Dos años después de que el mundo se viera golpeado por la crisis sanitaria del coronavirus, el plan de choque diseñado por la Unión Europea para rescatar la economía de sus países y ciudades comienza a materializarse. Y Zaragoza, de momento, no sale mal parada. El reparto de los denominados fondos Next Generation ha supuesto hasta la fecha unos ingresos de 70,5 millones de euros, que se destinarán principalmente a políticas de movilidad y de construcción y rehabilitación de viviendas, aunque también hay hueco para la digitalización y el comercio. Supone haber obtenido el 67% de las ayudas solicitadas ya resueltas. Pero es que la capital aragonesa todavía aspira a conseguir otros 19,2 millones que están pendientes de adjudicación.
La principal aportación a la ciudad llegó a través del Ministerio de Movilidad, que en febrero concedió 30,6 millones, el máximo que podía obtener Zaragoza en esta primera convocatoria, para la compra de 68 autobuses urbanos eléctricos, la necesaria reforma de las cocheras de Avanza, y la adquisición de dos nuevos tranvías.
Sin salir del apartado de movilidad, la capital también financiará 6 carriles bici, la mejora de las paradas y una ‘app’ de transporte público con 3 millones de euros procedentes de Bruselas. En este caso, la aportación llegó tras un acuerdo posterior entre la DGAy el Ayuntamiento, después de que la capital se quejar por quedarse inicialmente sin fondos de esta convocatoria.
Las disputas entre ambas administraciones por el reparto de los fondos, articulados a través del Estado y las comunidades autónomas, enturbiaron el proceso. El PP, con una participación activa del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, denunció que primaban los criterios «políticos» frente a los técnicos tras las primeras convocatorias, e incluso llevó su protesta a Bruselas. Tras la llegada paulatina de fondos, el presidente de Aragón, Javier Lambán, acusó a los populares de «desleal» y de incurrir en «denuncias falsas». En cualquier caso, desde el Consistorio apuntan que los procesos por concurrencia competitiva han permitido mejorar la tasa de éxito de la ciudad dada la «buena calidad» de sus proyectos.
Al margen de la movilidad, la capital aragonesa acaba de recibir 15,6 millones para la construcción de viviendas de alquiler asequible para jóvenes. De haber logrado los 20,8 millones solicitados podría haber ejecutado 569 pisos, por lo que ahora toca ajustar algo el plan y apostar por los proyectos más viables. Además, la ciudad ha logrado, en una primera fase de ayudas, 6,5 millones de euros para la rehabilitación de edificios. Las inversiones se centrarán en cuatro entornos degradados de la ciudad: Vizconde Escoriaza y Andrea Casamayor, en Las Fuentes; Balsas de Ebro Viejo, en el Rabal; Alférez Rojas, en Delicias; y Aloy Sala, en el Casco Histórico.
Por otro lado, Zaragoza financiará políticas de reactivación del comercio local con 1,3 millones de Europa, así como la modernización de teatros y del Auditorio o la reforma de la Casa de Amparo, por destacar solo algunas de un largo listado de pequeñas intervenciones. También se han conseguido 2,5 millones para digitalizar la administración.
Turismo y sostenibilidad
Ahora las miradas están puestas en las convocatorias pendientes de resolver en estas primeras fases. El Ayuntamiento se juega hasta 19,2 millones de euros para proyectos de calado como la implantación de la zona de bajas emisiones en el centro o la actuaciones de renaturalización del espacio urbano. En este último apartado destacan propuestas como la regeneración el río Huerva o la reforestación del parquin sur de la Expo.
Por otro lado, desde el gobierno PP-Cs confían en lograr fondos para una central fotovoltaica para autoconsumo, más dinero para rehabilitación de viviendas o acciones de economía circular, como la recogida separada de biorresiduos en el vertedero.
Finalmente, y tras no lograr ni un euro en la primera convocatoria de los fondos para el turismo (destinados en su mayor parte a las estaciones de esquí), el Ayuntamiento vuelve a presentar en una segunda ronda su nuevo centro de visitantes de la plaza del Pilar. Además, prevé actuaciones de eficiencia energética y digitalización en museos y teatros, y recuperar el anfiteatro de la Expo.
