Rechazo histórico a la independencia en el País Vasco

Nunca antes tantos vascos habían rechazado abiertamente la independencia. Según el último Sociómetro vasco, la encuesta sobre la realidad social elaborada periódicamente por el Gobierno autonómico, el 40 por ciento de los vascos rechaza de plano cualquier tipo de separación de España.

Es el mayor rechazo a la independencia de toda la serie histórica. En 1998, cuando se iniciaron los estudios sociológicos, y en un ambiente de gran polarización política, apenas el 24% se mostraba abiertamente en contra de cualquier intento separatista. Veinticinco años después el rechazo ha aumentado 16 puntos.

Podría incluso decirse que la situación hoy es justamente la contraria. Los vascos que estarían abiertamente a favor de la independencia apenas alcanzan un 23%, ni un

cuarto de la población. Son siete puntos menos que el 30% que apoyaban la secesión unilateral en el año 2014, el año con mayor apoyo a la ruptura con España.

Ese fue el pico de la ola independentista, que desde ese año no ha hecho más que perder apoyos. Los expertos hablan del ‘efecto Cataluña’ que ha experimentado la sociedad vasca. Y es que en ese año fue cuando en la comunidad catalana se empezó a hablar del ‘procés’. Después llegaron los referéndum ilegales, las detenciones o las condenas y con ellos una clara tendencia a la baja del apoyo independentista vasco.

En paralelo, la encuesta revela que los vascos están perdiendo el miedo a opinar sobre el debate secesionista y que cada vez tienen menos problemas para mostrar en voz alta su rechazo a la independencia. Nunca antes, en los 23 años de historia del Sociómetro, había habido un número tan bajo de personas que se negara a responder. De hecho, hace tan solo un año el 16% de los encuestados prefería no opinar sobre una hipotética independencia mientras que en la última encuesta solo el 6% ha tenido reparos para contestar a esta pregunta.

A todo ello habría que añadir, explican los sociólogos del estudio, que no se debe confundir apoyo a la independencia con independentismo. De hecho, en las últimas elecciones autonómicas, Bildu obtuvo el 28% de los votos, por lo que cabe pensar que incluso entre los votantes de la coalición abertzale hay una parte que es reticente a una ruptura unilateral. Puede que muchos estén en el 32% de los encuestados que apoyarían la independencia solo «en función de las circunstancias».

Sentimiento vasco a la baja

La encuesta dibuja una sociedad muy diferente de la de finales de los años noventa. La polarización política se ha reducido y la independencia cada vez preocupa a menos gente.

También desciende el sentimiento de identidad exclusivamente vasca. Solo el 19%, ni dos de cada diez, se declara únicamente vasco. Es la cota más baja desde que hay registros. Por el contrario, cuatro de cada diez aseguran sentirse tan vascos como españoles, también el registro más alto desde que se realiza la encuesta.

Pero el apoyo independentista a la baja no termina de beneficiar a las fuerzas constitucionalistas. Según la encuesta, los líderes nacionalistas son los únicos que aprueban. El mejor valorado, incluso a pesar de las críticas que ha cosechado por su gestión de la pandemia, es el presidente vasco, Iñigo Urkullu, que consigue un 5,5. Le sigue la portavoz del EH Bildu en el Parlamento Vasco, Maddalen Iriarte, con un 5,3. Idoia Mendia, vicelendakari y hasta hace un mes líder de los socialistas vascos, suspende por poco (4,6). La otra cara de la moneda son Amaia Martínez (Vox) y Carlos Iturgaiz (PP) que apenas consiguen un 2 de los vascos.