Rafa Nadal, resignado a no volver a ser número 1: «A día de hoy mis objetivos son otros»

Esta madrugada Rafael Nadal reapareció en Acapulco sobre una pista de tenis después de su hazaña en el Abierto de Australia, donde se convirtió en el primer tenista de la historia en sumar 21 títulos de Grand Slam.

El número 5 del mundo venció con comodidad al estadounidense Denis Kudla en dos sets (6-3 y 6-2), para avanzar a la segunda ronda del Abierto de México. Sin embargo el balear rechazó la etiqueta de favorito y se mostró resignado a no volver a ser el número 1 del mundo.

«Creo que esa época pasó para mí, desgraciadamente, de alguna manera mis problemas físicos me privaron de poder terminar algún año más en mi carrera como el número uno», explicó Nadal en la rueda de prensa que ofreció tras su vioctoria.

El español, de 35 años de edad, fue número 1 del mundo por primera vez el 18 de agosto de 2008 y por última ocasión el 20 de enero de 2020. Aunque se mantiene en el ‘top ten’ del tenis mundial, las constantes lesiones modificaron el panorama al de Manacor. «Durante algún tiempo sentí que estaba listo para ser el número uno, pero el físico no me lo permitió… A día de hoy mis objetivos son otros, no voy a perseguir en ningún caso ese objetivo, creo que sería un error perseguirlo», argumentó Nadal.

El campeón español subrayó que «hace años que juego bastante poco» y que tiene que ser selectivo en los torneos que integran su calendario de actividad, el cual es imposible reducir todavía más. «Me siguen preguntando ‘¿vas a reducir más el calendario?’ y yo digo ‘si lo reduzco más dejo de ser tenista’, esa es la realidad porque llevo años jugando muy poquito y al final a lo que nos dedicamos es jugar tenis y, si se puede, pues intentamos jugar donde nos apetece, donde nos gusta y más a estas altura de mi carrera y este es uno de los lugares en los que históricamente ha tenido buenas sensaciones».

La única presión, la autoexigencia

Aunque jugadores como el alemán Alexander Zverev (3/ATP) han señalado a Rafa Nadal como el favorito para lograr el título en esta edición del Abierto Mexicano, el español se ha quitado la etiqueta. «Yo nunca me consideré o pensé tanto, siempre intenté hacerme camino respetando al máximo a cada rival y sin ir tan lejos. Al final hoy he jugado contra Kudla y mi objetivo era este partido, mañana será Koslov y mi objetivo será ese, y a partir de ahí, pues ir construyendo las cosas día a día», apuntó Nadal.

El balear sabe que para la afición mexicana es el favorito sentimental porque está en la ruta de coronarse en el Abierto de México por cuarta ocasión con lo que igualaría a los máximos ganadores del torneo en la historia: el austriaco Thomas Muster y el español David Ferrer.

A pesar de saberse el principal jugador a seguir en Acapulco, Nadal ya no se siente presionado. «A estás alturas ya no. Tengo casi 36 años y son muchos años compitiendo y les aseguro que no hay nada externo que me genere más presión que mi autoexigencia; lo demás lo único que me produce es satisfacción, alegría, y sentir el cariño de la gente es lo único que me ayuda a jugar mejor y a estar mejor».