar por la cumbre y por las palabras de Sánchez y el presidente de la Presidencia, Félix Bolaños, que en las últimas semanas han asegurado que el ‘procés’ ha terminado. De la manifestación se ha ido Oriol Junqueras, presidente de ERC, cuando estaba siendo silbado.