No cobrar de Podemos: el resquicio de la UCM para rechazar a Iglesias como profesor

La Universidad Complutense de Madrid (UCM) desestimó el pasado 4 de noviembre la candidatura de Pablo Iglesias para concurrir a una plaza como profesor asociado en Ciencias Políticas. El tribunal alegó que ni acreditaba un mínimo de tres años de experiencia profesional en labores relacionadas con el perfil de la plaza —asesoría política— ni tampoco que en el momento de la solicitud ejerciese «actividad profesional fuera del ámbito académico». La decisión no entra a motivar por qué el exvicepresidente y exlíder de Podemos no cumpliría estos dos requisitos, fundamentales según los baremos establecidos. Habida cuenta de la pública y notoria experiencia en este campo de Iglesias, así como que actualmente ejerce en la empresa privada realizando las labores relacionadas con el puesto, el único resquicio al que podría acogerse la universidad es que al no realizar estos trabajos para terceros, cobrando por ello, no se considera que efectuase actividades de asesoría política propiamente dicha. Y él no era asalariado de la formación morada.

Así puede desprenderse del recurso contra el fallo al que ha tenido acceso El Confidencial. «Se llama la atención sobre los 2.354 días que ha estado de alta como autónomo y los 1.907 días de alta por haber sido parlamentario europeo y del Congreso español. Se significa que durante este periodo tiempo no se recibió una retribución del partido, por exigencias internas, pero eso no significa, como es notorio, que no se siguieran realizando para el partido las tareas propias de ser su dirigente, que entroncan de forma directa con las exigencias del perfil de la plaza de profesor asociado a la que he sido excluido».

El perjudicado vuelve a acreditar su actividad profesional, «claramente superior a los tres años», que se correspondería «con toda la labor de creación y dirección de un partido político, además de con la labor política como parlamentario y miembro del Gobierno de España, así como la actividad actualmente vigente y relacionada con el perfil de la plaza. Ello se complementa con la labor realizada como autónomo en los periodos descritos, además de a través de otras entidades, tal y como se mantiene en la actualidad, conforme a lo ya acreditado a través de la correspondiente alta en el impuesto sobre actividades económicas».

De ahí que Iglesias apunte en las conclusiones de su escrito, aunque a ciegas por la falta de motivación de la decisión de excluirlo del proceso, que «negar que toda la labor anterior no tiene encaje en el perfil de la plaza lleva al absurdo de considerar que el análisis y la asesoría política solo es una profesión cuando se realiza para terceros (otros partidos políticos o gobiernos) en el marco de un contrato de prestación de servicios, pero no para el propio partido político que se ha creado y dirigido». Con todo, en el escrito se señala también «actividad previa a la política» que «debe reputarse como relacionada con la asesoría en el análisis político, como la acreditada en la vida laboral llevada a cabo entre 2008 y 2013, a través de la contratación con Producciones Mandarina SL, para la realización de medios comunicativos de análisis político».

Más allá de hacer un recorrido por su currículo y volver a aportar los documentos acreditativos, Iglesias también se detiene en su recurso en el otro aspecto que personas conocedoras de estos procesos habían barruntado como motivo de su sorpresiva exclusión. Que actualmente no acreditase estar trabajando en el campo de la materia a impartir. Algo habitual entre el personal académico que opta a estas plazas, a pesar de estar enfocadas a especialistas de reconocida competencia fuera de la universidad.

«Como puede comprobarse en la vida laboral aportada, consta dicha contratación, en régimen general, con la entidad Display Connectors SL desde el 3 de enero de 2022, encontrándose el mismo actualmente vigente. Sin perjuicio de ello, se aporta además a este escrito certificado emitido por Display Connectors SL, confirmando las funciones en análisis político desarrolladas en el marco de dicho contrato». Al margen de estas labores relacionadas con la asesoría política en la empresa privada, el exvicepresidente también se encuentra de alta como autónomo «en la actividad profesional correspondiente», con fecha de alta de 3 de septiembre de 2021. «Dicha actividad censal tiene como objeto la actividad de asesoría y consultoría en materias propias del perfil de la plaza, materia en la que se ejerce la actividad en la actualidad», se insiste.

Finalmente, se abunda en que, actualmente, Iglesias forma parte de la Fundación Instituto 25-M (en el momento de la publicación de la convocatoria, en calidad de presidente, y actualmente como director). «Como puede comprobarse, dicha fundación desarrolla actividades propias de los institutos think tank, que desarrollan labores de asesoría en análisis político, materia propia del perfil de la plaza», argumenta.

El escrito también hace referencia a las anomalías de este proceso para la adjudicación de la plaza, que finalmente quedó vacante al desestimarse la idoneidad no solo de Iglesias, sino de los otros cinco candidatos. Por un lado, se observa que la tramitación «ha superado con holgura el plazo de resolución fijado por la convocatoria y la norma reguladora, sin haberse motivado siquiera mínimamente la razón de dicha dilación». Por otro, se señala que «el presidente de la comisión de selección había sido, al parecer, el director de la tesis de doctorado de uno de los aspirantes».

Según el recurso, este hecho «podría ser encuadrable en los supuestos de deber de abstención del artículo 23.2 LRJSP». El profesor Javier Franzé, encargado de presidir el tribunal que rechazó la candidatura de Iglesias, dirige la tesis de otro de los candidatos que concurrieron al proceso (Guillermo Fernández), como ya informó este diario. Una circunstancia sobre la que el exvicepresidente ya llamó la atención tras hacerse pública: «Es inverosímil que tu director de tesis te deje presentarte a una plaza cuyo tribunal preside para después proponer tu exclusión de la misma como ha ocurrido», lamentaba a través de las redes sociales. La UCM tendrá que volver a justificar su decisión o rectificar. Mientras tanto, Iglesias seguirá concurriendo a las plazas de profesor asociado que sigan saliendo en Ciencias Políticas, según fuentes de su entorno. La facultad donde nació Podemos y que ahora se resiste a volver a recibir a su exlíder.