El alza de los carburantes «asfixia» al transporte y Tradime pide la bajada del impuesto de hidrocarburos

«Asfixiadas». Así se encuentran las empresas aragonesas de transporte de mercancías por los disparados precios de los combustibles. Lo denunció ayer Tradime, la asociación empresarial aragonesa que las representa, que recordó que el «histórico incremento del 35% del precio del carburante y la subida general de los proveedores está ahogando al sector».

Esta subida ha supuesto, según explicó la organización, que si hace apenas unos meses el combustible suponía alrededor del 40% o el 45% del coste de producción, ahora este porcentaje se ha incrementado hasta situarse en el 60% e incluso el 70%. No es el único gasto que se ha disparado. El precio de los neumáticos, insistió Tradime, también se ha encarecido en un 14%.

«Estamos padeciendo una escalada de precios sin precedentes que absorbe todos nuestros beneficios», lamentó José Antonio Moliner, presidente de la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de AragónPorque, como insistió, «el problema es trasladar a nuestra facturación la subida de los costes no solo de los combustibles, sino también de ruedas o de otros proveedores». De hecho, explicó el representante empresarial, para compensar pérdidas «cada transportista debe calcular sus gastos y negociar individualmente con su cargador el aumento de su servicio, conforme a Derecho, que podría oscilar entre un 10% y un 12%».

Moliner lamentó que este nuevo mazazo económico llega precisamente en el momento en el que el sector comenzaba a recuperarse de la grave crisis provocada por la covidPor eso pidió que «tanto el Gobierno de España como los gobiernos europeos tendrían que poner de su parte porque están recaudando porcentualmente mucho más, tanto por el impuesto de hidrocarburos como por el IVA».

Rebaja

Entre las medidas que podrían contribuir la paliar la complicada situación, Moliner destacó la rebaja del impuesto especial de hidrocarburos, que actualmente supone alrededor del 32% del precio combustible. «Si se redujera este impuesto, podríamos aliviar esta situación, puesto que los cargadores se niegan en redondo a asumir esta subida, y sería una forma de que no recayese todo el peso sobre el transportista», señaló.

No solo los elevados costes de producción preocupan al sector del transporte de mercancías en Aragón. También las nuevas regulaciones inquietan a sus profesionales.

De hecho, Moliner destacó que la organización empresarial desconoce el motivo por el que el Paquete de Movilidad no ha sido trasladado a la legislación española, «con lo cual no se puede aplicar», lamentó. Porque, como explicó el presidente de Tradime, la puesta en marcha de esta normativa y el hecho de que las cooperativas de trabajadores asociados estuvieran contempladas dentro del Régimen General de la Seguridad Social, igualaría a todos los profesionales a la hora de trabajar en las mismas condiciones. «Todos tendríamos que asumir los mismos gastos y no padecer la competencia desleal», matizó Moliner.