Sobre el toreo en La México: «Es un ataque a la libertad y una catástrofe económica»

El torero mexicano Ernesto Javier «Calita’», líder este año del escalafón en México, no quiere plantearse la posibilidad de que no vuelva a haber corridas de toros en La Monumental de Ciudad de México, la plaza más grande del mundo con 42.000 localidades, pese a la sentencia que el pasado viernes prohibió los festejos taurinos en la capital mexicana: «Aunque es una situación bastante delicada, la prohibición no es definitiva».

El bufete de abogados Tauromaquia Mexicana ha unido fuerzas con Plaza México, la empresa que gestiona los eventos taurinos en La Monumental, para preparar el recurso a la sentencia por la que todos los festejos taurinos quedan prohibidos en la capital mexicana hasta termine el proceso judicial. Calita confiesa a LA RAZÓN sentirse «sorprendido» por la resolución del juez y confía en que la justicia les permitirá volver a La Monumental «en seis u ocho meses»: «Es un golpe a la libertad y una catástrofe económica».

El cierre de La Monumental para los festejos taurinos se produce debido a que el juez, Jonathan Bass, aceptó un recurso de la asociación civil Justicia Justa argumentando que las corridas de toros suponen «un daño al medio ambiente» debido al «maltrato que sufren los animales».

Calita responde que «el amparo tiene poco fondo»: «La ganadería es un gran guardián de la flora y la fauna. Seguramente el juez es anti taurino y su ideología le ha condicionado. Si prohibimos todas las actividades que conllevan sacrificio animal, no podríamos vivir», contaba el sábado desde León (Guanajuato) minutos antes de comenzar una corrida.

Una de las figuras más respetadas de la tauromaquia mexicana, Francisco Dóddoli, presidente de la Asociación Nacional de Matadores de toros, novillos y rejoneadores y torero con 41 años de alternativa, también se muestra «impactado» y viviendo «días complicados» por la prohibición de los toros en Ciudad de México: «Es un insulto. Los toreros y novilleros querían salir a la calle esta semana y hacerle un plantón al presidente en su conferencia mañanera».

Diferente debate

«El debate es muy diferente a España. Nos apoyan diputados conservadores y progresistas. Hay división en los partidos», cuenta Calita torero líder del escalafón este año en México

La tauromaquia en la capital mexicana sufrió su primera gran cornada en diciembre cuando la comisión de Bienestar Animal del Congreso de la Ciudad de México aprobó suspender las corridas en La Monumental. El partido de AMLO y varias formaciones de izquierda se ausentaron de la votación, que salió adelante gracias al apoyo de formaciones conservadoras como el Partido de Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

La alcaldesa de la capital mexicana, Claudia Sheinbaum, ha pedido este lunes un referéndum sobre las corridas de toros: «Ni a favor ni en contra, lo que diga la ciudadanía». Calita explica que el debate político respecto a los toros en México «es muy diferente a España donde la derecha apoya los toros y la mayoría de la izquierda rechaza la tauromaquia»: «Aquí hay muy división dentro de los partidos. Nos apoyan diputados conservadores y progresistas».

Asesino

El crispado debate sobre los toros en redes no hace perder los nervios a Calita: «Me llaman asesino y me desean la muerte. Lo fácil sería engancharme y ponerme también a insultar. Mi respuesta es invitarlos a conocer de mi mano la tauromaquia. Les invito a visitar la ganadería y acudir a una corrida». Jorge Cárdenas es director de la Asociación de Criadores de Toros de Lidia, veterinario y nació hace 39 años «con la tauromaquia en casa» debido a que su abuelo fundó en 1975 una ganadería. Ambos hacen autocrítica al señalar que «no hemos explicado bien el toreo a la sociedad».

Una campaña a favor de que se levante la prohibición animal a los aficionados taurinos a subir una foto a redes con un mensaje escrito en su mano: «Libertad». Calita tiene tres galgos y es «amante de los animales». El torero más exitoso este año en México cuenta que hace pocos meses un alemán comenzó a atacarlo por Instagram: «No sé alemán, pero puse el traductor y vi que me llamaba asesino. Le contesté. Le envíe fotos de la ganadería y los festejos. Al final tuve una conversión con él. No le convencí, pero nos respetamos».

Calita lamenta que «las mentiras de los anti taurinos nos han hecho mucho daño». El torero mexicano de 31 años participa en debates, da charlas a estudiantes y organiza visitas a ganaderías y festejos taurinos: «Como decía el maestro Víctor Barrio, la tauromaquia hay que enseñarla más que defenderla».