Feijóo oficializa su intención de presidir el PP: «Vengo a ganar a Pedro Sánchez»

Ya es oficial. Alberto Núñez Feijóo ha anunciado, como se esperaba, que concurrirá al congreso extraordinario de abril, en Sevilla, para presidir el PP y abrir una nueva etapa tras la reciente ‘guerra civil’ y el final de la era de Pablo Casado. El anuncio de Feijóo se ha producido ante la junta directiva de los populares gallegos, congregada en el Multiusos do Sar de Santiago. Al menos unas 600 personas -era la estimación inicial- han escuchado, en abierto, cómo el mandatario regional oficializaba que da el «paso al frente», tal y como le han pedido sus colegas regionales, para «darle a este país el Gobierno que merece y el Gobierno que necesita».

«Pido vuestra autorización para presentar mi candidatura a la presidencia del Partido Popular», ha dicho Feijóo con voz quebrada, tras emocionarse en varias ocasiones y asegurar que se siente «preparado» y cree que puede, «junto a un partido unido, lograr el objetivo que tenemos, y porque estoy convencido» de dar el paso.

En Santiago, «en el que confluyen todos los caminos», es donde le tocaba emprender «uno nuevo». Palabras que han sido secundadas con una salva de aplausos y gritos de «presidente, presidente», a los que ha correspondido primero dando las gracias y después bromeando: «Por vuestro comportamiento, no es necesario someterlo a votación y entiendo que es un sí». A su llegada ya había sido recibido con otra larga ronda de aplausos y más gritos de «presidente, presidente» de un atestado hall del Multiusos santiagués. Feijóo, pulgar hacia arriba, sonriente en cuanto se ha despojado de la mascarilla.

«A Galicia le debemos todo, Galicia me transformó en lo que hoy soy. Galicia es mi vida personal, mi vida familiar, mi vida profesional y mi vida política», se ha emocionado, durante el preámbulo al esperado anuncio. «Todo lo que soy es gracias a Galicia, a la confianza de los gallegos. No estaría aquí si no fuera por Galicia. Mis convicciones y ambiciones políticas se colmaron siendo presidente de la Xunta (…), por eso me quedé aquí y por eso estoy aquí».

Feijóo ha explicado así porque ahora sí acepta el reto de liderar el PP: «En el 18 entendí que la mejor manera de servir a mi país era la decisión que comuniqué entonces», mientras que ahora, cuando «España padece al peor Gobierno posible», se siente en la «obligación institucional y moral» de ponerse «a disposición de mi partido y de mi país, para garantizar el Gobierno sólido, sereno, fiable y solvente que necesita España». Sin rodeos, ha lanzado: «No vengo aquí a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganar a Pedro Sánchez. Y creo que es posible ganarle, lo creo».

Ha vuelto a aquel 2018 para recordar cómo fueron muchos quienes le pidieron que se postulara e, incluso, «a algunos les defraudé». «En el 18 dije que fallarle a Galicia sería como fallarme a mí mismo. Hoy siento que fallarle al PP es fallarle a Galicia y al resto de España, y por eso me presento», ha abundado. «Podría justificarme y alegar que todo esto [la crisis del PP] no tiene nada que ver con Galicia y el PP de Galicia, y por tanto, no tiene nada que ver conmigo mismo. Pero sí tiene que ver (…). Tiene que ver conmigo porque no estoy en política para desentenderme, para acomodarme, y no estoy en política para buscar lo que a mí más me pueda interesar egoístamente». Tras asumir decisiones complejas en sus 13 años al frente de la Xunta, ha reivindicado, no iba «ahora» a «escoger la opción más sencilla». Esta sería no optar a lidera al PP justo cuando «España vive una situación límite, y quienes están en La Moncloa ya han demostrado que no están preparados para afrontar una crisis de esta magnitud ni para diseñar la recuperación que España necesita».

Dudas y convicciones

El líder gallego ha reconocido que, aunque «lo tengo muy claro, clarísimo», ha dudado antes de dar este paso, pero no de que el PP «tiene un gran futuro por delante», de que «haremos lo que debemos, nos recuperaremos, remontaremos y seremos el PP en el que España confió, el que España necesita y por el que España está esperando». Y él se siente «preparado» para empuñar las riendas.

Sus dudas han venido provocadas por la política actual, «de revanchismos, de trincheras, incluso de odio, en la que no creo»; también porque ha aprendido a ser «más humilde a y no sentirme ni imprescindible ni mejor que nadie»; y porque «lo más importante de mi vida sigue aquí»; también por la confianza de los gallegos en las urnas, con cuatro mayorías absolutas.

Si bien ha reconocido sin ambages que «hoy el PP tampoco está en su mejor momento», y ha reiterado que no ha sabido, en las últimas semanas, «estar a la altura de las circunstancias», por lo que ha vuelto a pedir «disculpas a todos los españoles», también ha expresado su «absoluta y total convicción de que este partido es un partido ganador, que puede gobernar España, y que es el partido al que están esperando millones de españoles en sus casas».

