Los ucranianos celebran la Navidad como acto de rebeldía: «Así nos separamos de Moscú»

La festividad ortodoxa es el 7 de enero, pero muchos ucranianos han pasado la celebración al día 25 para romper todo vínculo con Rusia

La odisea de entrar en Kiev por Navidad

Es 25 de diciembre y Kiev amanece con un conato de nevada. El coche en el que viajamos nos conduce hasta un lugar remoto a las afueras de la capital ucraniana. Allí unos jóvenes representan el ‘vertep’, un espectáculo ucraniano sobre la Natividad. Normalmente esta obra se celebra cada 7 de enero, día de la Navidad según el calendario juliano, pero las circunstancias son excepcionales. La guerra lo cambia todo, hasta nuestra manera de celebrar la vida.

En mitad de un gigantesco parque se encuentra el grupo teatral. Son catorce y cada uno de ellos representa un personaje. Si hubiera créditos al final, se podría encontrar a Herodes, al diablo o a la propia muerte, que en este caso lleva una guadaña de papel de aluminio. El bien contra el mal. La luz contra la oscuridad. Un guion que en los últimos meses ha vivido de cerca cada ciudadano Ucraniano.

Imagen - Los ucranianos están «a favor del lema de separarnos de Moscú»

Sus villancicos atraen todas las miradas en un concurrido mercado cercano, donde los paseantes inmortalizan el momento. Porque no, hoy no es 7 de enero. Katerina Chepura, organizadora de la actividad, intenta explicar el cambio de fecha: «Este año está conectado con la guerra», aclara. Dice que los ucranianos están «a favor del lema de separarnos de Moscú» y esta es una ocasión tan buena como cualquier otra, según ella.

«Es una oportunidad para sentir la volatilidad, la memoria histórica», asegura la joven. Mientras lo explica, una niña pequeña pasea un sombrero para que la gente deposite un donativo. Su objetivo es que la representación consiga recaudar fondos para que una unidad del ejército compre un nuevo generador.

Villancicos y alarmas antiaéreas

Kateryna está dispuesta a que el grupo consiga su objetivo. Han recaudado 500 euros y necesitan doblar la cantidad. Recorren plazas, parques y mercados. Incluso cantan dentro de un autobús para que los viajeros busquen entre sus bolsillos alguna moneda que aporte a la causa. Las alarmas suenan, y el refugio que ofrece el metro de Kiev es un escenario como cualquier otro para cantar. Los pasajeros que corren hacia los vagones se detienen durante un par de segundos para hacer su aportación. Un soldado sonríe y les graba mientras carga con varios chalecos militares. Las alarmas suenan, pero los villancicos suenan más.

Imagen principal - Integrantes del grupo teatral que representa el 'Vertep'
Imagen secundaria 1 - Integrantes del grupo teatral que representa el 'Vertep'
Imagen secundaria 2 - Integrantes del grupo teatral que representa el 'Vertep'
Integrantes del grupo teatral que representa el ‘Vertep’ Pablo Ortega

La guerra es incapaz de parar los cuentos de Navidad que se narran en Ucrania desde hace generaciones, aunque sí ha conseguido cambiar las fechas. O quizá son los ucranianos los que quieren lanzar un mensaje directo al Kremlin. El de celebrar una Navidad el 25 de diciembre como acto de rebeldía.