El Gobierno fija un precio máximo de los test Covid de 2,94 euros, un 50% más caro que en Francia y Alemania

El Gobierno ha decidido fijar un precio máximo de los test de autodiagnóstico del Covid de 2,94 euros a partir de este sábado, según ha anunciado la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

Se trata de un precio inferior al existente en las farmacias españolas, que oscila entre los cinco y ocho euros como media, pero es un 50% superior al que es posible conseguir actualmente en Alemania y Francia, entre otros países, según los datos actualizados a la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), que los sitúan en ambos países por debajo de los dos euros. También supera los 2,10 euros de precio medio en Portugal.

La ministra de Sanidad ha señalado que se ha fijado «el más asequible posible» para encontrar un «equilibrio», porque su prioridad es que «esté disponible en el canal farmacéutico».

Darias destaca la «necesidad» de vacunar a mayores de 12 años sin ninguna dosis

Ha confirmado así el veto a su venta en los supermercados que, según Anged, es lo que abarataría el producto como en los países que lo permiten, entre ellos los citados Alemania, Francia y Portugal. Darias ha dado a entender que podía haber impuesto un precio máximo más alto, pero «se ha tenido en cuenta el nivel de precio en los países del entorno».

La decisión ha sido fruto de «unanimidad» de la comisión interministerial del Gobierno, según la ministra, que ha justificado la tardanza en intentar paliar los precios de este bien de primera necesidad contra la pandemia, porque hasta ahora la prioridad había sido asegurar el abastecimiento. Darias autorizó el pasado julio la venta de estos productos sin receta en farmacias y durante todos estos meses se ha producido una gran demanda, particularmente en las últimas navidades, con precios hasta un 271% por encima de países del entorno. La Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia recomienda al Gobierno liberalizar su venta y abrirla a otros establecimientos comerciales, según publicó este diario, pero el Ministerio insiste en que deben ser vendidos sólo en farmacias porque, en su opinión, ofrecen consejo al cliente sobre su uso y proporcionan más «garantías» de control. La liberalización en Francia hizo, en contraste, abaratar drásticamente los precios. El Gobierno francés fijó un máximo de 5,20 euros hace un año y tras abrir la venta a todo tipo de establecimientos el precio bajó en la práctica a menos de dos euros.

El nuevo precio en España «se aplicará a todos los test de antígenos para autodiagnóstico que sean de venta en las oficinas de farmacia y que hayan sido autorizada su comercialización por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios». Existen autorizados 40 productos de este tipo. La citada comisión que ha acordado los 2,94 euros «está presidida por el Ministerio de Sanidad y está compuesto por un miembro de todas las comunidades autónomas y de los siguientes Ministerios: Ministerio de Hacienda y Función Pública, Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y Ministerio de Industria, Comercio y Turismo«, señala Sanidad en un comunicado. «La Comisión han analizado información relacionada con el precio de venta de las empresas distribuidoras a las oficinas de farmacia, el precio de venta al público por las oficinas de farmacia y el precio de venta en países de nuestro entorno».

Por su parte, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos y la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR) han aceptado la medida en un comunicado, aunque resaltan que van a perder dinero. «Aunque el precio fijado conllevará que la mayoría de las farmacias dispense en este momento los test por debajo del precio de adquisición, los farmacéuticos siempre hemos puesto por delante la salud de los pacientes y el interés sanitario frente al económico», ha declarado el presidente del Consejo, Jesús Aguilar.

La presidenta de FEDIFAR, Matilde Sánchez, ha defendido el canal farmacéutico para este tipo de productos sin receta. Ha resaltado la «excelente labor» desarrollada por las empresas de distribución farmacéutica durante la pandemia, y ha recordado que éstas «aseguraron que no hubiese ningún problema de suministro en medicamentos y productos sanitarios, algo que sí ocurrió, por ejemplo, con algunos bienes en otros canales, e incluso fueron las primeras en adquirir grandes cantidades de mascarillas de protección frente a la Covid-19 en momentos en los que había escasez de ellas a nivel mundial»