¿Qué es la Gran Cruz de la Orden de Carlos III que distingue a Pablo Iglesias o Isabel Celaá?

El Gobierno ha condecorado con la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III a 23 exministros del Ejecutivo nacional, entre los que se encuentran el exvicepresidente Pablo Iglesias; el que fuera ministro de Exteriores con Mariano Rajoy, José Manuel García-Margallo; la exministra de Educación Isabel Celaá; la actual presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; el exministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, o el exministro de Cultura y escritor Màxim Huerta, entre otras figuras que han conformado distintos gobiernos. A través de reales decretos, la presidencia del Ejecutivo concede esta condecoración que pertenece a «la más alta de las órdenes civiles españolas y se encuentra entre las más antiguas de las que actualmente se conservan en el mundo», según se explica en el reglamento de la orden publicado en el BOE.

La Orden Española de Carlos III se concibió como una orden de caballería en 1771 y se enmarcó, en sus orígenes, dentro de las órdenes de tipo «dinástico-capitulares o de collar y de fe», explican desde el Ministerio de Defensa, que en comparación con las órdenes creadas desde el siglo XII hasta el XIV «pierden carga religiosa e incrementan el ideal caballeresco y social». En este tiempo, el rey Carlos III estableció la orden en gratitud a la Virgen María, «a quien había rezado para que su hijo, el Príncipe de Asturias, tuviera su primer hijo varón, Carlos Clemente, después de cinco años de matrimonio», concreta sobre los orígenes de esta orden la Armada Española en su página web.

Por aquel entonces, la orden servía para premiar y distinguir a personas adeptas a la figura del rey, pero en 1847 esta orden adquirió un carácter civil y empezó a regirse por diferentes reglamentos. El actual, el publicado en el Real Decreto 1051/2002 a fecha del 11 de octubre del 2002, especifica que la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III «es la más alta distinción honorífica entre las órdenes civiles y tiene por objeto recompensar a los ciudadanos que, con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos, hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la nación«.

Según ese mismo reglamento, cada presidente del Gobierno será «el Gran Canciller» de la orden y, al tomar posesión de su cargo, es investido con el grado de caballero o dama Gran Cruz de la Orden. Por ende, es la presidencia del Gobierno el organismo encargado de tramitar todas las propuestas de concesión de insignias, y los proyectos de reales decretos para conceder los grados de Collar y Gran Cruz han de pasar por el Consejo de Ministros.

La Gran Cruz, el segundo grado más alto

La Real y Distinguida Orden española de Carlos III, una de las más antiguas reales órdenes españolas, junto a la de San Fernando, la de Isabel la Católica y la de San Hermenegildo, consta de diferentes grados: Collar, Gran Cruz, Encomienda de Número, Encomienda y Cruz. «Como culminación de relevantes servicios al Estado», el ingreso en la orden con la categoría de Gran Cruz puede ser concedido a aquellos que «fueran o hubieran sido presidentes del Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, ministros del Gobierno y otras altas autoridades del Estado, así como a los que tengan concedida otra Gran Cruz civil o militar española, con más de tres años de antigüedad», se recoge en el artículo sobre grados de la orden dentro del BOE. Exministros como Alfonso Dastis, Beatriz Corredor, Carmen Calvo o Bibiana Aído o la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega cuentan también desde hace unos años con esta condecoración.

La distinción, en sintonía con lo que se describe en el reglamento de la Orden de Carlos III, está conformada por «una banda de seda, de 101 milímetros de ancho, de color azul celeste y con una franja central de color blanco» y «una placa de plata abrillantada» formada por cuatro brazos iguales con ocho puntas rematadas por sendas semiesferas lisas, simétricos dos a dos. «En cada entrebrazo figurará una flor de lis de plata abrillantada y, como exergo [moneda], un óvalo en cuyo centro llevará la imagen de la Purísima Concepción en sus esmaltes. A sus pies, la cifra de Carlos III, orlada de laurel, con el lema ‘Virtuti et Merito’ (‘Virtud y Mérito’)», se detalla asimismo sobre la Gran Cruz. Tal y como señalan desde Patrimonio Nacional, la imagen de la Virgen compone el centro de la cruz por ser Carlos III «especialmente devoto de la Inmaculada Concepción«.

Por su parte, la concesión del Collar solo puede recaer «en los miembros de la Familia Real, los Jefes de Estado y de Gobierno y en aquellos ciudadanos españoles que estén en posesión de la Gran Cruz con más de tres años de antigüedad». En 2014, se concedió de forma póstuma esta distinción al expresidente Adolfo Suárez y, con anterioridad, se había reconocido con el mismo grado en 2008 a Leopoldo Calvo Sotelo.

Estos galones, sin embargo, solo se pueden conceder a contadas personalidades. Según se especifica también en el reglamento, «el número de ciudadanos de nacionalidad española vivos» a los que se puede conceder el Collar no pueden exceder de 25 personas, «sin que en este número se hallen comprendidos los miembros de la Familia Real Española». Asimismo, «el número de Grandes Cruces queda limitado a un máximo de 100, excluidos los ministros del Gobierno condecorados con la Gran Cruz, y el de Encomiendas de Número, a 200, con la misma excepción, en ambos casos, que la expresada en la concesión del Collar», se concreta también.