El IPC sube de golpe y se dispara hasta el 9,8% en marzo, su tasa más alta desde 1985

La tasa de inflación sigue su senda de descontrol y se encuentra ya a las puertas de los dos dígitos. Los precios han subido en marzo hasta niveles no vistos desde mayo de 1985, en una década en la que la espiral inflacionista era estructural en España. El Índice de Precios de Consumo (IPC) aceleró al alza su variación anual por la guerra en Ucrania y se disparó hasta el 9,8%, su tasa más alta en los últimos 37 años.

El indicador adelantado publicado hoy por el INE aumentó más de dos puntos en comparación con el mes anterior y elevó de golpe su tasa interanual, hasta el 9,8%, muy cerca de marcar un valor de dos cifras. A falta de confirmar el dato, Estadística achaca esta desviación a subidas generalizadas en la mayoría de las partidas.

Entre ellas, cabe señalar los incrementos de los precios de la electricidad, los carburantes y combustibles y los alimentos y bebidas no alcohólicas, mayores este mes que en marzo de 2021.

«Es un mal dato que afecta a toda la economía y a nuestra sociedad. En particular a los más vulnerables», admitió hoy miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión de control en el Congreso. El Ministerio de Asuntos Económicos, dirigido por Nadia Calvió, afinó hoy al máximo y alegó que un 73% de este incremento se deriva del impacto de la invasión de Ucrania sobre los precios de la energía y los alimentos no elaborados. Con el objetivo de que los precios no sigan desbocados y de que la inflación no alcance el 10%, el Ejecutivo aprobó ayer martes el Plan de Respuesta’ al impacto económico de la guerra en Ucrania. Dentro de esta batería de medidas se incluyen la bonificación con un mínimo de 20 céntimos el litro de combustible para todos los ciudadanos y el establecimiento de un límite del 2% a las revisiones de los alquileres durante los próximos tres meses, entre otras fórmulas para bajar los precios.

Según el Ejecutivo, las medidas que hoy se publican en el BOE permitirán revertir la tendencia alcista de los precios que sufren las familias y hogares, detener la subida de costes a empresas e iniciar a corto plazo la reducción de la inflación hasta niveles más moderados. Además, el Gobierno bajará el precio de la luz interviniendo los ingresos de las eléctricas. De este modo, en los contratos a largo plazo entre las eléctricas con las empresas, el Ministerio de Transición Ecológica detraerá los ingresos de las eléctricas que superen el precio de 67 euros el megavatio hora (MWh). El dinero obtenido con esta operación se inyectará en el sistema eléctrico con el fin de rebajar los precios de la industria electrointensiva, negocios y familias.

A la escalada de precios en marzo ha contribuido, en gran parte, el elevado coste de la electricidad, que cerró marzo en una media de 283,30 euros el megavatio hora (MWh), una cifra que le convierte en el mes más caro de la historia en nuestro país. En consecuencia, la factura de la luz subió hasta 143 euros de media en marzo, un 130% más que hace un año, según cálculos de la OCU. A los precios de la luz se suman los de los carburantes, que están disparados desde hace semanas. El precio del barril de petróleo Brent llegaba a superar hoy los 110 euros, mientras que el Texas se colocaba en los 106 dólares.

El incremento de los costes de producción se refleja también en el descontrol de los precios de marzo. «El actual entorno de aumento de costes relacionados con la energía tiene un reflejo directo en el consumidor final: los fabricantes repercuten el aumento de sus costes en un mayor precio de los bienes que ponen a disposición de sus clientes», interpreta Manuel Alonso, consejero de OVB España. «Adicionalmente encontramos otros factores: incremento de la demanda de materias primas, problemas de transporte, políticas monetarias dirigidas a aumentar la liquidez de las economías o las destinadas a fomentar tipos de interés bajos que incentivan el consumo y por tanto aumentan la demanda de bienes y servicios», añade Alonso.

Por otro lado, no solo suben los precios energéticos, también se encarece la cesta de la compra de alimentos. Los productos y categorías agroalimentarias que más notarán los efectos de la invasión bélica son la harina, panadería, bollería y pastelería, pastas alimenticias y los fabricados con malta, cerveza y bebidas espirituosas, según se extrae de un estudio publicado a principio de mes por el Observatorio Sectorial DBK de Informa. Desde la OCU apuntan que el paro de los transportistas también ha contribuido a tensionar los precios durante las últimas dos semanas.

Alza de la subyacente

La espiral inflacionista, con un IPC que encadena 15 meses de tasas positivas, se empieza a enquistar en nuestro país y amenaza con dinamitar las previsiones del Gobierno. De hecho, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente -sin alimentos frescos ni productos energéticos- aumentó cuatro décimas, hasta el 3,4%. De confirmarse, sería la más alta desde septiembre de 2008

En variación mensual, los precios de consumo registraron en marzo una tasa del 3% respecto al mes de febrero, según el indicador adelantado del IPC. En cuanto al IPC Armonizado (IPCA), éste se situó en el 9,8% en variación anual, más de dos puntos por encima del registro de febrero, y en variación mensual fue del 3,9%.