El PSOE desoye a Unidas Podemos y permite tramitar iniciativas en el Congreso sobre Alberto Garzón

El PSOE ha permitido este martes que la Mesa del Congreso tramite varias peticiones de comparecencia del ministro de Consumo, Alberto Garzón, y el de Agricultura, Luis Planas, a cuenta de las polémicas declaraciones del primero sobre las macrogranjas y la ganadería.

El visto bueno socialista ha provocado la ira de Unidas Podemos, que había pedido de forma explícita a su socio de gobierno que frenara todas las iniciativas parlamentarias sobre este asunto, argumentando que están basadas en un «bulo». El representante morado en la Mesa, Javier Sánchez Serna, ha llegado a decir que el Congreso está haciendo «política terraplanista» y ha cuestionado si el PSOE haría lo mismo si se tratara de un ministro socialista.

Unidas Podemos continúa así con su línea de defensa de Garzón, que pasa por argumentar que se trata de una cuestión de «principios». El PSOE, en cambio, hace oídos sordos a ese argumento y considera que las iniciativas deben dirimirse en las comisiones parlamentarias correspondientes.

Las iniciativas han partido del PP y de Ciudadanos, en forma de peticiones de comparecencia, de preguntas y de reprobaciones.

El Partido Popular ha decidido elevar al máximo su órdago contra el ministro de Consumo, Alberto Garzón, por sus polémicas declaraciones sobre el sector cárnico español, la calidad de los productos que exporta y el bienestar de los animales criados de manera intensiva, y ha registrado en el Congreso una moción de reprobación contra él emplazando además al PSOE a respaldarla. Ciudadanos, por su parte, ha tomado la misma iniciativa.

El PP pretende con este movimiento que los socialistas «se mojen» y demuestren con su voto que efectivamente rechazan las palabras del ministro que, en palabras de la portavoz de los populares, Cuca Gamarra, «provocan un gravísimo daño al sector y a la propia imagen exterior de España».

Para Ciudadanos, otro partido que ha arremetido con toda dureza contra el titular de Consumo, el Gobierno «mal defiende a todo el sector ganadero» y ha calificado de «lágrimas de cocodrilo» las declaraciones del ministro de Agricultura, Luis Planas.

Los naranjas tachan a Garzón de «populista, dogmático y sectario» e insisten en que debe dimitir y si el ministro se resiste, el presidente del Gobierno debe cesarle. «Es una broma que la defensa del sector la realice Sánchez pidiendo chuletón al punto«, ha afirmado Edmundo Bal, que ha insistido en que España no se puede permitir un ministro populista ni un ministerio vacío de competencias. Ciudadanos coincide con el PP en que no puede admitirse que un miembro del Gobierno perjudique la imagen exterior de España. Ambos partidos recuerdan que esta no es la primera polémica que suscita Garzón y citan agravios al sector turismo y al juguetero.

Igualmente tanto PP como Ciudadanos señalan la «indeterminación» con la que Garzón utiliza el concepto de «macrogranja»: cuántas cabezas comporta, de qué tipo de ganado se habla y en qué extensión se cría.

Los naranjas, además, recuerdan que el tamaño de las explotaciones las regula el Gobierno central de manera que si deben limitarse es precisamente el Ejecutivo el que puede hacerlo y Garzón, como miembro del mismo, debería plantearlo en el Consejo de Ministros en lugar de hacer declaraciones «nefastas e irresponsables» en un medio de comunicación extranjero.

El PP, por su parte, hace hincapié en que ahora quienes pretenden defender las declaraciones del ministro de Consumo «tergiversan» sus declaraciones e intentan «generar confusión» mezclando los conceptos de ganadería intensiva y macrogranjas. Los populares aseguran que ellos respaldan tanto la ganadería intensiva como la extensiva y «el equilibrio entre ambas». La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, afirma que en España las macrogranjas no están permitidas e insiste en que «no toda la ganadería intensiva son macrogranjas».

Los populares han planteado en la Mesa del Congreso que se habilite el presente de mes a efectos parlamentarios para que el Congreso pueda controlar al Gobierno, en concreto con las comparecencias de la ministra de Sanidad, Carolina Darias; de las vicepresidentas primera y tercera, Nadia Calviño y Teresa Ribera, y los ministros de Consumo y Agricultura, Alberto Garzón y Luis Planas.