Científicos aragoneses desarrollan un método más «selectivo» para destruir células tumorales

Varios científicos aragoneses han desarrollado un método más «selectivo» para destruir células tumorales. Es decir, un sistema que se dirige directamente al tumor, sin dañar otras células. En concreto han diseñado lanzaderas inteligentes para trasladar nanopartículas huecas de oro hasta el interior de las células tumorales y destruirlas mediante calor y sin fármacos. Siguen la estrategia conocida como ‘Caballo de Troya’ para sobrepasar el sistema inmune.

«Matar una célula tumoral es muy fácil. No es más difícil que otras. El problema es hacerlo sin matar las otras células. La quimioterapia sabemos que es eficiente para las células tumorales pero provoca una cantidad de efectos secundarios tremendos. La quimio no llega solo al tumor, sino que llega a todo el cuerpo», ha explicado Jesús Santamaría, que junto a Pilar Martín-Duque lideran esta investigación, que ha sido publicada este lunes por la prestigiosa revista ‘Journal of Extracellular Vesicles’. Ambos son  personal docente e investigador de la Universidad de Zaragoza. Precisamente, el objetivo de este estudio es «utilizar la nanotecnología para ser mucho más selectivos llegando al tumor y que se deje en paz lo que está sano», ha añadido.

Los líderes del proyecto -en el que también han participado María Sancho, Víctor Sebastián, Miguel Encinas, Lluis Luján y Estela Pérez- explicaron que desde hace tiempo se está estudiando las aplicaciones oncológicas de la nanotecnología y se han desarrollado una serie de sistemas que son capaces de matar tumores «de muy diversas maneras». «El gran problema que tenemos es hacer que la nanopartícula consiga llegar al tumor. Es muy difícil y a pesar de que en el mundo se lleva estudiando esto dos décadas, solo el 1% de las partículas en el mejor de los casos llegan al tumor. El 99% van a otros sitios», explica el investigador.

Para conseguir que un porcentaje mayor llegue a las células tumorales, estos investigadores buscaron métodos alternativos. «Utilizamos la estrategia del ‘Caballo de Troya’ lo que pretendemos es conseguir evadir al sistema inmune, ya que está entrenado para reconocer cosas que son extrañas al cuerpo y una nanopartícula lo es», ha apuntado. Para ello hay dos opciones, o bien intentar camuflarla (que es lo que han hecho hasta ahora) o «meterla dentro de otros elementos como son los exosomas (que son vectores que proceden de las propias células del cuerpo y que el sistema inmune no reconoce como tal)», han apuntado. Esta segunda, es el planteamiento en el que están trabajando.

«Hemos conseguido reducir o eliminar los tumores en ratones sin fármacos, solamente con el calor generado al irridiarse con un láser. Es decir, inyectamos los exosomas con las nanopartículas en la cola del ratón y ellos solos buscan al tumor, no solo en modelos convencionales sino en multinodulares, similares a procesos de metástasis», han señalado los autores del trabajo. «Hemos conseguido una terapia en la que las nanopartículas han ido a donde tenían que ir, encontrando donde estaban los tumores. Es la terapia más avanzada que hemos encontrado hasta el momento», ha señalado Martín-Duque..

Con este método, han triplicado la cantidad de nanopartículas que llegan al tumor comparado con los estudios que había hasta ahora en los que solo llegaba el 1%.  «A pesar de todo, la mayor parte de nanopartículas se siguen yendo porque el sistema inmune se las apaña para reconocerlas. Tenemos que conseguir que el 99% de selectividad que vemos invitro es decir, en cultivos celulares, lo podamos transferir al sistema con animales. A partir de ahí habrá que entrar en ensayos clínicos. Estamos al principio del camino», ha indicado el investigador.