Niñas encerradas, violaciones constantes y 9 embarazadas: la otra arma de guerra de las tropas rusas

Tras 48 días de guerra, los horrores que deja la invasión rusa a Ucrania se comienzan a ver tras el repliegue de tropas al este del país, para concentrar su ofensiva en la conquista del Donbás. Así, mientras en Bucha las autoridades de la región de Kiev ya cifran en 400 el número de civiles muertos, otro de los horrores de la guerra sale a la luz: las violaciones sexuales a mujeres y jóvenes hechas por los militares rusos en su toma de los territorios.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha acusado este martes a los efectivos del Kremlin de perpetrar «torturas brutales» en el marco de la invasión, entre las que ha mencionado «cientos de violaciones». «Miles de víctimas, cientos de casos de tortura brutal. Todavía se encuentran cadáveres en alcantarillas y sótanos. Cuerpos atados y mutilados. Cientos de huérfanos, por lo menos cientos de niños, porque aún no sabemos el número exacto de víctimas«, ha continuado el mandatario ucraniano.

En cuanto a los «cientos de violaciones», ha detallado que «incluso niñas menores de edad, niños muy pequeños e incluso bebés» son las víctimas de estos actos, según ha recogido la agencia de noticias ucraniana Ukrinform. De hecho, se ha convertido en práctica habitual que las mujeres se corten el pelo con la intención de pasar desapercibidas.

La defensora del pueblo de Ucrania, Liudmila Denisova, declaró el lunes a la BBC que los rusos tenían en un sótano ubicado en Bucha a 25 niñas y mujeres, de entre 14 y 24 años, que eran constantemente violadas. Nueve de ellas están actualmente embarazadas. «Los soldados rusos les dijeron que las violarían de tal manera que no querrían tener relaciones sexuales con ningún hombre, para evitar que tengan hijos ucranianos», ha agregado.

Por su parte, Naciones Unidas ha denunciado la situación que viven las mujeres y niños tras la invasión. Forzados a dejar su país o a vivir bajo las bombas, víctimas de ataques y de violencia sexual y con un futuro totalmente incierto; los niños y las mujeres de Ucrania viven un auténtico drama como consecuencia de la guerra.

El director de Programas de Emergencia de Unicef, Manuel Fontaine, ha expresado especial preocupación por los menores que han sido evacuados de zonas de combates sin sus familias y que se enfrentan a un alto riesgo de «violencia, abuso, explotación o a ser víctima de tráfico». «Las mujeres se enfrentan a riesgos similares. Estamos extremadamente preocupados por el creciente número de informes de violencia sexual y otras formas de violencia de género», ha señalado.

Al respecto, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, ha afirmado que se están recibiendo cada vez más denuncias de violaciones y otros abusos. «La combinación de desplazamientos masivos con una gran presencia de reclutas y mercenarios, y la brutalidad mostrada contra los civiles ucranianos han hecho saltar todas las alarmas», señala Bahous.

Varios países del Consejo de Seguridad han subrayado la importancia de lograr un alto el fuego cuanto antes para detener todo este sufrimiento y, a la vez, han recalcado la importancia de recopilar pruebas sobre todos los abusos cometidos durante el conflicto para asegurar que no haya impunidad.

«Los desplazamientos masivos, con gran presencia de reclutas y mercenarios, y la brutalidad mostrada contra los civiles han hecho saltar las alarmas»

Mientras tanto, Rusia sigue negando cualquier evidencia de abusos o masacres en suelo ucraniano. El representante adjunto ruso, Dmitri Polianski, ha asegurado que hay una campaña de «propaganda» por parte de los «nazis ucranianos» respaldada por potencias occidentales con la «clara intención de presentar a los soldados rusos como sádicos y violadores».