Sánchez se «atribuye» en Davos el mayor proceso de modernización de la economía española «en 20 o 30 años»

Presume ante las élites del capitalismo mundial de la eficacia de las intervenciones de su Gobierno en mercados como el de la electricidad y la vivienda

Pedro Sánchez ha aprovechado su quinta intervención como presidente del Gobierno de España, y quién sabe si la última, ante el Foro Económico Mundial de Davos para sacar lustre a los logros de su Administración desde 2018 y reivindicarse como el gran modernizador de la economía española desde los tiempos de Felipe González.

En una intervención de algo menos de media hora ante uno de los auditorios más selectos del planeta, Sánchez se ha presentado como un líder global, concernido por los grandes desafíos que afronta el mundo y dispuesto a comprometerse en su resolución, y ha presentado como hoja de servicios lo realizado por su Gobierno en España desde el año 2018, en los que a su juicio «la economía española se ha modernizado de un modo que no había sucedido en los últimos 20 o 30 años», es decir, desde los tiempos del gobierno socialista de Felipe González.

Ha presumido de haber sacado adelante la primera reforma laboral rubricada al alimón por empresarios y sindicatos en cuatro décadas, de que esta haya conseguido reducir según sus cifras en medio millón de personas el desempleo estructural de la economía española y de acabar con la precariedad en el empleo, por el retroceso de la contratación temporal respecto a la contratación fija.

También ha puesto sobre la mesa la capacidad de España como potencia energética renovable, quinta potencia mundial en producción de energía eólica, octava en generación de energía renovable y con proyectos en cartera para instalar en territorio español dos megaplantas de metanol verde y para construir entre Barcelona y Marsella el primer gasoducto de hidrógeno verde.

A lomos del papel protagonista que ha adquirido España en la negociación europea sobre la reforma del mercado energético, Sánchez ha instado a las potencias europeas a ser audaces en la reforma del mercado energético en su camino para recuperar las capacidades estratégicas perdidas durante los años de la deslocalización. «Hoy ya no son solo los costes de producción lo que se tiene que tener en cuenta a la hora de instalarse en un país, también la seguridad y la sostenibilidad ambiental», ha dicho Sánchez en Davos.

Multimillonarios y multinacionales, en el punto de mira

Ante un auditorio formado por la élite del capitalismo mundial, Sánchez ha puesto en el foco el ensanchamiento de la desigualdad que ha señalado como una de las principales amenazas para la estabilidad económica mundial y ha instado a los gobiernos a lanzarse contra el incremento de multimillonarios y contra los beneficios de las grandes empresas multinacionales que «pagan cero impuestos» por su operativa en paraísos fiscales y por las lagunas de la fiscalidad internacional.

En clave más local, el presidente ha presumido de la eficacia del intervencionismo de su Gobierno en mercados como el de la electricidad o el de la vivienda, al que ha atribuido la reducción de cinco puntos experimentada por el índice general de inflación desde el mes de agosto. Ha aprovechado para recordar que «todos los organismos internacionales» coinciden en señalar a España como uno de los países que va a encabezar el crecimiento de la eurozona y también como el que va a tener un nivel de inflación más bajo, obviando que también será el único país de la UE que no haya recuperado el PIB anterior a la pandemia.