Rusia expulsa a 27 diplomáticos españoles

Un total de 27 diplomáticos y empleados de la embajada de España en Moscú y del consulado general de España en San Petersburgo fueron declarados este miércoles «persona non grata» en Rusia. Deberán salir del territorio del país dentro de los siete días siguientes a la fecha de entrega de la nota correspondiente al embajador. Es otro capítulo más de la respuesta de Moscú a las expulsiones de diplomáticos rusos que se llevan produciendo desde abril en distintos países europeos. Tras comunicar la expulsión de los españoles, Moscú también decretó la expulsión de 34 miembros del personal de las misiones diplomáticas francesas y a 24 italianos.

El pasado 5 de abril el Gobierno español anunció que expulsaba a 27 diplomáticos y distinto personal de la Embajada rusa en Madrid por considerar que representaban «una amenaza para la seguridad» de España. También fue una muestra de rechazo a la entrada de las tropas rusas en Ucrania y a las matanzas de civiles en Bucha y otras localidades cercanas a Kiev, de las que Occidente acusa a los militares rusos. Desde entonces en la embajada española se temía la respuesta del Gobierno ruso. Ya en su momento la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajarova, advirtió que «habría la correspondiente reacción».

La noticia llegó a primera hora de la mañana. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso había convocado al embajador español en Moscú, Marcos Gómez Martínez, para anunciarle las medidas respecto a la legación española. En la sede del ministerio por parte rusa se protestó «enérgicamente en relación con el provocador anuncio de Madrid de designar ‘persona non grata’ a 27 empleados de las misiones extranjeras rusas en España, según un comunicado del ministerio, que a su vez enfatizó que «este paso hostil tendría un impacto negativo en las relaciones ruso-españolas».

Por su parte España ha dicho que rechaza la decisión aprobada por Moscú, comunicó el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Según resalta un comunicado ministerial, la expulsión «decidida entonces por las autoridades españolas se basó en motivos de seguridad debidamente justificados, que no se dan en este caso». Por último, la nota destaca «el trabajo del personal de la embajada de España ante Rusia, cuyo profesionalismo este ministerio quiere poner en valor», ya que «siempre ha respetado plenamente las obligaciones previstas en la Convención de Viena» sobre relaciones diplomáticas y consulares.

RACHA DE SALIDAS

La expulsión se produce un día después de que Rusia decidiera echar a dos diplomáticos finlandeses en respuesta a la declaración de persona ‘non grata’ por parte de Finlandia -también en abril pasado- de dos miembros de la Embajada rusa.

En una reciente respuesta parlamentaria el Gobierno español había indicado que era «consciente» de la posibilidad de que se produjera la expulsión del personal diplomático y aseguró que estaba preparado «para dicha eventualidad, además de mantenerse en estrecho contacto y coordinación con sus socios europeos».

Rusia ya decidió clausurar los consulados de Letonia, Estonia y Lituania en las ciudades de San Petersburgo y Pskov. En abril, Moscú anunció la expulsión de empleados de la embajada de Bélgica y de la de Japón.

La expulsión de empleados de las misiones diplomáticas rusas ha sido llevada a cabo por países como Alemania, Austria, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Montenegro, Portugal, Rumanía, Suecia y Japón. También el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, decidió expulsar a 19 empleados de la misión permanente de Rusia ante la Unión Europea. Lituania y Letonia fueron más lejos, declarando personas no gratas a los embajadores de Rusia en estos países.

Rusia insiste en que Moscú no empezó esta «guerra diplomática». No va a cerrar las embajadas de los países europeos en respuesta a nuevos posibles pasos «inamistosos» por parte de estados occidentales en medio de la operación militar rusa en Ucrania, declaró a Sputnik el viceministro de Exteriores ruso Alexandr Grushko. «Esto no está en nuestra tradición, por eso, creemos que la labor de las misiones diplomáticas es importante», dijo Grushko.

LOS EMBAJADORES SE QUEDAN

El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, descarta por ahora la expulsión del embajador ruso en Madrid, Yuri Korchaguin. El pasado 6 de mayo, un mes después de echar a 27 rusos, Albares recordó la necesidad de mantener abiertos los canales de diálogo con Moscú. A la pregunta de si hay diálogo con el embajador ruso estos días, Albares respondió negativamente. «Muy poco. No hay diálogo (…) No vamos a participar en ninguna operación de blanqueamiento, o de acercamiento, o de amiguismo, por decirlo de alguna forma, ficticio (…) No hay prácticamente contacto. Desearíamos que lo hubiera, y muy intenso». Según el ministro, los cauces para comunicarse con Rusia (la OSCE, el Consejo OTAN-Rusia, el diálogo con la Unión Europea y los canales bilaterales) siguen abiertos.

Moscú encajó mal que Albares mencionase la posibilidad de expulsar al embajador ruso. «Consideramos estas declaraciones del titular del Ministerio de Exteriores español como un intento poco ético de presionar al jefe de la misión diplomática rusa», dijo un comunicado de la portavoz de la cancillería rusa. «El propio planteamiento de la cuestión y los debates públicos sobre si expulsar o no al embajador de un Estado extranjero manifiesta la imprudente copia por parte de las autoridades españolas de países rusófobos y amargados de la Unión Europea y la OTAN», resaltó.

Además, indicó Moscú, todo esto revela la pérdida de la capacidad del Gobierno español «para evaluar de manera independiente y equilibrada los procesos en curso en el continente europeo».