Abascal acuerda con Le Pen, Orbán y otros líderes europeos un ‘frente común’ en la Eurocámara

La llamada ‘Cumbre de Madrid’, un encuentro organizado por Vox entre los partidos de la Unión Europea más a la derecha del espectro político, le sirvió al partido para vestir a su presidente, Santiago Abascal, con el traje de líder europeo. La cita reunió este sábado en el madrileño Hotel Plaza de España Design al primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, y al de Hungría, Viktor Orbán, así como a la líder de Reagrupamiento Nacional francés, Marine Le Pen.

Asistieron representantes de un total de 15 partidos europeos de 14 países distintos.«Un rotundo éxito», defendió Jorge Buxadé, portavoz de Vox, en una rueda de prensa para hacer balance de las conversaciones y debates que mantuvieron.

Esta ha sido la continuación de la cumbre que se celebró en diciembre en Varsovia con la mayoría de estos grupos. Durante las reuniones, que empezaron el viernes y terminaron en el mediodía dl sábado, los líderes conservadores acordaron configurar un ‘frente común’ para posicionarse en el Parlamento Europeo. El nombre que han elegido y que transmitió ayer Vox es «Oficina de coordinación» y su objetivo no es otro que el «aunar fuerzas».

«El mecanismo que hemos planteado en esta cumbre es que cuando lleguen las grandes votaciones, estos partidos que formamos parte de diferentes grupos parlamentarios tendremos reuniones informales para comentar los proyectos legislativos y votarlos», explicó el portavoz.

Las formaciones que participaron en la cumbre suscribieron, además, una declaración conjunta que refleja «sus preocupaciones por los ataques internos y externos que recibe la Unión Europea». Insisten en que deben «cooperar y unir fuerzas para proteger a Europa de ideologías impuestas y de una deriva antidemocrática que la conducen a su perdición». Juntos quieren construir «una alternativa» que haga frente a lo que tildan de «deriva globalista», y lograr una Unión Europea «fuerte y soberana».

La ‘Cumbre de Madrid’ terminó con un mensaje común contra Vladímir Putin, presidente de Rusia, al que acusan de haber «conducido (a Europa) al borde de una guerra» por sus «acciones militares» y «amenazas» sobre Ucrania. Este encuentro sentó a los primeros ministros de Polonia y Hungría, que tienen importantes diferencias e intereses ante un asunto tan delicado para Europa como es la amenaza rusa sobre sus fronteras. De la cita no trascendió ningún mensaje común para trasladar a Putin, pero sí que Orbán y Morawiecki suscribieron dicho comunicado donde se critica a Rusia.

El comunicado conjunto

El propio Abascal ha sido en los últimos días ambiguo con respecto a la postura de Vox ante la escalada de tensión entre Rusia y Ucrania. Buxadé emplazó a los periodistas a la rueda de prensa de su partido prevista para el lunes para conocer su postura, una vez que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, compareció esta semana en el Congreso para explicar el envío de efectivos al mar Negro y Bulgaria.

Los esfuerzos del portavoz de Vox por trasladar un mensaje común fueron notables. Preguntado por el asunto que divide a Hungría y Polonia, Buxadé insistió en que «los dos han suscrito el comunicado conjunto». Pero mientras Viktor Orbán se reunirá con Vladímir Putin el próximo martes, en una muestra más de su sintonía, Mateusz Morawiecki está siendo contundente contra la agresividad de Rusia.

Sin embargo, Vox ha logrado que ambos suscriban lo siguiente: «Trabajar para que las naciones europeas actúen solidariamente ante la amenaza de agresiones externas. Las acciones militares de Rusia en la frontera oriental de Europa nos han conducido al borde de una guerra. La solidaridad, la determinación y la cooperación en materia de defensa entre las naciones de Europa son necesarias ante tales amenazas. Las naciones europeas constatan la ineficacia de la diplomacia de la UE».

Quince líderes, 14 países

Le Pen también compareció en rueda de prensa. «Tenemos muchos puntos de vista comunes sobre natalidad, industria, energía y somos optimistas sobre nuestra capacidad juntos, con Polonia y Hungría, podemos construir una gran fuerza política europea», indicaba la líder francesa al hacer balance de la cita.

El presidente polaco, Jaroslaw Kaczynski, estaba invitado a la cumbre pero no asistió en persona porque no viaja en avión desde la muerte de su hermano en un accidente aéreo. Sí se trasladaron a la capital española Marlene Svazek (Austria), Tom Van Grieken (Bélgica), Krasimir Karakachanov (Bulgaria), Martin Helme (Estonia), Vincenzo Sofo (Italia), Paolo Borchia (Italia), Valdemar Tomasevski (Lituania), Rob Roos (Países Bajos) y Aurelian Pavelescu (Rumanía).

La cumbre fue a puerta cerrada. Se fueron dividiendo en dos mesas redondas de debate para abordar «las estrategias para defender a Europa»; analizando la defensa de la industria, de la soberanía energética, de la natalidad y la lucha contra la despoblación, de las fronteras europeas, del legado cultural europeo frente al multiculturalismo y de la creación de espacios comunes de trabajo.

Son partidos autodenominados «patriotas» y «conservadores» que en junio, de hecho, ya firmaron otra declaración para exigir a Bruselas respeto a la soberanía nacional de cada Estado de la Unión Europea. En aquel momento, la UE promovía sanciones contra Polonia por su falta de independencia judicial y advertía a Hungría por considerar sus leyes homófobas. Ayer se reiteraron las críticas a esto.