Ha abogado por resetear al partido y relanzar al «PP que quiere y que quieren sus afiliados y votantes, los que son, los que fueron, los que dejaron de ser y los que volverán a ser». «Un partido unido», ha remarcado, «integrador, solvente, claro». «Que diga no cuando haya que decir que no y sí cuando toque decir que sí». «Una alternativa madura, responsable, fiable y, sobre todo, una alternativa con sentido de Estado».

Convencido de que «es posible ganar» y acceder a La Moncloa, ha asegurado que para ese empeño es fundamental que del congreso de Sevilla salga un partido «recuperado y fortalecido», asumiendo que «no va de vencernos unos otros», sino que «solo puede haber un derrotado, el multipartito socialista, comunista y nacionalista». Y ese triunfo en el que cree, ha añadido, también será «posible gracias a los que nos precedieron: el presidente Aznar, el presidente Rajoy y el presidente Casado», ha enumerado. «En esta vida nadie, nadie, nadie acierta siempre». Conciliador, ha afirmado que se nutrirá de los «muchos aciertos» de su predecesor, y contará con todos: presidentes autonómicos, provinciales y locales, ha prometido.

Esbozo programático

En un esbozo de cuál sería un esqueleto programático de su proyecto, ha defendido un Gobierno que, a diferencia del actual, no se someta a las minorías y defienda la Constitución, que no vea un «enemigo» en el emprendedor ni «machaque y expulse a los autónomos»; que no vincule la dotación de servicios públicos al «color político» de cada territorio y no levante «barreras insalvables» a partir de las «diferencias». Un Gobierno, en síntesis, «eficiente, serio y con sentido común», alejado de ocurrencias. También ha abogado por fomentar el entendimiento, donde el «sistema público llegue a todos los ciudadanos», y apuntalar una «España unida» donde las comunidades autónomas no se vean como una «amenaza», sino la «oportunidad de enriquecer y fortalecer aquello que es nuestra Nación».

En el tramo en el que más ha empleado la primera persona, ha sacado a relucir su «trayectoria y experiencia, para bien, para regular y para mal»; que es un «político con trazabilidad». «Lo he hecho mejor y peor, pero tengo la suficiente seguridad para poder afirmar que siempre he tratado de actuar con honestidad, y lo seguiré haciendo. Después de este tiempo sé lo que significa gobernar, y en mi opinión, tenemos un Gobierno en España que, después de cuatro años, aún no lo sabe». Lo que no es, ha desgranado, es un político «de manual», de «un par de tuits y una tertulia», que se limita al eslogan de turno. Por supuesto, no es ni un «recién llegado ni una incógnita», pero ha aseverado que tampoco alguien que «se cree que no tiene defectos».

Al partido le ofrece, en definitiva, «todo lo que he hecho, todo lo que puedo hacer y todo lo que soy». «España nos está esperando y en el PP van a encontrar el partido para gobernar (…) y en mí, un servidor público, ocurra lo que ocurra en Sevilla el 1 y 2 de abril». Y antes de poner fin a su intervención, que ha durado una media hora, ha asegurado que se ponía ya a preparar la reunión del Consello de la Xunta de mañana.

Anuncio anticipado

Feijóo anunció este martes, desde Madrid, tras asistir a las reuniones del comité ejecutivo nacional y la junta directiva del PP, que este miércoles, convocaría a la junta directiva de los populares gallegos, y que sería en este marco donde desvelaría sus planes. Ha sido en este escenario donde ha formalizado el anuncio que se ha venido aguardando en las últimas jornadas, siempre escrupuloso con los tiempos y las formas. Pero ya había avanzado sus intenciones durante el acto de presentación del Plan Estratéxico 2022-2030, en la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre en A Coruña.

En Arteixo ha indicado que, si bien «la precipitación de los acontecimientos de las últimas semanas» le «obliga a adoptar una decisión», no prevé dejar Galicia «en un mes», una previsión temporal que ya avanzó ABC la semana pasada. «He dicho que no me iba de Galicia en un mes. Lo he dicho en el año 18 y, evidentemente, en el año 22 no voy a cambiar de criterio», ha reivindicado.

Feijóo ha hecho hincapié en que hablaría por la tarde ante sus compañeros, pero a partir de ahí ha permitido leer entre líneas, hablando de una «decisión» en la que «meditación y precipitación» van de la mano, «aunque parezca contradictorio».

Por un lado, ha reconocido que se trata de «una decisión meditada», pero «que nunca pensé que iba a tener que tomar», la de coger el tren (ya el AVE) a Madrid. «Puedo asegurar que ni ha sido buscada ni ha sido ambicionada», ha enfatizado. Pero la ‘guerra civil’ desatada en el PP ha hecho saltar por los aires cualquier plan. Es lo ocurrido durante las últimas semanas en el seno de su partido lo que le «obliga» a posicionarse. «Hay momentos en la vida en los que uno ha tenido que tomar decisiones. Y cuando solo tiene una, tómala, y tómala rápido», ha subrayado. Lo que no sucedió en 2018, ocurrirá en este 2022.